Ruta de El Colmenar a Gaucín: una tirada corta sin prisas

Senderismo

Íbamos a llegar hasta Benarrabá, pero en mitad del camino nos hemos arrepentido

Ya llegaremos la semana próxima

El puente de hierro que debemos pasar se encuentra sobre el río Guadiaro. / Malaga.es
Francisco M. Romero

28 de enero 2020 - 07:16

Cerca de tres horas tardaremos en llegar de la zona de El Colmenar a Gaucín cruzando campo través a lo largo de una ruta lineal y sencilla de tan sólo 8 kilómetros. Un ruta facilita para hacer sin prisas, tranquilos, con abundantes paradas, para recordar por qué hemos decidido comenzar a practicar el senderismo.

Ficha

Ruta: lineal.

Distancia: 8 kilómetros.

Dificultad: fácil/cochinera.

Inicio: El Colmenar.

Meta: Gaucín.

Tiempo: 3 horas.

Así que, una semana más, pertrechate y comienza esta ruta desde El Colmenar (localidad del término municipal de Cortes de la Frontera) en dirección sur hacia la carretera de Gaucín hasta que alcances un puente de hierro que cruza el río Guadiaro y lo atravieses. Desde este hito, ya te acompaño yo, así que bajaremos hacia la orilla y avanzamos por un pequeño sendero que coincide con la cañada real de El Colmenar.

Desde este punto subimos una serie de repechos que nos conducirán hasta el monte de La Herriza, perteneciente Gaucín, que se encuentra a dos kilómetros y medio del inicio de la ruta.

Por estos lares abunda la encina rodeada de matorral de matagallos, jaras y lentiscos, así que llegaremos a casa oliendo a choto y a campo. En esta zona, después de unos pocos ascensos, llanearemos algo, por lo que nuestros gemelos tendrán un breve descanso.

Seguimos andando hasta que nos cruzamos con la cañada real de Benarrabá, por la cual transitaremos un buen trecho hasta alcanzar un alcornocal que, poco a poco, se transforma en un bosque de encinas, pinos, brezos y quejigos.

¡No te despistes! Tenemos que seguir por un camino que nos conduce a un manantial a los que se anexionan los restos de una calera y, gozando, gozando, como nunca, del paisaje forestal que nos rodea, llegamos al arroyo de la Mora.

En paralelo al curso de este arroyo, ascendemos hasta una intersección donde abandonamos la cañada real de Benarrabá. A esta zona se la conoce como El Peso, y se encuentra a casi cinco kilómetros del arranque de la senda. Se le conoce con este nombre porque aquí los serranos pesaban el palmito que recolectaban.

Hoy en día no se pesa porque está prohibido arrancarlos. Por suerte, algunos somos tan viejos que aún recordamos lo buenos y jugosos que están.

Si se quiere repostar agua, la fuente de El Peso es una buena idea, una excusa perfecta para descansar un poco porque desde aquí comienza una subida que nos hará odiar tener piernas y que nos llevará hasta el monte Zahara, también de Gaucín, a más de cinco kilómetros y medio del comienzo de la senda. Pasaremos cerca también del acceso a la vía ferrata Sierra del Hacho.

El camino de la Herriza está lleno de una abundante vegetación. / malaga.es

Continuamos andando y llegamos a Puerto Blanquillo, un perfecto mirador gracias a sus 750 metros de altura.

Tras descansar, hacer fotos y quejarnos del dolor de pies, continuamos circundando la ladera del Hacho, hasta alcanzar el puerto de los Hinojales, a siete kilómetros de Colmenar. Desde este punto disfrutaremos también de unas espectaculares panorámicas de Gaucín y de Sierra Bermeja al fondo.

También podremos contemplar, sobresaliendo con orgullo, la peña sobra la que se asienta el Castillo del Águila de Gaucín.

Pasar por El Peso nos dejará en el cuerpo un agradable olor a verde. / malaga.es

Pero sigamos porque ya no queda casi nada. La vereda, empedrada en algunos tramos, desciende acompañada de muros de piedra y se va ensanchando conforme la trocha se convierte en carril y trasiega entre olivos, almendros y cerezos hasta alcanzar Gaucín, nuestra meta, situada a ocho kilómetros del arranque.

Como colofón, podemos continuar, si no estamos muy cansados, hasta llegar al mirador de Gaucín, donde disfrutaremos de una vistas que también merecerán la pena el esfuerzo. Una vez aquí, ya sólo nos queda disfrutar de este pueblo. Lo que en realidad es mucho.

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