Salvan la vida de una niña tras atragantarse con caramelos en la cabalgata de Reyes Magos de Puerto de la Torre en Málaga
Un policía local y una enfermera realizaron a la menor la maniobra de Heimlich hasta que lograron estabilizarla
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Un agente de la Policía Local de Málaga y una enfermera han salvado la vida de una niña de cuatro años. La pequeña se había atragantado con un caramelo durante la cabalgata de Reyes Magos de Puerto de la Torre, celebrado en la capital costasoleña.
Sobre las 18 horas de la tarde, el sistema Emergencias 112 Andalucía recibía una llamada alertando de este suceso. Rápidamente, se activó el protocolo y dio aviso a los servicios sanitarios y a la Policía Local.
Un agente que estaba prestando servicios de seguridad y tráfico en la avenida Lope de Rueda con calle Atlántida fue el primero que atendió a la pequeña, que iba en brazos de un hombre que se acercó a la carrera al policía.
El miembro de la Policía Local puso a la menor boca abajo y comenzó a realizarle la maniobra de Heimlich, que dio resultado, ya que la pequeña pudo expulsar el caramelo. Pero, a pesar de esto, seguía sin reaccionar. Una enfermera que se encontraba en el lugar le realizó una nueva maniobra, sacando un segundo caramelo, y logrando estabilizar por fin a la niña.
Hace unos meses, un jubilado que estaba a punto de perder el conocimiento al atragantarse con un trozo de carne fue también salvado por un policía local de Coín que se encontraba almorzando con su pareja en un restaurante. "Escuché que decían: 'se ahoga, se ahoga'... Uno ha nacido para esto y me salió como algo innato levantarme. Vi que el hombre tosía y se empezó a poner rojo", recordaba después el agente en declaraciones a este periódico.
Ocurrió en un hotel de Cazorla, en Jaén, donde pasaba unos días de vacaciones. S. V, franco de servicio, estaba en el lugar correcto, en el momento adecuado. Era su segundo día de estancia. Sin saber bien lo que sucedía, oyó los gritos de una mujer que pedía ayuda. Al acudir vio que su marido, que estaba ahogándose, tenía dificultades para respirar. "Fueron segundos que parecían minutos", relataba el policía.
El policía, de 37 años y con una amplia formación en primeros auxilios, le aplicó cinco compresiones abdominales seguidas. Al sospechar que podía tener las vías aéreas obstruidas, se dispuso a realizarle la maniobra de Heimlich. "La situación fue bastante complicada, con tanta gente alrededor y la tensión", reconoce. Cuando comenzó a realizar el masaje cardíaco para que el corazón no dejara de bombear sangre a los órganos vitales, con el primer golpe, el comensal pudo expulsar un trozo de carne "bastante grande" que podía haberle costado la vida. "Empezó a respirar poco a poco", narra el policía. No fue necesario requerir la presencia de los servicios sanitarios. Le había salvado la vida. "En ese momento uno no lo sabe...La mujer se me abrazó dándome las gracias; quería invitarnos a comer", afirmaba.
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