Sergio Cuberos, presidente de la Cámara de Comercio de Málaga: La empresa como forma de vida
El encuentro se realiza en el Restaurante Vino Mío, en la Plaza Jerónimo Cuervo, junto al Teatro Cervantes
Málaga/Hablar de Sergio Cuberos, flamante presidente de la Cámara de Comercio desde hace apenas cuatro meses, es hacerlo de un hombre que iba para médico y que un día decidió cambiar el rumbo de su vida y hacerse empresario. Hoy, más de cuarenta años después, y tras crear y desarrollar la empresas Maskom, de la que es propietario, y ocupar cargos relevantes en el tejido empresarial malagueño, nos muestra una parte desconocida, y no por ello, menos interesante de su trayectoria. Les recomiendo que no se lo pierdan.
El restaurante: Vino Mío
Si de emprendedores hablamos, no es menor la historia de Helene Mostertman propietaria y fundadora hace 19 años del restaurante Vino Mío, ubicado en la plaza Jerónimo Cuervo, a escasos metros del Teatro Cervantes de nuestra ciudad. Esta holandesa de nacimiento pero malagueña de corazón, recorrió medio mundo, literalmente, hasta escoger nuestra ciudad para crear su negocio y echar raíces. Y ya van para dos décadas ofreciendo una cocina moderna y creativa donde podemos tomar platos tan exóticos como cocodrilo o canguro pero en la que no dejamos de recomendar de probar sus magníficas carnes y ensaladas con productos de primera calidad y muchos de ellos de elaboración propia.
Un restaurante que no cierra a mediodía y que para ofrecer su prestigiosa cocina cuenta con dos profesionales de la talla de Aitor Guerrero y Elliot Berenguer en los fogones. Un espacio singular que tiene hasta su propio espectáculo flamenco para que no falte de nada. De la coordinación de sala se encarga Víctor Domínguez con la ayuda de Julia Lima y así hasta las 18 personas que conforman su plantilla. Y si por algo destaca Helene Mostertman es por su espíritu solidario a través de su proyecto Heal the world. Del recorrido gastronómico que nos presentó ahora les cuento.
El invitado: Sergio Cuberos
De entrada agradezco a Sergio Cuberos el tiempo que me dedicó para este encuentro dada la frenética actividad que le rodea en su día a día. Y le pregunté por su reciente nombramiento de presidente de la Cámara de Comercio. “Poder representar el mundo empresarial de Málaga es todo un honor y le dedico mucho tiempo, todo el que Málaga se merece”.
¿Cómo se lleva un cargo así después de suceder al anterior presidente, Jerónimo Pérez Casero, que ha estado 17 años en ese cargo? “Antes de nada debo decir que Jerónimo ha realizado un trabajo extraordinario. Nos conocemos hace muchos años, y quizás ahora tocaba el relevo. Hemos cambiado el 70% de la junta y el 40% son mujeres”. Parece que el malagueño de a pie no tiene muy claro para qué sirve la Cámara de Comercio. “La Cámara es una corporación de dominio público, no somos un club de empresas, estamos tutelados y controlados por la junta de Andalucía. Tenemos más de 175.000 empresas asociadas, o sea, todas y cada una de las empresas –de ellas más del 50% autónomos–, de nuestra provincia. Somos la Cámara con el mayor número de empresas de Andalucía, por eso representamos nuestra región en Cámara España”.
O sea que Málaga destaca sobre el resto. “La situación económica se está ralentizando pero en Málaga, como se suele decir, podemos llorar con un ojo. La tecnología, el turismo, la hostelería, está evolucionando magníficamente, sobre todo de cara al futuro. Seguimos a la cabeza en Andalucía, la cuarta o quinta de España. Pero no todo es positivo. Necesitamos aumentar el volumen de nuestras empresas, que crezcan más. Solo 14 empresas malagueñas facturan más de 100 millones de euros.” Todos los parámetros indican que Málaga está muy bien. “El éxito de Málaga está en gran parte en la visión de su alcalde, Francisco de la Torre, especialmente por la capacidad de poder realizar los proyectos que se ha planteado gracias a sus más de veinte años al frente de la ciudad”.
