Sentencia por el asesinato de Lucia Garrido: Condenan a 24 años de prisión a su ex pareja y a 22 al sicario que la mató

Manuel Alonso Herrero, después de que el jurado lo declarase culpable del asesinato de su expareja.
Manuel Alonso Herrero, después de que el jurado lo declarase culpable del asesinato de su expareja. / Javier Albiñana

La Audiencia de Málaga ya ha dictado sentencia en el caso de Lucía Garrido, la mujer hallada muerta con golpes y un corte en la yugular en la piscina de su casa en Alhaurín de la Torre hace ya 15 años. La Audiencia de Málaga ha condenado, de acuerdo con la pena solicitada por el fiscal, a Manuel Alonso Herrero, su ex pareja, a 24 años de prisión como responsable de un delito de asesinato en concepto de cooperador necesario. Por su parte, Ángel Vaello ha sido condenado, como autor material de un delito de asesinato, a 22 años de cárcel.

La sentencia considera probado que Lucía Garrido, tras la ruptura sentimental, se convirtió "en testigo directo y presencial de las actividades lícitas y supuestamente ilícitas que el ex marido realizaba en la finca". No confiaba en ella y "para evitar que le denunciara por las actividades supuestamente ilícitas y que fuera un obstáculo para el negocio proyectado en la finca, intentó desalojarla de la vivienda".

La víctima rechazó sus ofertas y también fracasaron las acciones judiciales y "las maniobras coactivas que promovió contra ella", de forma que fue "creciendo la enemistad entre ellos" y pasó a ser "una auténtica amenaza para la continuidad de todas las actividades" en la finca, "en particular la guardería de drogas". Para "neutralizar ese peligro", el propio M.A. --exmarido-- o alguien de su entorno delictivo propuso una solución drástica, consistente en acabar con la vida de Lucia Garrido", recoge la resolución judicial que ha sido dictada tras conocerse el veredicto emitido por el jurado.

Quince años y seis meses han transcurrido desde que Lucía Garrido (48) apareciera flotando con signos violentos en la piscina de Los Naranjos, la finca en la que había convivido con el que fuera su pareja y padre de sus hijas. La semana pasada, el jurado popular emitió un veredicto de culpabilidad para ambos acusados del asesinato: la ex pareja de la víctima mortal como cooperador necesario -por unanimidad- y un supuesto sicario como autor material del asesinato -con siete votos a favor y dos en contra-.

Tras dos semanas de juicio, los miembros del jurado consideraron que Manuel Alonso Herrero, el que fuera pareja de la víctima mortal hasta 2006 y padre de su hija, aprovechando que "se creía impune por la gran cantidad de contactos que tenía dentro de la Guardia Civil y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona)" del Instituto Armado, "consintió" la muerte de Lucía y "tuvo que ver en la contratación de un sicario para acabar" con su vida.

Las claves del jurado popular para culpar a Manuel Alonso

El veredicto del tribunal popular se sustenta en tres claves: los viajes que realizó los días anteriores a la muerte de Lucía "sin motivo alguno", la retirada de los perros que custodiaban la parcela en la que residía y los malos tratos que la propia víctima denunció en numerosas ocasiones y de los que su círculo más cercano estaba al tanto.

"Manuel empezó a reunir tickets (de sus viajes) a partir del 28 de abril" -el crimen se produjo tan solo dos días después-. "Repostó dos veces el mismo día, dado que en una gasolinera no había cámaras". Cuando se enteró de la muerte de su expareja se encontraba en Ronda y "decidió coger el camino más largo, tomando la autovía en vez de la carretera del interior, significativamente más corta". Así lo ha relatado el portavoz del jurado que además ha añadido que estos trayectos fueron "inútiles" y "con el único fin de tener una coartada".

Asimismo, los integrantes del jurado popular señalaron como "muy importante" que la hija de la víctima y una vecina, durante el juicio, afirmaran que una semana antes del asesinato Herrero quitara los dos perros que guardaban la finca, pues han considerado que estos animales daban seguridad al recinto y, si alguien hubiera entrado con ellos dentro, podrían haber alertado o incluso dificultado la entrada de un extraño. También han afirmado que "podrían haber hecho sospechar a Lucía cuando llegó a casa de que algo malo estaba pasando y tener la oportunidad de actuar".

Aunque no son objeto de este juicio, también consideraron probados los malos tratos de Manuel hacia Lucía. "Le cortó la luz, el agua, le rajó las ruedas de los neumáticos a su coche y dejó de alimentar a las fieras de la finca -lo que provocaría sus intensos rugidos", ha manifestado el jurado teniendo en cuenta la declaración de su hija durante la tercera sesión del pleito: "Le dijo (su padre a su madre) que saldría de la casa por las buenas, las malas o en una bolsa de basura".

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