Satisfacción por la ampliación del Metro de Málaga, pero confusión con los transbordos
Los viajeros están "encantados" con la prolongación al Centro porque dicen que es "la mejor opción" ante los problemas de aparcamiento"
El Metro llega al Centro de Málaga con más descuento: costará 33 céntimos
El Metro llega este lunes al Centro de Málaga tras 14 años de obras
Málaga/Satisfacción por la ampliación del Metro, pero confusión con los transbordos. Así puede resumirse el primer día de normalidad en el uso del suburbano. Vagones más llenos que cuando sólo llegaba a El Perchel, algunas caras de sueño, anuncios por megafonía para evitar despistes y empleados dando información y mapas para que no haya equivocaciones. Esa era la tónica en la mañana de este martes, ya sin los políticos y las autoridades del día inaugural, el lunes, cuando el Metro llegó por fin al Centro, tras 14 años de espera.
"Está indicado perfectamente. Si prestas atención, no te lías con los transbordos. Lo ves fácil", asegura Juan Bravo, que va de Puerta Blanca a Atarazanas. Mientras otros viajeros se confunden y se pasan de parada a la hora de hacer trasbordos, Juan no comete ni un error. "He vivido 10 años en Madrid, comparado con ese Metro, el de Málaga es a y b. Te quedas pronto con el cante", asegura. Está encantado con la ampliación del suburbano. "Me queda perfecto para venir a comprar pescado al mercado central los sábados. Además, tengo las paradas tan cerca tanto en mi barriada como en el Centro, que si llueve no tengo ni que coger paraguas", bromea. Luego añade que, "como está la circulación, es la mejor opción para desplazarse por la ciudad".
Juana Ruano y su marido, David López, ya eran fieles usuarios del Metro antes de la ampliación. Lo usaban mucho para ir de Cruz de Humilladero a El Cónsul. "Cuando me enteré de que se prolongaba al Centro, he hecho palmas porque nos viene muy bien", comenta ella. Él acota: "Al Centro con el coche no se puede venir por los problemas de aparcamiento; ahora vendremos más".
Carmen también era ya una usuaria habitual. Desde que se puso en marcha el suburbano solía tomarlo desde donde vive, por la Ciudad de la Justicia, hasta El Perchel. Y desde Vialia al Centro, caminando. "Ahora puedo llegar directamente a la estación de Atarazanas. Me parece estupendo. Ya tenía ganas de que se ampliara la línea. Para venir desde mi barrio al Centro con el coche, con los semáforos, tardo mucho más; además, luego hay que aparcar... Así es mejor. En Madrid y Barcelona, la gente va muy achuchada en el Metro. Aquí no, pero creo que la gente se se va a aficionar a usarlo porque es práctico", opinaba.
Fátima Molero y Rocío Sureda, dos trabajadoras del Metro reparten mapas e información para que los viajeros no se confundan con los transbordos. Porque antes, por ejemplo, para ir de Carretera de Cádiz hacia la zona del Clínico o viceversa no había transbordo, pero ahora hay que hacer cambio en El Perchel. Fátima está en la estación Guadalmedina y cuando llega la línea 2, la azul, se mete en el vagón y avisa: "Final del trayecto".
María va de El Torcal a la Universidad y se ha pasado de estación. Debería haber hecho transbordo en El Perchel; pero cuando se da cuenta, está en la estación Guadalmedina. "Es la primera vez y me he liado", confiesa. Las empleadas le indican cómo llegar y le dan un mapa, muy elemental comparado con la red del suburbano de Madrid.
Manuel Galán y María Eslava son de Córdoba. Vienen a ver a su hija que vive por Teatinos. Antes lo tomaban de la Ciudad de la Justicia a El Perchel. "Ahora venimos al Centro del tirón; es más cómodo y directo", comenta ella. Él añade que en Córdoba ya quisieran tener un suburbano como éste, pero acota que en su ciudad no puede ser por los restos arqueológicos del subsuelo.
Pablo Podadera se dirige desde la Carretera de Cádiz hacia la Facultad de Estudios Sociales. Deja un momento su videojuego para responder a las preguntas. Ahora tiene que hacer transbordo en El Perchel dado que el trayecto ya no es directo. "Es un poco incómodo, pero mientras la espera sea corta no hay problema. Es un avance. Era necesario. Llega con retraso, pero se impulsó gracias al gobierno de Juanma Moreno", argumenta. Aclara que no es del PP, sino "del que mejor haga las cosas". A continuación, lamenta que la estación de Atarazanas se quede pequeña para ciertos eventos multitudinarios. De hecho, debido a las procesiones, durante la Semana Santa los pasajeros no podrán llegar hasta este punto, sino que tendrán que apearse en la estación Guadalmedina.
Mónica Rey usa por segundo día la ampliación. El lunes ya la utilizó para volver del Centro a La Luz. Ahora va desde esta barriada a El Perchel. No le ve problema a los transbordos. "Es fácil y mucho más rápido. Yo no tengo carné de conducir, pero aunque vaya con alguien en coche al Centro, luego no puedes aparcar. Moverse en Metro es una mejora para la ciudad", defiende.
Para José María García, que va de Carretera de Cádiz hacia la zona del Clínico, la ampliación del suburbano es una excelente noticia. "Estupenda, una maravilla porque la ciudad avanza", afirma. Luego, mientras las trabajadoras del Metro informan a los usuarios de los transbordos para llegar a destino, él pregunta en qué periódico sale el reportaje. Y es que a muchos de los entrevistados les entusiasma verse en la foto...
"Ha sido un error nuestro. Íbamos hablando y no hemos estado atentos", reconoce Asunción Guardamuro. Su viaje era de Carranque a Huelin. Acostumbrados a no hacer transbordos, ahora que entre la línea 1 y 2 hay que cambiar en El Perchel, se han pasado de estación. Viaja con un familiar y no oculta su satisfacción por la prolongación al Centro: "Estoy encantada. Ha tardado mucho, llevamos 14 años esperando. Pero por fin ha llegado".
Desde Puerta Blanca al Clínico. Es el trayecto que hace José María Marín. Va en silla de ruedas y asegura que "los transbordos no son problema". También se muestra "contento" con esta mejora para la ciudad. Pero no se entretiene con preguntas y sin demora cambia de la línea 2 a la 1, siguiendo su camino.
Los vagones se ven más llenos que antes de la ampliación. La continuidad hasta la Centro está claro que seguramente hará que el Metro gane pasajeros. Algunos viajeros van a sus quehaceres rutinarios, otros -como si de una atracción turística se tratara- se adentran en la red subterránea simplemente para conocer en primera persona la prolongación hasta las estaciones de Guadalmedina y Atarazanas. Aunque las prisas cotidianas para ir a trabajar o estudiar se notan entre los usuarios, algunos se paran un instante para inmortalizar el momento con una foto. Porque está claro que para Málaga y los malagueños es un día histórico...
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