El Puerto de Málaga subasta un buque mercante por 0 euros
El barco, llamado Ratibor, se encuentra en estado de abandono desde mediados de 2015
A finales de 2019, la Autoridad Portuaria trató sin éxito de venderlo por 180.000 euros
Málaga/Suena a compra de lo más excéntrica, pero si está interesado puede pujar por un buque mercante que se encuentra varado y sin uso desde el año 2015 en el puerto de Málaga. El nombre del barco es Ratibor y, de acuerdo con los detalles publicados este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), cualquiera que esté dispuesto a participar en la subasta ahora activada puede hacerlo por un precio de partida de 0 euros.
El impulso de este nuevo procedimiento de venta (ya se intentó tiempo atrás sin éxito) viene derivado de la diligencia emitida por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz el pasado 26 de marzo, en el marco de un procedimiento medidas cautelares. Una de las particularidades de esta actuación es que el buque no figura inscrito en ningún registro de buques que se sepa y se vende libre de cargas.
El barco podrá ser visitado previa notificación y coordinación con la División de Operaciones Portuarias de la Autoridad Portuaria de Málaga en horario de 9:00 a 14:,00 horas, de lunes a viernes. El plazo para presentar ofertas se extiende hasta el 26 de julio próximo.
Según consta en el pliego, se trata de un buque mercante de carga general, construido en 1965, con un tonelaje bruto de 541 y peso muerto de 315. Dispone de una eslora total de 47,2 metros; una manga de 8,440 y un calado de 4,438 metros. Cabe recordar que en la anterior subasta publicada por el Puerto, a finales de 2019, el valor de partida que fue asignado era de 180.000 euros, una cuantía que ahora se suprime para activar la subasta desde 0 euros.
Este buque se encuentra en estado de abandono desde julio de 2015, estando localizado en la margen izquierda del río Guadalmedina. Llegado procedente de Algeciras el 30 de junio de 2015, este buque clasificado como Standby Safety Vessel (una denominación que alude a su multifuncionalidad), quedaba atracado en el muelle número seis en lo que parecía ser una escala técnica. Propiedad de la empresa de origen ruso Moran Maritime, comenzaba semanas después de su entrada un baile de atraques por los muelles malagueños.
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