Ruta entre Villanueva del Rosario y Archidona: camino hacia el 'fin de la pandemia'
Redescubriendo la provincia
Celebremos la bajada de la tasa de contagios recorriendo la etapa 12 de la Gran Senda de Málaga
Más movilidad que deseamos que siga creciendo
Parece que el final de la tercera ola de coronavirus está alejándose por fin. El acumulado de las medidas sanitarias, el respeto a la enfermedad, la llegada de los numerosos tipos de vacunas (las normales y las premium), o todo esto junto, habrá hecho que la Covid remita de nuevo.
Ficha
Ruta: lineal.
Inicio: Villanueva del Rosario.
Meta: Archidona.
Distancia: 17 kilómetros aprox.
Dificultad: baja/media.
Duración: 4 horas.
Y qué mejor para celebrarlo que recorrer la ruta entre Villanueva del Rosario y Archidona que se corresponde con al etapa 12 de la Gran Senda de Málaga: ojalá que esta sea la primera de muchas sendas que nunca más tengamos que dejar de hacer.
La mayor parte del trazado de esta ruta se realiza por fáciles pistas forestales y sendas bien acondicionadas, pero hay algunos puntos en los que deberemos extremar las precauciones.
Por ejemplo, el descenso más empinado lo encontramos hacia la Hoz de Marín, en un terreno arenoso que habrá que bajar con mucho cuidado. Aun así, de media es una senda fácil con una longitud de poco más de 17 kilómetros que andaremos en unas cuatro horas. Un trazado que nunca terminaremos de recorrer si no nos ponemos, así que: pies a la senda.
Ah, antes de empezar, si alguien tiene duda del recorrido, los chavales de Wikiloc nos lo ponen bien fácil.
El punto de inicio está (sí, lo han averiguado) en Villanueva del Rosario, en la calle Arroyo, en el puente sobre el arroyo de la Canaleja, cerca de la conocida Fuente Vieja. El sendero arranca bajando por el camino de las Huertas o de las Puentes, para dejar atrás la localidad.
Pronto se transita entre huertos y cultivos y se llega al arroyo del Cerezo donde disfrutaremos de un bosque de chopos y olmos. Seguimos recto con la nariz presta ya que pasaremos cerca de una estación depuradora de aguas residuales. Nos gustaría decir que en este tramo el olor a naturaleza es agradable, pero claro...
A menos que la Covid nos haya afectado al olfato, pasaremos rápido por aquí y cruzaremos por el arroyo que desemboca en el Guadalhorce en el kilómetro 3 de la senda, que es donde se vadea mediante un puente.
El camino en este punto con la carretera MA-224 hasta pasar por debajo de la A-92M, lo que nos conduce a la dehesa del Raso junto al cortijo del Ventorro.
A partir de la Atalaya, en el sexto kilómetro, se llega a la zona conocida como Siegaliebres, un lugar con un inspirador nombre que delimita unos cerros cubiertos de encinas.
El encinar se ha ido relegando a los lugares menos productivos y el camino está delimitado por alambradas y numerosas cancelas, pero en este paraje hay una enorme flora: matorral bajo de aulaga, tomillo, jaguarzo negro y bolina con retamas y coscojas sobresaliendo, y también algunos olivares.
En este punto comienza el ascenso y se llega hasta el punto más alto del recorrido por el momento: el cerro de la Cruz, en las proximidades del cortijo de la Serena o Gómez. El terreno se abre entonces, pero podemos seguir disfrutando de bosquetes de encinas centenarias.
Por su parte, hacia el sur, se ven los perfiles del Arco Calizo Central, mientras el horizonte se ve cerrado por las lomas del Yesar y del Pinar.
Nosotros por nuestra parte seguimos y llegamos a los restos de un cortijo en la zona de Calasana mientras la ruta comienza a subir y bajar por más olivares, almendrales y cultivos de secano hasta que llega al cortijo de La Saucedilla.
En este punto, si vemos un arroyo, es que vamos bien. Este arroyo es el de La Saucedilla, afluente del de Marín, que se deja a la izquierda mientras se vuelve a ascender hacia el norte.
Después de coronar otra nueva loma, con excelentes vistas al valle de la Hoz del río Marín, se vuelve a descender entre un pinar hasta la zona de los Pilatos.
Y seguimos: se cruza el río. A la izquierda se ven fuertes pendientes y a la derecha una frondosa olmeda que forma un túnel sobre el río.
El valle se va abriendo, la vereda se convierte en carril y comienza a subir dejando el valle atrás, lo que quiere decir que estamos a escasos metros de Archidona.
En este punto se ven en los taludes algunas alcaparras y berzas silvestres y entonces se entra a la ciudad por el sur, a la confluencia de la calle Luis Braille con la avenida Andalucía. Aquí, como siempre hacemos, buscaremos un bar en el que estaremos hasta las nueve y media de la noche como poco, esto, como máximo.
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