'Recorrido oficial' por la fiesta

Han dejado de lado capirotes y varales. Durante unos días las túnicas se cambian por camisetas de colores corporativos. Las labores de limpieza de enseres dejan paso a trabajar durante horas tras una barra. Los cofrades se convierten, por una semana, en parte de la Feria de Málaga para hacer realidad el sentimiento de hermandad que promulgan el resto del año.

Las casetas cofrades forman parte del centro histórico desde hace años. El itinerario comienza en la calle Gaona, donde el instituto Vicente Espinel se transforma en el comedor del centro gracias a la labor que la Archicofradía de la Sangre realiza desde hace décadas. El histórico patio del centro educativo se llena de familias que deciden hacer el primer alto en el camino para almorzar y seguir hacia el centro histórico.

Siguiendo por Carretería hasta desembocar en Puerta Nueva, la hermandad de la Sagrada Cena ofrece dos opciones para disfrutar de la Feria: una, a pie de calle, donde degustar platos típicos de estas Fiestas a precios económicos. La otra, con un menú más sofisticado y bajo el aire acondicionado, instalada en su salón social, ofertando una propuesta diferente para los paladares más exquisitos.

Continuando hacia el corazón del centro histórico, las hermandades de Viñeros y Amor vuelven a instalar sus casetas en la plaza de la Constitución. En el caso de la cofradía del Jueves Santo, el plato del día se basa en el arroz, aderezado de una manera diferente cada jornada. Los cofrades del Viernes Santo vuelven a ofertar precios populares en Pasito Corto.

Inmersas en las calles menos transitadas se esconden las casetas El Farol y El Postigo de San Juan. La hermandad de Pasión sigue vendiendo en calle Convalecientes sus tradicionales "farolitos" -pequeños bocadillos variados- para destinar sus beneficios a la obra que realiza en la localidad venezolana de Caicara del Orinoco. Igual función realizan las cofradías Fusionadas en la casa del Niño Jesús, donde las seis mayordomías se alternan para obtener beneficios cerca de Pozos Dulces para colaborar con Cáritas y la fundación Lágrimas y Favores.

Sin embargo, los arrabales del centro histórico también cuentan con la labor de los cofrades. Calle Victoria se inaugura en la casa hermandad de El Rico, donde La ochava invita a despejarse del 'botellón' apenas a unos pasos de la plaza de la Merced. En calle Agua, subiendo por calle Victoria, la hermandad de Humildad repite en su casa hermandad con La jaberita, manteniendo los mismos horarios de apertura que el resto de casetas del centro histórico.

Para los vecinos de la Trinidad, la hermandad de la Salud abre su sede social para celebrar la Feria en su terraza y en el Perchel son las cofradías las que siguen llenando la caseta del hotel NH. Hoy será el turno de Zamarrilla, el viernes estará protagonizada por Pollinica y Paloma cerrará la temporada el sábado. Además, dado el éxito de los primeros días de apertura, la cofradía de la Estrella reabrirá su caseta viernes y sábado en su casa hermandad. Pero para quienes aún tengan ganas de fiesta, las cofradías de Penas y Sentencia abrirán sus sedes sociales el viernes 19.

Este recorrido, que compite este verano con el cambio del oficial de Semana Santa, pudo servir como ruta el pasado martes para una amplia representación de la junta de gobierno de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa. Los hermanos mayores y cofrades compartieron una jornada para recordar el carácter fraternal de las corporaciones nazarenas. Un ambiente positivo y a la par necesario para el funcionamiento de la institución. El mismo que se comparte en cada caña tirada o plato preparado por un cofrade cuando se trata de atender a malagueños y visitantes.