Sola y madre de mellizos a los 42

Belén empezó a buscarlos con 38 años y tuvo que hacer ocho intentos

L. García Málaga

05 de mayo 2013 - 01:00

A sus 44 años, Belén no para corriendo detrás de sus mellizos que con 15 meses aún se tambalean cuando echan a andar. Ella y sus dos hijos forman un nuevo modelo de familia: la monoparental de una mujer que ha tenido a los niños por donación de esperma. Belén confiesa: "Al principio fue un mal rato que fueran dos porque yo buscaba uno. Pero ahora estoy muy contenta porque no me meto otra vez en este berenjenal". Y le salió redondo. El niño y la niña.

Es heterosexual y cuenta que cuando le llegó el deseo de ser madre tenía una pareja: "Estaba saliendo con alguien, le propuse que fuera el padre sin ninguna responsabilidad económica y sin ninguna carga". Pero no obtuvo ni un sí ni un no. Así que no lo dudó y decidió intentarlo mediante reproducción asistida, con donación de esperma, cuando aún estaba saliendo con su pareja. Acudió a la Clínica Fertia, de Fuengirola. Tenía 38 años cuando inició el tratamiento. La edad le jugaba en contra.

Hizo seis intentos de quedarse embarazada. "La edad era el problema. Mis óvulos eran viejos". Así que además de donación de esperma tuvo que recurrir a la donación de óvulos, con la que hizo dos intentos más. Finalmente, al octavo ciclo consiguió su objetivo. Obtuvo los embriones que finalmente se le transfirieron. Los dos fueron adelante. De modo que ella vivió el embarazo y el nacimiento. En el interín la pareja se esfumó.

"Para mí el semen de donante era la única opción. Adoptar era un proceso largo y lento y, además, yo quería parir". Al final, como vinieron dos y tuvo algunas complicaciones, los bebés nacieron por cesárea. Belén es bachiller, no tiene hipoteca y trabaja como funcionaria. Dice que "es muy duro" sacarlos adelante con un sueldo modesto, de modo que agradece el apoyo que constantemente le ofrece su hermana. "Es complicado porque son dos y no hay ninguna ayuda. Lo único bueno es que me dan puntos por ser familia monoparental, pero la guardería me cuesta una barbaridad", añade.

Desde su experiencia, recomienda a otras mujeres que quieran intentarlo que empiecen sobre los 30 años. Belén admite que su vida es un trajín durísimo, siempre pendiente de los mellizos, aunque añade: "Pero no hecho de menos la vida de soltera porque como empecé a buscarlos con 38 años me dio tiempo a disfrutar, a viajar. No tengo la sensación de que me esté perdiendo nada. No me muero por estar un sábado tomando copas, prefiero estar con mis niños en el parque".

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