Muy personal
Nacido en la malagueña calle de Compás de la Victoria, es el mayor de seis hermanos. Desde muy pequeño estuvo vinculado a los negocios de su padre en un puesto del mercado de Atarazanas. Tras su paso por el instituto Santa de Rosa de Lima, comienza a estudiar medicina, pero a los dos años lo deja para diplomarse en enfermería y especializarse en quirófano. Más adelante comienza a intercalar su trabajo en Carlos Haya con un puesto de charcutería y carnicería que alquila en una pequeña superficie. De ahí comienza la expansión de su negocio hasta crear la cadena Maskom tal y como la conocemos hoy. Nos cuenta una anécdota de la época en que compartía sus trabajos de enfermería y supermercados. “En una ocasión ayudé a parir a una cajera de uno de mis supermercados. Se puso de parto y me la llevé directamente al Materno y la asistí. La relación con las personas es inigualable e insustituible”. Tiene cuatro hijos, Vanesa, Sergio, Alicia y Alberto de los que habla con verdadera pasión. “Vanesa es profesora en un instituto, Sergio estudió Relaciones Laborales y lleva mi espíritu empresario dirigiendo y explotando un club de paddle. Alicia y Alberto, los más pequeños, están estudiando bachiller. Son los pilares de mi vida junto a Ana, mi mujer. Ella es la directora financiera y la que lleva los pilares de la economía de mi casa y de la empresa. Es una mujer incansable, maravillosa. Es una pieza importantísima en mi vida, dispuesta a cubrirme en todo momento. Trabajadora infatigable, jamás he oído una queja por su parte.” No sabe que destino tendrá su empresa en el futuro pero tiene claro que piensa seguir luchando por su crecimiento. “Lo más importante de una empresa es tener quien la dirija. Es algo indispensable”. Un hombre que a pesar de su currículo personal y profesional, continúa metiéndose en todos los charcos. “Si puedo implicarme en algo, ahí estoy siempre. Si no fuese así Maskom no competiría como lo hace. Me ha ido muy bien uniéndome a otras empresas y creando estructuras”. “Trabajando mucho, normalmente, todo funciona”.
Y la política, los políticos ¿ayudan? “[Silencio] La Cámara es absolutamente apolítica, y en lo personal, llevo 41 años en el mundo empresarial y nadie podrá apuntarme políticamente hacia ningún partido. Ahora bien, respondiendo a tu pregunta, no es la política, son determinados políticos. Quitando raras excepciones la calidad de la clase política ha caído tremendamente. Cada vez están llegando al poder políticos jóvenes que siempre han estado a la sombra de sus partidos, demasiados vinculados a estos, y sin apenas conocimiento de otros aspectos de la vida social. Les falta visión de la vida fuera de la política. Me parece muy bien la revolución de la juventud al poder, pero debe ir acompañada de conocimiento de la realidad de la vida, de la calle”.
Hablemos un poco de su empresa, Maskom. ¿Cómo se crea una empresa de sus dimensiones? “Por puro instinto y necesidad. Trabajaba de enfermero en quirófano de Carlos Haya y lo compaginaba con un puesto de charcutería que alquilé en 1978 dentro de un pequeño supermercado. El trabajo me absorbía y tuve que tomar una decisión. Una empresa como Maskom se crea con mucho trabajo. Dejé el trabajo y me quedé con el supermercado. Firmé un montón de letras, claro, solo tenía 86 pesetas”.
Y a partir de ahí hasta hoy. “Por hacerlo breve, fue a partir de 1989 cuando mi empresa comienza a crecer a la vez que yo mismo en el mundo empresarial. En la actualidad contamos con 54 supermercados y casi 800 empleos directos”. ¿Es Málaga la ciudad del paraíso también empresarialmente? “Nos queda mucho por hacer desde nuestro organismo. Tenemos ayudas a la digitalización, externalización, formación, etc., a disposición de nuestras empresas. Es indispensable para su crecimiento”.
¿Con qué fondos cuentan? “Ojalá tuviésemos los 10 millones de euros de subvención de hace 10 años. Ahora contamos con 2,5 millones. Y las empresas no abonan cuota alguna. Los fondos europeos nos ayudan a financiar casi el 80% de las ayudas a nuestras empresas y nosotros ayudamos a buscar cofinanciación del resto. En 2019 hemos repartido 3,5 millones de euros directamente a empresas, en convenios sobre todo de formación y tecnología”.
