El Puerto quiere aumentar la zona comercial de la marina de San Andrés con el suelo del antiguo teatro Antonio Banderas
La edificabilidad afectada alcanza los 8.000 metros cuadrados, que se sumarían a los 3.000 ya previstos
El objetivo es hacer más atractivo el proyecto para los inversores interesados
Málaga/El futuro del puerto deportivo de San Andrés vuelve a ponerse sobre la mesa. La vieja aspiración del Puerto de Málaga y del Ayuntamiento de la capital de contar con una dársena para más de 620 embarcaciones junto a la desembocadura del río Guadalmedina va a obligar a ambos organismos a repensar el proyecto con el fin de hacerlo atractivo cara a los potenciales promotores. Y ello pasa necesariamente por incrementar de manera sustancial los metros cuadrados de uso comercial de los que dispondrá el futuro concesionario, al objeto de que pueda rentabilizar una inversión que podría rondar los 20 millones de euros. En concreto, se maneja la posibilidad de triplicarla.
Una línea de acción en la que, según el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, parecen estar de acuerdo los dos actores públicos implicados. El interrogante al que dar respuesta pasa por cómo ir adelante con este incremento del techo comercial y de usos compatibles al puerto deportivo sin que ello obligue a una modificación urbanística prolongada en el tiempo.
La fórmula manejada por el Puerto, que será expuesta y trabajada de manera directa con la Gerencia de Urbanismo en una reunión prevista para el mes que viene, pasa por trasladar a este espacio los 8.000 metros cuadrados de techo edificable que están reservados en el Plan Especial del Puerto para el viejo proyecto del teatro de Antonio Banderas. Un equipamiento cultural que parece ya completamente desechado después de que el propio artista acordase asentar su iniciativa cultural en el antiguo Alameda, que volverá a abrir sus puertas a finales de octubre con el nombre de Teatro del Soho Caixabank.
Esta superficie lucrativa, en caso de incorporarse a la ordenación de la marina, permitiría al Puerto ofertar a los grupos de inversión y empresas interesados en la iniciativa una superficie de explotación comercial de hasta 11.000 metros cuadrados, lo que supone un aumento del 72% respecto a los apenas 3.000 metros contemplados originalmente.
Rubio: “El Ayuntamiento busca activamente suelo logístico”
La cuestión del suelo del Auditorio, también en la plataforma de San Andrés, será otro de los asuntos clave que el Ayuntamiento de Málaga y el Puerto abordarán en el encuentro del mes de septiembre. "Para el alcalde es prioritario", admitía el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, quien explicó que ha vuelto a hablar con el regidor de este tema durante la Feria. Las dos partes comparten la necesidad de ir adelante con la operación, aunque desde el Puerto se incide en que debe producirse la entrega de parcelas fuera del recinto portuario de uso empresarial con las que compensar la entrega de los 40.000 metros cuadrados que demanda el regidor para el proyecto cultural. En este escenario, semanas atrás De la Torre pidió a la Gerencia de Urbanismo la búsqueda de suelos con los que pagar al Puerto. "El Ayuntamiento busca activamente una alternativa para terreno logístico", confirmó Rubio. Dos de los emplazamientos sugeridos fueron Los Prados y Sánchez Blanca, localizaciones que tienen como principal ventaja el estar situadas cerca del acceso ferroviario a la capital. La existencia de una línea de entendimiento en este asunto deberá ser objeto, no obstante, de un acuerdo formal en el que serán claves las tasaciones que se hagan de los bienes a permutar entre las partes.
El propio Rubio recordaba que la mayoría de las empresas que han preguntado por la actuación ha insistido en la necesidad de aumentar el volumen lucrativo. "Siempre han manifestado que para ese volumen de inversión el retorno era clarísimamente insuficiente", expuso. Juega también en favor del interés de la Autoridad Portuaria que el plazo de concesión que ahora se maneja para este tipo de instalaciones es de 50 años y no de 35 como hasta hace poco.
"Sin incrementar demasiado se puede aprovechar la edificabilidad que había prevista para el teatro, intentando que la modificación sea relativamente sencilla; no pedimos un aumento global de la edificabilidad sino transformar la que hay y trasladarla de un sitio a otro", argumentó el dirigente portuario, que insistió en la necesidad de realizar las acciones necesarias para "ayudar a que el puerto deportivo sea más viable".
La pretensión de Rubio es abordar este asunto en el encuentro previsto en las próximas semanas, de manera que, en caso de una respuesta afirmativa por parte de Urbanismo, poder activar cuanto antes el concurso para la adjudicación del proyecto.
El pliego que rigió en 2009 el primer y hasta ahora único intento del Puerto por encontrar un socio privado que ejecutase la marina de San Andrés a cambio de su explotación fijaba una zona náutico-deportiva de 121.011 metros cuadrados, de los cuales 92.286 serán de superficie de espejo de agua y 28.725 de superficie de tierra. A esto se sumaba la obligación de crear un mínimo de 300 aparcamientos en superficie y la edificación de un complejo náutico de 2.000 metros cuadrados, una escuela de vela de 200 metros, de locales comerciales de 3.000 metros cuadrados y de un inmueble de Capitanía y Servicios de doscientos metros.
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