"Sacar un 10 es muy duro, pero tiene su recompensa"

Marta Hernández Arjona, del IES Torre Atalaya, ha sido la estudiante con la nota más alta en la antigua Selectividad, prueba que ha aprobado un 94%

Marta Hernández, ayer, de vacaciones en Londres.
Marta Hernández, ayer, de vacaciones en Londres. / M. H.
Cristina Fernández

22 de junio 2018 - 01:53

Málaga/En el Wembley Stadium de Londres Marta Hernández Arjona cumplirá hoy uno de sus deseos, ver el directo de Taylor Swift. Pero ayer, cuando aterrizó su avión en la capital británica y pudo conectar su teléfono móvil recibió la mejor de las noticias. El vicerrector de Alumnos de la Universidad de Málaga felicitaba a su madre mientras que ella comprobaba que había sacado unas excelentes calificaciones en la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PEvAU), la antigua Selectividad. Tanto es así que ha resultado ser la más brillante de los 7.400 alumnos malagueños inscritos en los exámenes. Esta estudiante del IES Torre Atalaya, del distrito de Teatinos, ingresará en la UMA con un 13,935 sobre 14.

"La verdad es que no me lo esperaba", comentó ayer Marta en el tren desde Stansted. "No pensé que la Selectividad me hubiera salido tan bien, creía que mi nota sería alta y llevaba una media de 10 en Bachillerato e iba muy bien preparada pero no para ser la mejor, me ha sorprendido bastante", reconoció. Porque, como apuntó, en estas pruebas que se realizaron entre el 12 y el 14 de junio "entran en juego muchos factores, los nervios del primer día sobre todo, los correctores del tribunal y las preguntas que caen, por supuesto". Marta, de hecho, realizó el examen de la polémica, el de Matemáticas II. Cogió la opción A, la que no tenía la errata pero hablaba del "punto de derivada nula que no es extremo relativo", explicaba ayer. "Fue el primer ejercicio y al leerlo lo vi facilísimo, aunque el resto no lo fue tanto", aun así sacó un 9,85 en dicha materia. En Lengua y Literatura Española, en Historia e Inglés sacó un 10. En Química ha obtenido un 9,9 y un 9,8 en Biología. El roce de la perfección.

Esto le permitirá entrar con confianza y sin atisbo de problema a la carrera deseada. Aunque todavía va a dedicar un par de días más para pensárselo. "Quiero estudiar Medicina, pero no lo tengo del todo claro, otra opción que barajo es Derecho", comentó la alumna del IES Torre Atalaya. De Medicina hay ciertas especialidades que le gustan mucho como neurocirugía, cirugía plástica y medicina forense. Pero también le llama la atención prepararse unas oposiciones para ser jueza o fiscal.

No tiene ejemplos cercanos en estas profesiones, así que aún estudia las opciones. "Mi padre es informático, mi madre administrativo y mis tíos profesores", apuntó. Y destacó que de su padre ha sacado la afición a la música. "Llevo estudiando piano desde los 4 años, este año me he graduado del conservatorio profesional en el Manuel Carra", explicaba ayer y aseguraba que no decide dedicares a la música porque no tiene mucha salida profesional al margen de la docencia pero "es mi pasión por encima de todas las cosas".

Poder llevar conjuntamente el Bachillerato y el conservatorio no ha sido fácil. Tres tardes a la semana ha invertido al menos cinco horas en la música y ha estudiado por las noches. "Para mí el conservatorio es ir a disfrutar, me lo paso estupendamente, son risas continuas, pero eso supone que los fines de semana no puedes quedar todos porque hay que estudiar, que tus amigos sale y tú te quedas en casa", indicó. Y agregó que "sacar un 10 es muy duro pero merece la pena. Es la recompensa a todo el esfuerzo, sabes que el trabajo sirve para algo y puedes tener el orgullo de ser la mejor de 7.000 alumnos".

Le encanta la lectura, el cine y la interpretación. "Me gustaría estudiar arte dramático en algún momento de mi vida", confesaba desde Londres. También es amiga de sus amigos, esos que ayer estaban tan emocionados o más que ella. "Mis amigos estaban más contentos que yo, me han enviado un audio, estaban reunidos unos 20 amigos, me he emocionado al escucharlos, pero yo estoy igual de orgullosa de ellos porque han sacado unas notazas también", decía Marta. Y sus padres, igualmente satisfechos.

Marta quiere estudiar en la Universidad de Málaga porque, además de todo, le pilla al lado de casa. "Supongo que en la facultad no importa que entres el último o el primero, pero creo que esta nota me va a ayudar, estoy mucho más animada, ya entras de otra forma", decía a punto de encontrase con la magnífica metrópolis.

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