El Puerto abre el concurso para un hotel de hasta 162 metros

El trámite de competencia, iniciado a instancia de un grupo inversor catarí, fija una edificabilidad máxima de 45.000 metros

Vista de los suelos reservados para el hotel.
Vista de los suelos reservados para el hotel.
Sebastián Sánchez Málaga

21 de febrero 2016 - 01:00

El proyecto estrella del puerto de Málaga, el hotel 5 estrellas gran lujo en el dique de levante, inicia ahora sí su particular singladura. La Autoridad Portuaria acaba de abrir oficialmente el concurso para adjudicar la concesión para la construcción y explotación comercial durante 50 años de un establecimiento hotelero que puede alcanzar hasta los 162 metros de altura. De ellos, 150 metros se corresponden con la cota máxima estimada para la torre de uso hotelero, que se levantaría sobre un basamento de uso comercial de hasta 12 metros de alto (baja más dos).

Con este paso, el organismo presidido por Paulino Plata arranca el procedimiento para un proyecto que forma parte de la hoja de ruta del ente desde el año 2005. Sin embargo, no ha sido hasta 11 años más tarde cuando se da el escenario propicio, con el aval del Ayuntamiento de Málaga, a la iniciativa. Y la existencia de al menos una empresa dispuesta a llevarla a buen puerto. De hecho, la concurrencia competitiva que ahora ve la luz se impulsa a propuesta de un grupo de inversión catarí, bajo la denominación de la firma Andalusian Hospitality II. La propuesta formulada por esta mercantil el pasado 18 de junio prevé una inversión de unos 100 millones de euros en la construcción de un hotel con capacidad para cerca de 300 habitaciones. Uno de los complementos principales de la oferta es la instalación de tiendas de lujo en la parte baja del inmueble y de un casino.

La naturaleza del procedimiento elegido abre ahora la opción a que otros grupos interesados en la actuación pongan sobre la mesa su proyecto. Aunque respetando los parámetros urbanísticos previstos para el terreno elegido y con un plazo más que escaso, de apenas un mes. Conforme al calendario, el periodo de ofertas expiraría en Semana Santa. De acuerdo con los datos incorporados en el anuncio del procedimiento en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la edificabilidad máxima permitida se sitúa en los 45.000 metros cuadrados. Se excluye de esta dimensión la planta bajo rasante que se permite para aparcamientos y servicios.

Más allá de esta primera exigencia de obligado cumplimiento, el trámite de competencia marca otros puntos a tomar en consideración por los proponentes, caso de la ocupación máxima del futuro establecimiento, con un máximo de 17.610 metros cuadrados. Asimismo, se señalan unos máximos de ocupación para cada uno de los cuerpos edificatorios. En este sentido, el basamento podrá tener una ocupación sobre rasante del 50% de la parcela solicitada; la torre, un máximo del 10% de la parcela, mientras que la planta prevista bajo tierra poder extenderse por toda la superficie de la finca seleccionada.

Estos detalles, no obstante, sólo están fijados a modo de previsión, puesto que no existe en este momento documento oficial alguno que marque estos parámetros urbanísticos. Para ello, el Puerto ha de solicitar al Ayuntamiento de Málaga la modificación de elementos del plan especial del recinto, con el fin de dotar de usos hoteleros y comercial los terrenos objeto del actual procedimiento. Un trámite que está pendiente de desarrollar aún. Este hecho provocó meses atrás ciertas reservas en la Abogacía del Estado, que consideraba más adecuado aplazar la actual concurrencia competitiva a la aprobación del marco urbanístico. Finalmente, se da le paso adelante tras la emisión de un informe por parte de Puertos del Estado marcando el camino a recorrer, al objeto de garantizar la legalidad del mismo.

En cuanto a la ubicación de la torre, elemento sustancial desde el punto de vista arquitectónico de la actuación, la Autoridad Portuaria marca la necesidad de que la misma se ubique a la cabecera de la parcela, dando su fachada al eje del paseo de acceso al dique de Levante. Igualmente, la zona comercial deberá abrir sus fachadas a la estación marítima, localizada a escasos metros. Las empresas que opten al proyecto deberán, además, ordenar los aparcamientos para autobuses lindantes con la estación de cruceros, de tal modo que se garantice el número de plazas actuales, y las paradas de taxis y aparcamientos existentes.

Lo laborioso de los puntos a cubrir del expediente dificultan de manera clara la posibilidad de que algún otro grupo, al margen catar, esté en condiciones de optar al proyecto. Cabe recordar que durante el último año han sido varias las empresas que incluso han formulado propuestas concretas, alguna de ellas muy por encima de las dimensiones ahora previstas por el Puerto.

Dentro del procedimiento, los concurrentes tendrán y firmar una declaración jurada de conocimiento de las condiciones de tramitación de la solicitud concesional y de exclusión de responsabilidad del Puerto de Málaga. Asimismo, en un segundo sobre deberá incluir el proyecto básico, cumpliendo con las bases aprobadas, la descripción de las actividades a desarrollar, las características de las obras e instalaciones a realizar, posibles efectos medioambientales y, en su caso, estudio de impacto ambiental, extensión de la zona de dominio público portuario a ocupar y presupuesto estimado de las obras e instalaciones. Asimismo, debe incorporar una memoria económico financiera de la actividad a desarrollar en la concesión y la garantía provisional.La decisión final sobre las propuestas presentadas corresponderá al Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, si bien después de conocer el informe de la dirección del Puerto y de la propuesta del presidente. La decisión final habrá de corresponder, según marca la documentación oficial, a la solicitud que, una vez constatada su solvencia económica, técnica y profesional para hacer frente a las obligaciones de la concesión, "tenga un mayor interés portuario motivado por el importe de su inversión, su rentabilidad económico-financiera para la Autoridad Portuaria, su compatibilidad con los usos portuarios y otros usos ciudadanos y finalmente la originalidad, calidad y adaptación a la ciudad del diseño arquitectónico de las construcciones".

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