El TSJA suspende de manera cautelar los artículos de la ordenanza de Málaga que impiden a las bicis ir por las aceras
El Ayuntamiento anuncia recurso contra el auto y advierte de que circular por las zonas peatonales sigue estando prohibido
Alude a la existencia de una normativa estatal que así lo determina
Málaga/Importante revés para la política de movilidad del Ayuntamiento de Málaga. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha acordado la suspensión de manera cautelar de los artículos de la ordenanza municipal que, grosso modo, prohiben la circulación de las bicicletas por las aceras y otros espacios peatonales.
Si bien este movimiento hace pensar que, al menos hasta que haya una sentencia firme, los vehículos de dos ruedas podrán volver a ir por estas zonas, en el Consistorio niegan la mayor. De hecho, en un comunicado en el que confirman el auto judicial, el concejal de Movilidad, José del Río, explica que mientras el juzgado analiza el fondo de la cuestión se seguirá aplicando el Reglamento de Circulación y se seguirá con la "labor de vigilancia y control".
"El Ayuntamiento respeta y acata el auto judicial, si bien lo recurrirá al existir una normativa de carácter superior en vigor, de ámbito estatal que atañe a éste y a todos los ayuntamientos de España", incide Del Río. Esto supone que, a pesar de lo expuesto ahora por el TSJA, el Consistorio seguirá velando para que no se usen las zonas peatonales, siendo motivo de sanción.
El auto del TSJA se produce en respuesta al recurso judicial formulado por Ruedas Redondas contra la norma hace poco menos de un mes. En su escrito, el colectivo reclamó que autorizase el uso de la bicicleta no motorizada por los paseos y aceras, con las especificaciones y limitaciones de uso compartido con los peatones que señalaba la anterior ordenanza. Asimismo, pedía suprimir la obligatoriedad de circular por la llamada zona 30.
En este escenario, la Sala del TSJA dice compartir las postura de Ruedas Redondas, al entender que "desplazar las bicicletas a la calzada evidencia una situación de riesgo objetivo de los conductores de estos vehículos, que están en absoluta desventaja con los vehículos de motor, lo que provoca un elevado riesgo de accidente".
"Si bien nos encontramos con un carril con limitación de velocidad de 30 kilómetros por hora y de preferencia para tales medios de transportes; no obstante, se trata a su vez de un carril compartido con vehículos a motor, incluido el tráfico pesado, sin más elementos de protección, poniendo en grave peligro la seguridad del tráfico vial, materia ésta que por su trascendencia incide en la vida e integridad física de las personas", agrega, apuntando que estos carriles 30 "deben ser utilizados por todo tipo de colectivos, prestando especial atención a las familias que pasean con los niños en bicicleta e incluso personas de edad avanzada; colectivos que resultan especialmente vulnerables, dada la escasa velocidad a la que conducen y la mínima capacidad de reacción ante cualquier eventualidad".
Por ello, en el auto se respalda "el interés más sensible, más frágil y vulnerable y, por ello, más necesitado de protección es el de los ciclistas, pues de no acordar dicha medida, nos llevaría a que los usuarios de este medio de transporte estuvieran expuestos diariamente a situaciones de riesgo".
"Por todo ello ha de acordarse la medida cautelar instada, consistente en la suspensión de la Ordenanza de Movilidad para la ciudad de Málaga (...), en concreto, de los artículos 23 y 24 en su totalidad, así como de todas las disposiciones de la misma que limitan el uso de la bicicleta en los paseos y aceras de la ciudad, y todas aquellas que obligan a la circulación compartida con vehículos motorizados de todo tipo y volumen en los llamados carriles 30, así como los análogos al mismo", añade.
Para la asociación, la actual ordenanza "coloca al ciclista en una situación de peligro real y efectivo de su vida, pues obliga a compartir el mismo carril destinado a circular con los vehículos a motor, y todo ello sin más protección para el ciclista que la limitación de velocidad de éstos a 30 km/h".
Más allá de advertir de que sigue estando prohibido el paso por las zonas peatonales, el Ayuntamiento recuerda que la ordenanza, en los artículos 23 (Zonas de circulación) y 24 (Condiciones de circulación), ahora anulados, no hace otra cosa que recoger una trasposición de la normativa estatal que considera a las bicicletas vehículos y que como tal no pueden circular por las aceras. Un reglamento que es "de obligado cumplimiento para todos los municipios españoles".
Respecto a los motivos que llevan al Ayuntamiento a formular recurso, se apunta que el auto "se basa en los derechos subjetivos de los usuarios de las bicicletas frente a los vehículos de motor, no considerando en ningún lugar los derechos de los peatones".
Para reforzar su posición, el Ejecutivo local alude a una reciente respuesta emitida por Dirección General de Tráfico (DGT) ante una pregunta del Ayuntamiento, al objeto de saber si que en España es posible que las bicis puedan circular por las aceras. Según Tráfico, dado que las bicis son vehículos, "le deben ser de aplicación las normas previstas para la circulación de vehículos" y ello incluye la prohibición de ir por aceras y demás zonas peatonales, "bajo la clara premisa de la protección a los usuarios más vulnerables de la vía, es decir, los peatones".
De igual modo, se incide en que el organismo estatal también hace referencia a los apartados 55 y 56 del Anexo I de la Ley de Tráfico, relativos a las categorías de acera y zona peatonal. En este sentido, esgrime que tales preceptos "no dejan lugar a ninguna duda sobre el destino exclusivo de esos espacios para los peatones. Y a partir de este punto, huelga cualquier discusión sobre la eventual utilización compartida de un mismo espacio por peatones y ciclistas, pues se trata de algo legalmente no permitido".
La reacción en Ruedas Redondas ha sido de satisfacción. Su presidente, José Luis Martín, ha asegurado que la decisión viene a dar parcialmente la razón al colectivo en el sentido de que la ordenanza vigente no tuvo en consideración las alegaciones de la asociación. "Nosotros tratábamos de recalcar la indefensión de los ciclistas al pasar de una situación totalmente permisiva a una obligación y ello sin crear los espacios idóneos y seguros", expone, y añade: "No se puede decir que hay que respetar a los peatones y poner en peligro a otro colectivo vulnerable, como el de los ciclistas".
Al tiempo, se ha mostrado crítico con el mensaje lanzado por el concejal de Movilidad. "Nos parece muy fuerte que diga que respetan la decisión judicial pero que van a seguir aplicando la norma y el Reglamento de Circulación; respetas por un lado pero te vuelves contrario a eso mismo", ha añadido.
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