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Málaga/Este pasado fin de semana el puerto de Málaga albergó a dos buques de crucero que han hecho noche en aguas malacitanas. Esta circunstancia a la que habría que añadir que ambos han finalizado una ruta crucerista e iniciado otra con sus correspondientes embarques y desembarques de pasaje, dibuja a la perfección como el puerto de la capital de la Costa del Sol, año tras año, asienta su oferta de convertirse en un destacado punto de pernocta que en muchos casos se ve complementado con el comienzo y finalización de viaje.
Atendiendo al número de buques que han dormido en los muelles malacitanos en lo que llevamos de 2023, hasta la fecha, 23 barcos de turistas han cumplimentado un total de 31 escalas con pernoctaciones, algunas de las cuales han superado las dos noches de estancia. Frente a estas cifras y aún con el año en curso sin cerrar, estas estadísticas reseñadas ya superan a las del pasado ejercicio en su totalidad; unos guarismos que en 2022 significaron 25 atraques con estancia nocturna incluida.
Y si bien las pernoctaciones cruceristas en lo que llevamos de 2023 ya suman unos números de récord, un valor añadido a este destacado hecho lo suplementa el que un buen número de estas noches en puerto suponen embarques y desembarques completos o parciales; una circunstancia que implica además que estas operativas convierten a Málaga en el inicio o el final de un itinerario turístico por mar.
Pormenorizando un interesante aspecto sobre los buques que en el presente ejercicio han dormido en las instalaciones cruceristas malacitanas, habría que destacar que 16 de los 23 barcos que ha hecho noche no alcanzan los 200 metros de eslora ni superan los 400 pasajeros; un hecho que posibilita la movilidad de los turistas de estos buques con estancias añadidas de hotel pre o post crucero.
Esbozado este panorama, la apuesta que el puerto malacitano realizó hace varios años por la captación de barcos turísticos de pequeño y mediano porte, también se podría hablar de buques de expedición o yacht cruises la mayoría de ellos inmersos en el sector del lujo o gran lujo crucerista, parece que está dando los frutos deseados.
Una realidad refrendada por las escalas de este tipo de barcos en las que sí es frecuente realizar noches en puerto y que complementan a la perfección las visitas de los grandes buques con miles de turistas que salvo en casos muy especiales no realizan pernoctaciones.
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