Tensión y división entre los agricultores en la nueva protesta por el campo en Málaga

Agricultores lanzando limones contra la fachada de la Subdelegación del Gobierno de Málaga.
Agricultores lanzando limones contra la fachada de la Subdelegación del Gobierno de Málaga. / Carlos Guerreo

Los agricultores han vuelto a salir este miércoles a las calles de la capital malagueña para seguir protestando por la supervivencia del mundo rural en una manifestación que ha dejado a la luz las diferencias y la división entre las asociaciones agrarias -Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias- y la plataforma 6-F, que se coció a través de grupos de WhatsApp para iniciar de manera autónoma y "sin las autorizaciones correspondientes" movilizaciones. Los manifestantes, que se han agolpado en el Paseo de Sancha, frente a la Subdelegación del Gobierno en Málaga, no han superado los 200 y los tractores tampoco han alcanzado la decena -según la Policía Nacional-.

Durante la jornada, algunos manifestantes han tirado a la vía y esparcido más de 3.000 kilos de limones en señal de protesta por los altos costes de producción y las bajas ganancias que obtienen. La tensión ha escalado cuando algunos agricultores han lanzado estos cítricos contra la fachada de la sede de la administración pública y han arrojado en la puerta cebada con estiércol, lo que ha obligado a los agentes de la Unidades de Intervención Policial (UIP) a blindar la entrada. Las asociaciones, por su parte, se han desmarcado de estos actos, lo que ha generado un clima de crispación entre los representantes "oficiales" de los agricultores y los llamados "independientes". Estos últimos les han pedido a las asociaciones movilizaciones continuas y más contundentes.

Antonio, agricultor de Teba, pertenece a la Asociación de Jóvenes Agricultores y reconoce estar "decepcionado" porque no sienten su "apoyo". "Estamos intentando unirnos, pero si no cambian nos dividiremos. De hecho, hoy ha venido menos gente porque no querían manifestarse con los sindicatos", ha asegurado. José Armero y Antonio Pérez, del Valle de Abdalajís, también son miembros de la organización profesional y manifiestan no estar de acuerdo con su modo de hacer porque, a su juicio, "han tardado mucho tiempo en unirse a las protestas" y, de no comenzar la plataforma 6-F, "ni se lo hubieran planteado".

Durante la concentración, Baldomero Bellido, presidente de Asaja en Málaga, ha tratado de calmar los ánimos: "No se consigue más haciendo más de lo que estamos haciendo hasta ahora". Asimismo, ha aprovechado para criticar que el Gobierno central "no ha sido capaz de reaccionar", justificando así nuevas movilizaciones para "mostrarle nuestro malestar". En esta línea, ha pedido al Ejecutivo que apoye sus reivindicaciones y que las defienda ante la Unión Europea, "que al final es la que tiene que cambiar el rumbo". "Las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina y nosotros queremos que todos los partidos políticos tengan y reconozcan la problemática que hay en el campo, en la agricultura y en la ganadería", ha exclamado.

¿Cuáles son sus reivindicaciones?

Las principales asociaciones agrícolas reclaman una política hidráulica con infraestructuras que garantice el agua con carácter urgente, pues consideran que las administraciones deberían legislar para que "cualquier gota pueda ser aprovechada" y "no se vaya al mar". Piden también que los permisos para la explotación de aguas depuradas "se agilicen y se declaren como obras de emergencia".

Instan a la simplificación de la Política Agraria Común (PAC) -común para todos los países de la Unión Europea- como la eliminación del cuaderno digital, pues "os agricultores nos tenemos que convertir en ingenieros, peritos y hasta asesores fiscales". "No podéis imaginar el calvario que supone para cualquier profesional todo esto, pues además sabéis que la edad media en el sector es bastante alta", manifiesta.

En esta línea, solicitan la subida del IVA compensatorio -del 12 al 21%- para "pasar la escasez de ingresos" y el incremento de las ayudas para el sector. "Hace un año se aprobó una ayuda, a raíz de la sequía, para los fertilizantes de 45 euros por hectárea. Pedimos que eso aumenta porque cualquier cosa que surge fuera de nuestras fronteras lo acabamos pagando nosotros con subidas en los costes de la producción".

Las asociaciones exigen, asimismo, las llamadas cláusulas espejo para que haya reciprocidad en cuanto a las condiciones exigidas a los agricultores europeos con respeto a los extracomunitarios. "No podemos tener unas reglas diferentes a países a los que les compramos productos y no realizan controles fitosanitarios", denuncian. Por ello, solicitan que a estos territorios "se apliquen estrictamente todos los requerimientos".

Piden una ley de cadena alimentaria real y efectiva que "permita compensar los costes de producción y que tenga en cuenta los productos extracomunitarios que compiten de forma desleal con los comunitarios". En cuanto a la norma relacionada con el bienestar animal, solicitan su derogación, pues consideran que deja indefenso al mundo rural, "quien realmente cuida de la flora y la fauna".

Las organizaciones también lamentan la dificultad para encontrar mano de obra en el mundo agrario, por lo que piden un estudio profundo del problema, así como medidas "reales" de apoyo al relevo generacional. "Cada año la edad media de nuestros agricultores es más alta. Se están jubilando y estamos dejando nuestras tierras sin cultivar", denuncian. Por último, exigen la revisión y modificación de la Ley de Restauración de la Naturaleza y de los objetivos de la agenda 20/30, pues a su juicio "no han tenido para nada en cuenta al sector agrario".

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