Regocijo en la festividad de la movilidad
Decenas de políticos, empresarios y representantes sociales ensalzan la trascendencia de la puesta en servicio del suburbano para la capital.
"¡Hombre!!!". Y tras un primer ¡¡¡hombre!!! un segundo, un tercero... Enrique Urkijo volvió ayer a su casa. Su apellido, con k de kilo, fue el primero en lucir en las tarjetas del director del Metro de Málaga. Entre 2004 y 2009 asumió esa responsabilidad, siendo el encargado, en buena medida, de impulsar la infraestructura ya en uso. Él fue uno de los más de 400 invitados a los actos de inauguración de los ramales de Carretera de Cádiz y Teatinos, algunos de los cuales tienen o han tenido vinculación directa con el suburbano.
Apenas unos minutos después de su desembarco en las instalaciones de talleres y cocheras, donde se localiza la sede central de la concesionaria Metro Málaga, Urkijo inició un periplo de saludos y abrazos que no finalizó hasta que hicieron acto de presencia la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y la ministra de Fomento, Ana Pastor. Antes le dio tiempo para departir con el alcalde, Francisco de la Torre; saludar afectuosamente al que fuera director de Tráfico del Ayuntamiento en los inicios de la obra, José Gordo, y el que fuera concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, quien confió en que el trazado se vaya ampliando "y mejorando la movilidad". Entre otros muchos.
Tres nombres sujetos a una historia que en muchos episodios los ha tenido enfrentados. El de ayer era un día de júbilo. Y por más que algunos puedan dudar de las verdaderas bondades del suburbano, en especial cuando se mira su impacto sobre las arcas de las instituciones públicas, optaron por callar y ensalzar la trascendencia del momento. Otros, tirando de análisis objetivo, optaban por la prudencia y por dejar pasar el tiempo antes de que el Metro sea lo que todo el mundo espera: el pilar fundamental de la movilidad en la ciudad.
Entre ellos, el propio Urkijo. "Todo es mejorable pero lo que he observado es un nivel de calidad muy bueno; hay que esperar a que llegue al Centro, porque será en ese momento cuando se vea su verdadera potencialidad", apuntaba. En esta misma línea, que fuera mano derecha de Urkijo y ahora máximo responsable técnico del proyecto, Miguel Ángel García Cañizares. "Cuando echa a andar un Metro en una ciudad siempre es un elemento dinamizador, que mejora las condiciones en las que vas a comprar o al trabajo; tener la posibilidad de ir desde Teatinos al Centro en menos de 15 minutos es un hito", afirmaba. Asimismo, admitió que en los próximos meses habrá dos momentos de relevancia para conocer el funcionamiento: el inicio de las clases en la Universidad y las Navidades, como el movimiento comercial que ello supone.
La sede central de Metro presentaba un aspecto abarrotado. Desde que a las 09.30 empezaron a llegar los periodistas (unos 120 acreditados) y los primeros invitados, un no parar hasta el mediodía. En el enjambre de personalidades, cuatro consejeros autonómicos (Rafael Rodríguez, Turismo; Luciano Alonso, Educación y Cultura; José Sánchez Maldonado, Economía; Diego Valderas, vicepresidente de la Junta, y Elena Cortés, Fomento y Vivienda); dos ex consejeros (Carmen Aguayo, Hacienda, y Luis García Garrido, que fuera responsable de Obras Públicas años atrás).
En el apartado institucional, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, y el subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández Mollar, no quisieron perderse la cita. "Es un día histórico, como lo fue la puesta en funcionamiento del AVE, de la hiperronda", dijo el también presidente de los populares malagueños, que destacó las ventajas que el Metro tendrá para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Preguntado por lo que aún resta, dijo que se trata de "algunos flecos" y confió en que una vez se constate la aceptación entre la ciudadanía se vaya extendiendo.
Tampoco quisieron perder la ocasión varios concejales del Ayuntamiento de Málaga, ya fueran del equipo de gobierno, caso de Mario Cortés, Francisco Pomares, María Victoria Romero, Teresa Porras, Raúl López y Julio Andrade, entre otros; o de la oposición, como Eduardo Zorrilla y Toni Morillas (IU); María Gámez, Begoña Medina, Sergio Brenes y Manuel Hurtado, todos del PSOE.
La parte empresarial estuvo encabezada por el presidente de la CEA, Javier González de Lara. Éste catalogó como "día excepcional" el vivido ayer en la ciudad y consideró una "muestra de orgullo" el arranque del Metro, "ejemplo del consenso institucional que tanto pedimos los empresarios". También se vio al presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero, y al secretario general de CCOO, Antonio Herrera.
"Hoy se abre una oportunidad de hacer la ciudad más amable para el ciudadano", afirmaba Antonio Vargas, decano del Colegio de Arquitectos, que conversaba con el decano del Colegio de Abogados, Francisco Javier Lara, para el que se trata de "un avance importante", y el presidente del Colegio de Administradores de Fincas, Fernando Pastor, que demandó que cuanto antes llegue al Centro.
El círculo político se completó con el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, y el secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, así como por parlamentarios andaluces de las tres fuerzas representadas en la Cámara autonómica como Marisa Bustinduy y Remedios Martel, por el PSOE; Antonio Garrido y Ana Rico, del PP, y José Antonio Castro y Lola Quintana, de IU. Todo ello sin obviar a uno de los mayores expertos en materia de Metro, Javier Bustinduy, autor de una solución técnica materializada en las cercanías del intercambiador de El Perchel. Igualmente notorias fueron las ausencias de algunos de los grandes nombres del Metro, caso de Concepción Gutiérrez, la consejera de Obras Públicas que impulsó la actuación; Rosa Aguilar, otra de las titulares autonómicas; Enrique Salvo, segundo y último director del Metro, y Magdalena Álvarez, que fuera ministra de Fomento y vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
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