Raquel Serrano, la ingeniera de Málaga que revoluciona las escayolas
Fiixit desarrolla férulas de inmovilización realizadas con impresoras 3D que sustituyen a los métodos tradicionales: son más ligeras y se pueden mojar
Málaga/Todos han sufrido alguna vez las molestias que supone tener una escayola. Si bien no en primera persona, al menos a través de un familiar o un conocido. Picores, el peso del yeso, el sumo cuidado para que no le caiga una gota de agua durante el baño y, si además es verano, la renuncia a los chapuzones refrescantes. Con apenas 29 años, Raquel Serrano Lledó ha revolucionado el concepto tradicional de escayola con sus férulas hechas con impresoras 3D: se pueden mojar, son más ligeras, evitan los picores y, además, son biodegradables.
Raquel Serrano, de Alhaurín de la Torre, se graduó en 2014 en Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo del Producto por la UMA, tras lo que siguió formándose hasta que le comenzó a picar “el gusanillo del emprendimiento”.
Dos años después de obtener su título, creó su propia empresa, Fiixit. “Diseñamos férulas a medida de lo que realmente el paciente necesita, además se puede empezar una fisioterapia de forma conjunta a diferencia de las escayolas”, explicó Raquel.
La ingeniera compró su primera impresora 3D para hacer su trabajo de fin de grado. Tras finalizar su proyecto, comenzó a diseñar unas pulseras hechas con la impresora “para amortizar el gasto”, dijo Raquel. Estas pulseras serían el germen que culminaría con la idea de las férulas, con las que guardan cierta similitud en su diseño, salvando las distancias.
El concepto revolucionario nació durante una cena en un restaurante. Raquel se percató de que en una mesa próxima había un niño quejándose. “Cuando me di la vuelta me di cuenta de que estaba usando un cuchillo para rascarse dentro de la escayola y pensé ¿y si en vez de pulseras hiciera escayolas?”.
La empresa de férulas se constituyó en 2016 como Fiixit: “Fix significa tanto en latín como en inglés arreglar o unir”, explicó la ingeniera, “le añadimos la doble i porque también significa férulas de inmovilización impresas”.
Presente en más de 50 ortopedias
Fiixit está presente en más de 50 ortopedias de toda España. La mayoría de las de la Costa del Sol ya distribuyen las férulas. Basta con que el paciente se acerque a una de los establecimientos especializados para hacerse con una, pero siempre bajo prescripción médica. “Sin la autorización por escrito de un médico no podemos hacer nada, eso es muy importante”, recalcó la ingeniera. “El usuario tiene que ir a una ortopedia donde se le tomarán las medidas con un escáner 3D”, explica, “después nos lo mandan a nosotros y la diseñamos y fabricamos”. El precio de las férulas oscila entre los 150 y 250 euros, pero “si el médico decide que es la mejor opción lo subvenciona la Seguridad Social”.
El proyecto se comenzó a incubar un año antes, cuando Raquel se presentó al Spin-Off de la Universidad de Málaga, un concurso de creación de empresas en el ámbito universitario. La empresaria presentó su proyecto 3D Málaga, un estudio de diseño industrial e impresión 3D, con el que se llevó el primer premio.“Cuando gané el Spinoff pude comprar un escáner 3D y pude invertir en otras impresoras. Fui creciendo y ya me metí de lleno en el emprendimiento”, explicó.
A partir de entonces, se sucedieron una cadena de éxitos. Ese mismo año entró a formar parte del programa de Fomento de Empresas Andaluzas Innovadoras en Nuevas Tecnologías de la Información del Centro Andaluz de Innovación y Tecnología de La Información y de las Comunicaciones (Citic). En 2016, ganó el Yuzz Málaga, dirigido a jóvenes con ideas de negocio de base tecnológica y pudo viajar a Silicon Valley.También ese año Fiixit ganó el Premio Junior del Instituto Municipal de Formación y Empleo.
La lista de premios y reconocimientos es, cuanto menos, extensa. Sin ir más lejos, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, le recibió el pasado 15 de julio para destacar su talento. Y el pasado 19 de junio, el propio Rey Felipe VI le condecoró con la medalla de la Orden del Mérito Civil, cuyo título ahora Raquel luce orgullosa aguandando las puertas del taller de Fiixit.
Los miembros de la empresa van creciendo a pasos agigantados. Hasta hace escasos meses, Raquel lo hacía prácticamente todo junto con su socio Antonio Padilla, técnico de ortopedia. “Ahora se ha incorporado mi hermano en el tema de ingeniería y diseño y también un director de marketing y ventas para dar más visibilidad a la empresa”, señaló. De hecho, está pendiente de recibir nuevos inversores.
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