Una obra sin precedentes
Rescate de Julen en Totalán
Hasta una docena de retroexcavadoras han trabajado de forma simultánea en un espacio muy limitado
La actuación habría requerido de meses en circunstancias normales
Totalán/En Totalán el tiempo pasa entre dos realidades paralelas y contrarias. Lento, sobre todo para los padres de Julen, y para todos los que lo quieren ver fuera de ese pozo en el que hace una semana caía cuando pasaba un día de campo con su familia. Y muy rápido para ese equipo humano que de forma incansable trabaja para conseguir su rescate.
Se comen las horas muchas veces sin lograr el resultado esperado por las dificultades que les impone el terreno. El ritmo es frenético en el Dolmen del Cerro de la Corona. De otra forma, no se hubiese llegado a acometer esta “auténtica obra ingeniería civil” como la definió Ángel García, una de las personas que está al frente del comité técnico constituido. Una actuación que además se ha llevado a cabo sin estudios geotécnicos previos y en menos de una semana, cuando requeriría de “meses”.
Una docena de retroexcavadoras y bulldozers han estado trabajando en la zona para dejar sitio a la perforadora que desde el sábado a mediodía se encarga de hacer el túnel por el que accederá el equipo de rescate. No hay más porque como dijo el delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos, “se estorbarían”. No obstante, otras muchas llegadas desde toda la provincia de Málaga han estado esperando por si hiciese falta incorporarse.
El domingo, día en que se produjo el incidente, ya había un centenar de personas trabajando para llevar a cabo el rescate. Entonces, viendo los 25 centímetros de diámetro de la boca de este pozo de 107 metros y el tapón a los 73 metros (a través de una videocámara que introdujeron) ya se dieron cuenta de la complejidad que tendría el rescate.
Comenzaba la obra titánica que requería de la construcción de un túnel oblicuo y otro vertical. Para hacerlos se necesitaba acondicionar el complicado terreno y trabajar con tiento para evitar cualquier derrumbamiento que pudiese producirse sobre Julen.
Todo ello además, requería de la construcción de una carretera de 22 metros aproximadamente por la que pudieran acceder los camiones que transportaban el material. Se ha conseguido transformar un camino rural privado en una vía segura.
La ejecución de los túneles ha necesitado de unos trabajos previos consistentes en la creación de una plataforma donde pudiese asentarse la maquinaria pesada. Allanar el terreno, rebajarlo y eliminar los bancales todo ello con la dificultad que ha supuesto la dureza del terreno que ha ido retrasando lo trabajos. Significativo en la cota menos 19 donde se encontró un macizo de pizarra y cuarzo difícil de romper. En total, había que excavar 30 metros que luego se quedaron en 23 para empezar a construir la primera de las dos galerías paralelas que se proyectaron, y que se quedaría por debajo de la cota menos 73, que es donde se cree que se encuentra el niño. El sábado a mediodía comenzó la perforación.
El túnel es de 60 metros y están a una distancia de cuatro metros. Este espacio, que cuenta con un diámetro de ciento veinte centímetros es el que tendrán que recorrer los mineros asturianos de la Brigada de Salvamento de Hunosa. Descenderán en una cápsula para romper de forma manual el tapón que supuestamente hay sobre el niño.
Aunque esta opción se contempló desde el principio como la succión de la arena que hay en el pozo, el miércoles se le dio preferencia a otro túnel horizontal que tendría una longitud de entre 50 y 80 metros aprovechando la pendiente del terreno. Los técnicos consideraron que en éste habría menos margen de error. Sin embargo, y aunque esta idea no se ha abandonado, el jueves pasó a un segundo término por la inestabilidad del terreno y porque determinaron que sería más lento. Tampoco se abandona la idea de una segunda perforación vertical.
En la obra, han participado más de una docena de empresas que han dejado sus respectivos tajos para poder participar, como fue el caso de Ferrovial, cuya perforadora se encontraba en los trabajos que se están realizando en la M-40 de Madrid. Llegó el viernes a primera hora de la mañana después de siete horas de camino. Ésta tiene entre otras características que puede estar trabajando sin descanso durante las 24 horas. También de fuera de la provincia llegó la corona, la herramienta de corte de la perforadora.
Desde Suecia, vino la empresa SPT. Su geolocalizador fue el que encontró la ubicación de los 33 mineros de Chile que en 2010 quedaron atrapados. El responsable del comité técnico, Ángel García, aunque no ha confirmado en estos días que hubiese localizado una bolsa de aire de 15 metros sobre Julen, sí sitúo el punto exacto de la zona rocosa, ubicándolo en la cota menos 73. También descubrió una desviación de 0,61 centímetros de la boca del pozo al fondo.
El domingo que desapareció el pequeño también se recurrió a una empresa noruega, a propuesta del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para llegar al pequeño, pero la maquinaria no se ajustaba a las dimensiones del pozo.
Hecho en Málaga, concretamente en Alhaurín el Grande ha sido la celda por la que descenderán los mineros que Defensa desplazó en un avión desde Asturias. La han realizado los hermanos Carlos y Miguel Tirado en la carpintería metálica Inalme. También han sido los encargados de hacer el taladro de cuatro bocas con el que se ha pretendido eliminar el tapón. La rotación de éstas permite actuar sin hacer una gran presión, y por tanto, menos riesgo de derrumbamiento. Consiguieron succionar 40 centímetros.
En total, en esta obra magna están participando 300 personas. En ellas se han implicado todas las administraciones y organismos públicos posibles junto al Colegio de Ingenieros y Caminos de Málaga, cuyos representantes han sido junto a la Guardia Civil los que han dirigido el comité técnico asesor.
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