Regantes del Guadalhorce afrontan su último riego autorizado con la esperanza de que llueva en septiembre

Málaga/La situación para los regantes del Valle del Guadalhorce no es muy halagüeña. El agua para estos agricultores se está acabando. En menos de 20 días los agricultores de esta comarca ya no tendrán más. Solo les quedará mirar al cielo a la espera de que lleguen las precipitaciones y que éstas sean suficientes para que la situación del campo cambie.

Debido a la falta de precipitaciones, la Junta de Andalucía decidió en el último comité de sequía reducir un 37%, con respecto al año anterior, el agua de los agricultores del Valle del Guadalhorce. Como consecuencia, para afrontar los meses más calurosos del año –julio, agosto y septiembre– tan solo tenían acceso a 11,4 hectómetros procedentes de los tres pantanos de la comarca: Conde del Guadalhorce, Guadalhorce y Guadalteba. Cabe señalar que de estos embalses, el primero está en mínimos históricos al 18,2% de su capacidad con 12,3 hectómetros, el del Guadalhorce tiene todavía 31,5 al estar al 25,1% y el de Guadalteba se encuentra en el 34,5% y alberga 54,3 hectómetros cúbicos.

Después de consumir unos 10 hectómetros durante julio y agosto, para este último riego, que tiene previsto terminar el 10 de septiembre, tan solo tienen 1,4 hectómetros. Además de haber tenido que hacer frente a las altas temperaturas y al corte del agua durante varios días, en algunas zonas ha habido comunidades de regantes que no han tenido agua en diferentes riegos debido a la rotura de un sifón que dejó unas 2.000 hectáreas sin agua a principios de julio, y la rotura de una acequia en Cártama que hizo que 400 agricultores no tuvieran recursos en el riego de agosto.

Tras estar diez días sin regar, ayer el agua comenzó a fluir por el sistema del Valle del Guadalhorce. Tienen programado este último riego desde el 23 de agosto hasta el 10 de septiembre, aunque los regantes temen que el agua se les acabe a principios de septiembre dando por acabada toda la reserva de la que disponían para regar en este año hidrológico. En este sentido, fuentes cercanas a la dirección de la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema) aseguran que “a los agricultores solo les queda rezar para salvar lo poco que les queda sembrado en el campo”, ya que cuando utilicen este hectómetro, no tendrán más agua de los pantanos.

Asimismo, inciden en que si llueve “no sirven cuatro gotas y listo”, sino que para que el campo se beneficie de las precipitaciones para regar necesitan aproximadamente entre 30 y 40 litros por metro cuadrado. Además, también esperan que la provincia “tenga suerte” y caigan los suficientes litros para que se recuperen los pantanos y los acuíferos. Para eso detallan que son necesarias precipitaciones abundantes, sino “el verano que viene los agricultores vamos a seguir igual con las restricciones”.

Al mirar hacia sus cultivos, desde Aprema señalan que el campo de la comarca se ha quemado estas últimas semanas debido a las altas temperaturas e incluso catalogan esta temporada estival como “pésima” y “lamentable”. Las recogidas del cultivo de verano se han realizado antes y los productos al final han sido más pequeños de lo habitual y la cosecha se ha disminuido. Es más, relatan que en el caso de los tomates suelen plantar varias tandas para que en el invierno haya también y actualmente “ya no quedan a penas tomates plantados". En esta línea, Aprema concluye en que el huerto de verano ha sido “temprano y de mala calidad” y el de invierno “está en el aire”.