Quejas en barrios de Málaga por la turbidez del agua: "He gastado tres vasos para una manzanilla"

Vasos de agua turbia de diferentes viviendas de Málaga.
Vasos de agua turbia de diferentes viviendas de Málaga. / M.H.

La extrema situación de sequía que asola a Málaga está haciendo que todos los municipios de la provincia se vean obligados a apretarse el cinturón, en lo referente al agua, y tomen medidas para reducir el consumo, conservar las reservas el mayor tiempo posible y cumplir con lo establecido por el Comité de Sequía de la Junta de Andalucía. En Málaga capital, el Consistorio va a reducir la presión de agua en toda la ciudad, aunque todavía no se ha establecido en todos los distritos. Coincidencia o no con esta medida, lo cierto es que vecinos de barrios de Málaga se han quejado de "la turbidez" del agua desde el pasado martes. Emasa, por su parte, reconoce que la causa podría ser la instalación de las válvulas para controlar la presión, aunque no está confirmado.

Muchos malagueños se enfrentan a diario al corte del suministro por las noches, pero en otras zonas no. Málaga capital no está en ese punto. Emasa, por las noches y de manera muy gradual están reduciendo la presión de agua para llegar a los 160 litros por persona y día. Algunos vecinos ya han empezado a notarlo, pero otros, cuyas zonas todavía no han sufrido esta medida, se han encontrado con que el agua está “oscura” y "con espuma".

Carranque y en Las Delicias son de los barrios afectados por esta turbidez del agua como ha podido comprobar este periódico. Y sus vecinos ya han expresado sus quejas. Entre ellos se encuentra Mercedes Magro, una madrileña que lleva 10 años en la capital. Cada día, antes de dormir, le prepara una manzanilla a su madre, pero la última vez que lo hizo tuvo que “llenar hasta tres veces el vaso hasta que salió bien” porque, según explica, el agua parecía estar sucia y tenía “mucha espuma”. A la hora de utilizar el lavavajillas o la lavadora señala que no ha tenido problemas y remarca que intenta ahorrar lo máximo posible.

En la misma zona también viven Emilia, Ana y María, tres amigas de toda la vida que se ven prácticamente a diario y el tema del que más hablan es la sequía. “El agua sale muy oscura, más turbia y con menos presión”, señala Ana. En este punto, Emilia añade que creyó "que había tirado el cubo de la fregona porque el agua estaba turbia”. María coincide con sus dos vecinas y asegura que también se ha percatado de que su lavadora “tarda mucho en coger agua, pero no sé si es porque le falta agua o por otra cosa”.

Unas calles más arriba, Ana y Antonio, un matrimonio que reside por la zona del Torcal, sostiene que están unas horas sin abrir el grifo y que de repente, al volver a usarlo, “el agua sale oscura y no entendemos por qué”. Además, remarcan que han notado que la ducha pierde fuerza al usarla un par de minutos durante la ducha. En este punto, María Rodríguez coincide con ellos en que en su ducha también nota menos cantidad y menos fuerza. “No es algo exagerado, pero sale menos”, apunta.

Según las fuentes consultadas, el hecho que el agua salga “oscura” o algo “turbia” cabe la posibilidad de que se deba por las obras que Emasa está llevando a cabo por toda la capital para, precisamente, instalar la válvulas para regular próximamente la presión del agua de toda la red de distribución.

La regulación de la presión en la red de abastecimiento de agua de Málaga, a día de hoy, está al 20%. Esto quiere decir que por ahora más de 360 kilómetros de la red de distribución tienen menos presión. A Emasa le quedan alrededor de 1.540 kilómetros, ya que la red en total tiene más de 1.900. Las zonas que ya viven con esta restricción son Churriana, Cortijo Mazas, El Olivar, Campanillas, Guadalmar, zona comercial de Plaza Mayor y alrededores, barriada de la Princesa y la Isla, La Araña, zona baja de Pedregalejo (desde Baños del Carmen hasta Playa Virginia), Palmilla, Paseo Marítimo de Pacífico y alrededores, polígono del Guadalhorce y alrededores de Héroe de Sostoa.

Esta regulación, que se lleva a cabo en horas valle y de menor demanda, principalmente de noche, comenzó a aplicarse en algunas zonas donde la presión es mayor y las viviendas tienen menos altura (a más presión en las tuberías, mayor potencialidad de cantidad de agua fugada) obteniéndose una minoración de las pérdidas que llegan incluso al 50%. En base a estos resultados, el Consistorio irá extendiendo progresivamente esta práctica por toda la ciudad con la previsión de completar el plan en un plazo aproximado de tres meses y la estimación de que se podría reducir el consumo en torno a un 20%.

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