Todas las playas de Torremolinos: la ciudad cuántica donde todo es posible
Turismo
De villa de pescadores a capital del mundo: nunca alcanzaremos a agradecer lo suficiente a la localidad lo que hizo por nosotros en el pasado, y que tiene su eco en el presente
Todos somos hijos de Torremolinos
Todo es culpa de Torremolinos. Es responsable de George Langworthy y Margarita Horn, de la epifanía turística, del primer topless -el de Gala-, de darnos cuenta de que la libertad sexual siempre ha estado ahí, esperándonos; de los primeros bares para homosexuales, de Ava Gardner, de las suecas mitológicas, de Alfredo Landa, del Hotel Pez Espada y la detención de Frank Sinatra... Y como epicentro de la inabarcable historia de la localidad, todas las playas de Torremolinos, ciudad cuántica donde todo es posible.
Dicen que es en Granada donde cualquier cosa puede ocurrir, pero el municipio torremolinense lleva más de medio siglo empeñado en arrebatarle el puesto: únicamente en Torremolinos alguien como el ex alcalde de la ciudad, Pedro Fernández Montes -a la manera en que sólo Nixon podía ir a China-, haría realidad que el PSOE, auténtica bestia negra durante sus largas décadas de mandato, se hiciera por segunda vez con la alcaldía después de que Ortiz se la arrebatara en 2015.
De villa de pescadores a capital del mundo. Nunca alcanzaremos a agradecer lo suficiente a esta localidad lo que hizo por nosotros en el pasado, y que tiene su eco en el presente. Todos somos hijos de Torremolinos.
Y en el centro del estanque donde cayó la piedra de la que parten las ondas mutágenas que cambiaron la realidad, su litoral. Sus siete kilómetros de costa que si pudieran hablar qué no dirían.
Para empezar se podría realizar un estudio de cuántos niños de la Gran Bretaña habrán visto mitigada su palidez cadavérica y su raquitismo gracias al sol torremolinense. Tan sólo este hecho ya bien valía un "no" al Brexit como una catedral.
Mientras se resuelve el agrio divorcio que promete romper este fecundo matrimonio que dura más de 50 años, recordemos cuáles son las playas de Torremolinos:
- Playa del Saltillo
- Playa de Montemar
Playa de la Carihuela
Fijado nuestro rumbo de oeste a este, la playa de la Carihuela es la primera playa torremolinense que nos encontramos, justo a levante de la vecina playa Fuente de la Salud de Benalmádena.
Cuatro son las principales playas de Torremolinos: La Carihuela, El Bajondillo, Playamar y Los Álamos, pero estas, a su vez, se pueden dividir en varias playas o calas.
Este es el caso de la playa de la Carihuela, en cuyo interior, dependiendo de a quién se le pregunte, podemos distinguir también las playas del Saltillo y de Montemar.
A la playa del Saltillo también se la conoce como playa de Solymar y se caracteriza por la protección que le brinda el cercano puerto de Benalmádena, que la resguarda en los días que el viento sopla del oeste, permaneciendo sus aguas tranquilas.
De arena fina y oscura, es una playa relativamente tranquila que cuenta con una amplia oferta de restaurantes y chiringuitos, así como todo tipo de servicios a disposición de sus visitantes.
Por su parte, la playa de Montemar es una pequeña cala que se caracteriza por limitar con El Saltillo y con la Punta de Torremolinos, accidente geográfico que la protege de los vientos de levante, conocido popularmente como El Morro.
En cuanto a la playa de la Carihuela, propiamente dicha, tiene una extensión de algo más de dos kilómetros y 40 metros de anchura media, y, por lo que hemos comentado, suele tener un oleaje tranquilo.
Su nombre rinde homenaje al antiguo barrio de pescadores ubicado en esta zona del término torremolinense, transformado en la actualidad en un área cosmopolita que concentra un gran número de establecimientos de ocio y hoteles.
De hecho, si por algo destaca la playa de la Carihuela es por la gran cantidad de restaurantes y chiringuitos que la rodean, en los que deleitarse con el típico pescaíto frito malagueño. Auténtico manjar éste, cuya fama dio origen a la Cena del Pescaíto Frito de Torremolinos en Fitur, fiesta de inauguración oficiosa de la feria de turismo madrileña durante demasiados años, y que tantas casposas fotos ha dejado en las hemerotecas de los diarios locales y nacionales, para espanto de los historiadores futuros.
