La Sareb concluye que el suelo de Repsol tiene un nivel de contaminación "alto"
El estudio realizado por el 'banco malo' ya ha sido trasladado al Ayuntamiento
Los niveles proceden de la presencia durante 35 años de los antiguos bidones de hidrocarburos
Málaga/Los antiguos suelos de Repsol, donde se proyecta la construcción de cuatro torres y un gran parque, presentan niveles de contaminación "altos". Esta es la principal conclusión del estudio realizado por la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el banco malo, tras los sondeos realizados en la parcela a principios de año. El informe, según confirmaron desde la entidad, ya ha sido remitido al Ayuntamiento, propietario mayoritario del sector, con el fin de que determine los pasos a dar. Y que pasan necesariamente por afrontar la descontaminación.
Meses atrás, cuando aún se ignoraba el resultado final de las catas, el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, informó a este periódico de que se había iniciado el histórico de situación del sector ante la previsión de la parcela mantuviese trazas de contaminación en el subsuelo. Ese documento incluye la relación de propietarios del suelo a lo largo de su historia. Si bien la etapa más reciente queda vinculada a empresas dispuestas a su desarrollo inmobiliario, la realidad es que la contaminación procede de la presencia durante 35 años de los antiguos bidones de hidrocarburo.
Jiménez explicó ayer que el modus operandi habitual en estos casos es el de remitir a la Junta de Andalucía ese histórico para, en caso de que así lo determine, reclamar el examen necesario para determinar la contaminación del terreno. Un paso que, en este caso, ha adelantado la Sareb. "En el histórico se ven las actividades que había y en función de eso buscas el elemento contaminante", precisó.
Preguntado por la responsabilidad sobre la labor de limpieza, el edil confirmó que en este caso concreto el número de posibles afectados es limitado: "aquí solo jugamos el Ayuntamiento, la Sareb y Repsol". Sin embargo, y a pesar de que todo apunta a que la contaminación detectada procede de la antigua actividad de la petrolera, apuntó que la resolución puede ser compleja.
"La duda que puede existir es que el propietario en su día de ese suelo descontaminó, pero ¿descontaminó bien o no? Y hay que tener en cuenta que los requisitos que ahora se exigen son distintos a los de hace veinte años. En ese caso, ¿la empresa es responsable? Es el primer caso que pasa en España", declaró el concejal de Medio Ambiente, quien señaló que de manera genérica la ley dice "que contamina paga, pero no es una situación clara". Con independencia de quién haya de asumir la tarea de limpieza de la parcela, la misma se antoja que será cara. Muestra de ello es el dato aportado en una visita a la capital por el entonces director de Comunicación de la Sareb, Francisco González, quien elevó el gasto en unos 2 millones de euros. Y vino a eludir la responsabilidad sobre la tarea a realizar. "Nosotros adquirimos el suelo así, y no fuimos causantes de la contaminación", expuso.
De acuerdo con la secuencia de acontecimientos vividos en este sector, Repsol, antes de vender el solar, de 177.000 metros cuadrados, a la inmobiliaria Comarex, allá por el año 2005, realizó una primera labor de descontaminación que contó con todos los informes favorables por parte de la Junta de Andalucía. Con ello, se dio luz verde al posible uso residencial contemplado. El escollo con el que se topan los actuales propietarios, con la Sareb y el Ayuntamiento como protagonistas, es que la legislación europea en esta materia ha variado, siendo más exigente en el control. Según consta en el propio Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), los terrenos fueron "limpiados y descontaminados de toda clase de restos o residuos derivados de la actividad anterior, contando (según documentos que se incluyen al final de este apartado) con certificación oficial emitida por Norcontrol y con el visto bueno de la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente, organismo competente que lo avala". A pesar de ello, apuntaba la necesidad de "considerar, previo a cualquier intervención urbanizadora, que dicha descontaminación se adecua o a la legislación vigente en materia medioambiental y según los nuevos usos propuestos, y en caso contrario realizar una nueva descontaminación conforme a estos nuevos supuestos".
Cabe recordar que el grupo Málaga Ahora, a principios de año, dio a conocer el resultado de unas analíticas realizadas sobre este espacio y que confirmaban su contaminación. Al respecto, en catas realizadas a 40 ó 50 centímetros de profundidad se superaban los 50 miligramos por kilo fijados como máximo por la normativa estatal y autonómica, mientras que en otras dos están por debajo de ese umbral.
El proyecto de las torres y el parque, bloqueado
La mayor operación urbanísticas de las contempladas en el actual Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga, la que dibuja cuatro torres y un gran parque en los antiguos terrenos de Repsol, sigue estancada seis años después de que fuese aprobado el planeamiento. Y no parece que el escenario político actual vaya a permitir que la intervención vaya a tener el camino expedito en el corto plazo. La decisión del equipo de gobierno del PP de mantener intacto el plan original, con las citadas cuatro torres, choca no solo con las pretensiones de los grupos de izquierdas representados en la Casona del Parque, que piden borrar la edificabilidad prevista y destinar todo el sector a una gran zona verde, sino también con las de Ciudadanos, socio de investidura del alcalde, Francisco de la Torre. Los contactos mantenidos en los últimos meses entre el PP y la formación naranja, en el intento de acercar posiciones y desbloquear el desarrollo de la parcela, siguen sin dar frutos. Tras modificar parcialmente si primera opción, C's está dispuesto a respetar un planteamiento que evite tener que modificar el PGOU, con el alargamiento de los plazos que ello requeriría, pero insiste en que se reduzca de manera "significativa" la edificabilidad actual, ganando a cambio más zona verde. De la Torre, por su parte, que tiempo atrás se abrió a trasvasar parte de la edificabilidad prevista para uso residencial a oficinas, se mantiene firme en su idea de que la zona cuente con cuatro torres. Una de ellas, la más elevada, en manos de la Sareb. Sobre este espacio se autoriza la construcción de 932 viviendas libres y otras 399 protegidas.
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