Sando certifica como innovación tecnológica la solución ideada a los problemas de cimentación del Centro Oceanográfico de Málaga

La propuesta permite realizar cimentaciones profundas en entornos portuarios salinos en mejores condiciones

Estado actual de la obra del Centro Oceanográfico de Málaga.
Sebastián Sánchez

08 de marzo 2021 - 07:00

La innovación tecnológica ha acabado por convertirse en uno de los mejores aliados de las empresas constructoras a la hora de afrontar una obra de cierta dificultad. Y un ejemplo claro de ello es el procedimiento seguido en los últimos meses por la malagueña Sando para subsanar el problema de cimentación con el que se topó al poco de arrancar los trabajos de ejecución del Centro Oceanográfico de Málaga en los suelos del puerto. Una afectación que obligó a paralizar las actuaciones y a tramitar un modificado que se alargó en el tiempo cerca de dos años.

El valor de lo ocurrido en esta operación radica en la idea que pusieron sobre la mesa los técnicos de la constructora para dar una solución cierta y segura que permitiese avanzar en el proyecto con garantías. Tal es la importancia de la acción que Sando la ha certificado como innovación tecnológica.

Conforme a los detalles aportados por la propia entidad, el proyecto de investigación planteado, certificado según la norma UNE 166001:2006 de gestión de la I+D+i, se ha centrado en la consolidación de alternativas mediante las que realizar cimentaciones profundas en entornos portuarios salinos. Justamente ésta es una de las peculiaridades del terreno donde se asienta el equipamiento, que fue además ejecutado con material de relleno en sus distintas capas. El estudio valora los problemas que pueden poner en riesgo la seguridad estructural de las infraestructuras y de los elementos colindantes.

La investigación, dirigida por un grupo de ingenieros de Sando, presenta como novedad el diseño y desarrollo de una propuesta que "optimiza la absorción de las cargas de la estructura" y elimina el problema derivado de la excavación a través de escolleras, frecuentes en los puertos marítimos.

Imagen de la fase de ejecución de la cimentación del Centro Oceanográfico de Málaga.

Para ello, la constructora optó por emplear in situ pilotes hormigonados tipo CPI-4, que llegan a alcanzar una profundidad de 36 a 40 metros de profundidad. Pero donde radica la principal novedad es que a estos pilares se incorporaron unas estructuras metálicas, "denominadas camisas perdidas", mediante las que se refuerza el terreno y que se superponen en cada pilote hasta los primeros diez metros. "Esta técnica, adaptada a las características geológicas del terreno, permite la contención del hormigón y transmite robustez al conjunto de la cimentación", indicaron desde la empresa.

A través de este proceso constructivo se optimiza el uso de pilotes y su colocación, los coeficientes de seguridad y tiene en cuenta la humectación-deshumectación del terreno de este tipo de rocas de calcita y arcillas (margas). Asimismo, desde un punto de vista medioambiental, reduce la generación de residuos. Sando podrá aplicar los resultados de este proyecto, denominado Investigación, diseño y desarrollo de cimentaciones profundas en entornos portuarios, en futuras infraestructuras que precisen pilotes de grandes dimensiones bajo el nivel freático del mar.

Actualmente las obras de construcción del Centro Oceanográfico de Málaga, promovida por el Instituto Español de Oceanografía, se encuentran en la última fase de ejecución tras la finalización de la estructura y la colocación de los distintos revestimientos.

El equipamiento está compuesto de un único edificio organizado en torno a dos núcleos. Uno, en el extremo sur, donde se ubican las dependencias nobles, la administración, dirección y biblioteca, abiertas al futuro puerto deportivo y al Palacio de la Música, y una zona de trabajo más vinculada a la parte industrial del puerto, donde se ubican los despachos y los laboratorios.

Las plantas primera y segunda constan de once despachos, tres laboratorios con salas de trabajo y dependencias complementarias, una biblioteca y un módulo de administración. En la planta tercera se distribuyen 23 despachos, un comedor para el personal laboral y un módulo de dirección del centro con sala de espera, sala de reuniones, despacho de adjunto de dirección, y en este nivel se plantean unas terrazas con unos tanques de cultivos al aire libre.

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