Puñetazos por una pulsera: la agresión a un menor de 11 años que jugaba al fútbol en Marbella
Los hechos ocurrieron el pasado domingo cuando dos hermanos jugaban con el balón y se les unió un tercero que al quedarse a solas con el más pequeño supuestamente le agredió
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Málaga/Ocurrió el pasado domingo. Un menor de 11 años estaba jugando al fútbol, en compañía de su hermano de 13, cuando un niño -mayor que ellos- se les unió. Aprovechando un momento de soledad del más pequeño, supuestamente le puso la zancadilla, tirado al suelo y propinado varios puñetazos. El objetivo, hacerse con una pulsera de acero.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo en el campo de fútbol Los Compadres de Marbella entre las 18:00 y las 18:30. Los dos menores -de 11 y 13 años- estaban jugando al fútbol, cuando, presuntamente, un joven les preguntó si podía unirse a la partida. Tal y como se relata en la denuncia presentada ante la Comisaría de Policía Nacional de Marbella, a la que ha tenido acceso este periódico, en un momento del juego el mayor de los hermanos se ausentó para ir al servicio, momento en el que al parecer el presunto agresor aprovechó para hacerle la zancadilla al menor de 11 años, tirarlo al suelo y propinarle varios puñetazos. Su objetivo era sustraer una pulsera de acero color oro que portaba el pequeño. Finalmente lo consiguió.
Tras lo sucedido, los dos niños se acercaron a la caseta del vigilante de seguridad pero no encontraron a nadie. Además, en la denuncia se indica que en el lugar de los hechos no hay cámaras de video vigilancia. Por ello, los menores regresaron a su casa, donde su madre al conocer lo que había pasado se dirigió al Hospital Costa del Sol, donde el menor de 11 años recibió asistencia médica.
En el parte médico, al que también ha tenido acceso este periódico, se explica que el menor llegó al centro sanitario tras ser golpeado en la nariz y los ojos, ser arañado en el torso y con dolor de cabeza. En el parte se refleja que el menor de 11 años sufrió un traumatismo craneal y una conmoción sin pérdida de conciencia y/o amnesia.
El padre de los dos menores asegura que sus hijos no habían visto nunca antes al supuesto agresor en este campo de fútbol. Además, sostiene que en el momento de la presunta agresión no había ningún otro niño en el campo de fútbol y tampoco ningún conserje o adulto que pudiera ayudar al menor de 11 años.
En este sentido, Gallardo incide en que los conserjes del campo de fútbol le aseguraron que en ese momento estaban “en un cambio de turno y no se dieron cuenta de nada”. A su juicio, añade que “si llegan a hacerle más daño a mi niño o no está su hermano qué habría pasado, porque luego los niños se enganchan en la portería y les regañan, pero cuando tienen que actuar no hacen nada”. Con respecto a la pulsera que se le sustrajo a su hijo, remarca que no tiene ningún valor económico, pero sí sentimental porque al pequeño de 11 años “le hace ilusión llevarla”.
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