¿Qué le diría a una persona que está pensando montar su propio negocio, su propia empresa? “Que tenga muy claro que tiene que dedicarle todo el tiempo del mundo. La ilusión es muy importante, pero aún lo es más le dedicación”. ¿La mediocridad es la plaga que nos asola? “Por eso siempre le digo a mis hijos, a mi personal, en el día a día, ¿cómo podemos mejorar?, mejorar, evolucionar. Es la única manera que conozco de no caer en la mediocridad. Las empresas son personas. Si hoy estoy aquí haciendo esta entrevista es porque tengo un equipo detrás. Si realizo mis labores en la Cámara es porque tengo un equipo en mi empresa”. Y continuamos con esta interesante entrevista durante la comida.
La comida
En esta ocasión tuvimos el privilegio de ser atendidos personalmente por la propia Helene que contó con la ayuda en todo momento de Julia Lima quien nos fue detallando cada uno de los platos que salían de los profesionales fogones de Vino Mío.
Para abrir mesa, y tras descorchar una botella de Excelens de Marqués de Cáceres, nos fue servido un tataki de atún con salsa teriyaki, aceite ahumado y anacardos. Una mezcla originalísima de sabores, y a continuación una bolsitas crujientes rellenas de verduras y gambas con mermelada de tomate y pasta filo. Realmente buenas. Para no perder el hilo de nuestra conversación, le pregunté a Sergio Cuberos por las posibles tasas, anunciadas hace tiempo, al turismo, entre otras. “[Silencio] Estoy totalmente en contra de las tasas, de más subidas. Hay que intentar reducir gastos, mejorar estructuras en lugar de buscar más y más ingresos. La administración ve a veces a los empresarios como vacas lecheras que se pueden ordeñar continuamente. Nosotros no podemos sostener todos los proyectos de ciudad. Aportamos riquezas y creamos empleo. Tendrán que hacer más eficaces sus estructuras”.
¿Cómo ha visto la última subida del salario mínimo interprofesional? “Creo que no era el momento de volver a subirlo. El año pasado se subió el 22%. Habría que haber esperado un tiempo para ver su evolución en las empresas y como afectaba a los distintos sectores. Se ha hecho a destiempo. No digo que no se hiciera pero no tan rápido. Creo que es demagogia pura. Hay muchas empresas que no lo pueden asumir”. Seguidamente nos fue servido un bacalao gratinado al horno con salsa de cava y tras el descorche de una botella de Viña Pedrosa, selección de bodegas Lara, nos presentaron un solomillo de buey con dos salsas: de boletus y aceite de trufa y otra de chimichurri. Dos platos destacados en la carta de Vino Mío. Para finalizar degustamos una tarde Guinness con queso y chocolate, original y exquisita. Nuestras felicitaciones a Helene Mostertman y a todo el equipo de Vino Mío por sus atenciones durante nuestro encuentro. No se pierdan un espacio original y distinto en nuestra ciudad, donde a parte de una magnífica gastronomía podrá disfrutar de un rato de flamenco y de cualquiera de sus numerosas exposiciones de pintura que visten las paredes de este emblemático establecimiento.
Y después de casi dos horas de encuentro nos despedimos de Sergio Cuberos, un empresario enamorado de su profesión a las que ha dedicado 41 años de su vida. Y los que están por venir, para suerte de todos. Un hombre que quiere por encima de todo que Málaga continúe mejorando día a día. Gracias de nuevo por su tiempo y mostrarnos lo más íntimo de su apasionante vida empresarial. Hasta siempre.
Los vinos:
BLANCO: Excelens Marqués de Cáceres
Extraordinario vino de la D.O. Rueda de la variedad cabernet sauvignon. Repleto de toques tropicales, su volumen y golosidad lo hacen perfecto para cualquier ocasión.
TINTO: Viña Pedrosa, D.O. Ribera del Duero
Es éste un vino amplio y elegante con un estudiado conjunto de aromas frutales y de larga persistencia. Maridó a la perfección con las carnes que degustamos.
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