Repleta de servicios por doquier y con zonas de palmeras y césped natural que proporcionan una agradable sombra que invita a disfrutar de los días de verano, La Carihuela es considerada por muchos como una de las mejores playas urbanas de la provincia.
Es por ello que su amplio paseo marítimo está repleto de vida durante todo el año, aunque especialmente en verano cuando cientos de visitantes lo abarrotan.
La historia de la Carihuela es la historia del Torremolinos no ya tan reciente, y su popularidad se remonta a los años 50, cuando multitud de actores de un Hollywood extinto -que aún producía películas que no trataban sobre superhéroes- y príncipes como los de Dinamarca o Mónaco se alojaban en los hoteles de esta playa.
Playa del Bajondillo
La playa del Bajondillo se enmarca entre las playas de la Carihuela, pasado la Punta de Torremolinos, y la de Playamar.
El Bajondillo tiene algo más de un kilómetro de longitud y 40 metros de anchura media y su arena oscura hace de frontera con unas aguas por lo general limpias y tranquilas.
Torremolinos se une con esta playa a través de una bajada configurada por la celebérrima calle San Miguel, zona de paseo obligado de la localidad.
La playa del Bajondillo es, junto con la de La Carihuela, la más frecuentada, dado que tiene el mejor acceso al centro de la ciudad.
Desde hace unos años el final de El Bajondillo se ha convertido en una zona gay friendly, continuando la tradición torremolinense que apuesta por la diversidad en todas sus formas.
Playa de Playamar
Con el nombre de playa de Playamar no se cascaron mucho la cabeza, aunque también esta zona es conocida como playa del Retiro (suponemos que por el merecido retiro de los jubilados).
Esta es una cala que ofrece múltiples posibilidades, como sudar la gota gorda jugando al voley playa, hacer windsurf o, simple y llanamente, relajarse bajo una sombrilla o en una de sus cómodas hamacas, viéndolas venir bajo el astro rey.
Playamar tiene un kilómetro de longitud y unos 50 metros de anchura media y es una de las zonas preferidas por los visitantes y foráneos debido a que es de fácil aparcamiento y de acceso, incluso a pie, gracias a la avenida Benyamina, teniendo un nivel de ocupación medio-alto.
Cuenta además con una amplia oferta hotelera y de restauración, tanto de cocina local como internacional, así como una multitud de servicios. De hecho, Playamar, al igual que la playa de los Álamos, destaca por su ambiente nocturno, y en su paseo marítimo se encuentran algunos locales de referencia de la Costa del Sol.
En esta zona encontramos las imponentes Torres de Playamar, elevados ejemplos de lo que el turismo ha hecho por la localidad y por generar debate entre los que piensan que son una belleza y los que creen que son un auténtico horror.
Playa de Costa Lago
Los límites de la playa de Costa Lago no están claros: se difuminan entre las playas de Playamar y Los Álamos.
Sin embargo, si existe, playa de Costa Lago tiene unos estupendos servicios, calcados a los del resto del litoral torremolinense.
Su paseo marítimo está muy concurrido por patinadores y ciclistas que no dudan en recorrerlo entre sus dos extremos, desde El Saltillo a Los Álamos, pudiendo imaginar que se encuentran en alguna playa californiana.
Playa de los Álamos
Ir por la noche a la playa de los Álamos para bailar house en alguno de sus locales nocturnos es una de esas cosas que hay que hacer, aunque sea una vez en la vida y con el fin de sentirnos renacer al salir de la discoteca.
Ubicada entre Playamar (o Costa Lago) y el límite con el municipio de Málaga, siendo la playa más oriental de la localidad, Los Álamos es posiblemente una de las zonas del litoral costasoleño de mayor animación gracias a su enorme oferta de pubs chill out y de ocio nocturno.
De ambiente juvenil, arena fina y dorada y oleaje moderado, Los Álamos tiene una extensión de kilómetro y medio y 60 metros de anchura. Playa semiurbana de amplios espacios y modernos chiringuitos y beach clubs, es ideal para practicar deportes acuáticos como el kitesurf, el windsurf, montar motos de agua...
De fácil acceso, se puede llegar andando, en autobús o en el tren de Cercanías, con paradas en las estaciones de La Colina y Los Álamos, y cuenta con bastantes zonas de aparcamiento.
En algunas guías afirman que Los Álamos tiene una zona nudista, pero no parece que sea así: más bien la que sí admite a usuarios naturistas es su vecina malagueña, la playa de Guadalmar, con la que limita por el este y a la que podemos acceder fácilmente paseando por la arena, siempre y cuando dejemos el bañador y la vergüenza por el camino.
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