La UMA encarga a un estudio de Madrid la ordenación de su bulevar
Ecosistema Urbano Arquitectos, el mejor valorado para hacer el proyecto paisajístico, cuya ejecución se estima en unos 21 millones
Málaga/Casi diez meses después de poner en marcha el mecanismo para contratar el proyecto de ordenación paisajística del bulevar Louis Pasteur, la Universidad de Málaga ha tomado una decisión. El encargo de la institución académica recae finalmente sobre el estudio Ecosistema Urbano Arquitectos S.L.P., cuya proposición fue la mejor valorada de las cuatro que concurrían la concurso público mediante el que fijar las bases de desarrollo de una actuación tasada en unos 21 millones de euros. El equipo finalmente agraciado competía con los de tres de los más reconocidos arquitectos en el ámbito provincial: José Seguí, reciente ganador del concurso del Astoria; Ángel Asenjo, responsable original de la ampliación del campus universitario, y Luis Machuca.
De acuerdo a la documentación oficial de la propia Universidad, la propuesta de diseño de Ecosistema Urbano recibió una puntuación global de 90,378 puntos, por delante de los 87,220 de Asenjo; los 82,920 del estudio de Seguí, y los 78,982 puntos que recibió la proposición de Machuca. El elemento que fundamentalmente ha jugado a favor del estudio elegido ha sido el técnico, con algo más de 5 puntos de diferencia sobre su seguidor, mientras que su oferta económica fue la peor considerada.
La propia información contenida en su página web, Ecosistema Urbano es un grupo con sede en Madrid de arquitectos y diseñadores urbanos que operan dentro de los campos del urbanismo, la arquitectura, la ingeniería y la sociología. "Definimos nuestro enfoque como el diseño social urbano por las cuales entendemos el diseño de ambientes, espacios y dinámicas con el fin de mejorar la auto-organización de los ciudadanos, la interacción social dentro de las comunidades y su relación con el medio ambiente", explica el estudio, que ha desarrollado proyectos en Noruega, Dinamarca, España, Italia, Francia y China.
Los honorarios marcados por la UMA rozan los 600.000 euros, cantidad aplicada a tres fases de los trabajos. La labor que tendrá en sus manos el equipo seleccionado tiene una envergadura incuestionable dentro del plan de infraestructuras de la UMA. Muestra de ello es que los trabajos futuros se valoran en unos 21,6 millones. No obstante, la idea es disponer del planeamiento de todo el escenario afectado, limitando la primera fase de la obra a la ordenación del tramo comprendido entre la calle Jiménez Fraud y la calle Jenofonte y la zona verde entorno al centro meteorológico, lo que se estima en 7,1 millones.
La valoración de la propuesta ganadora subraya la idea "original basada en la generación de nodos, focos o catalizadores distribuidos en el bulevar en torno a los cuales se genera actividad", al tiempo que destaca que se trata de una propuesta "equilibrada entre el campus tecnológico y ecológico". Asimismo, Ecosistema Urbano propone una relación de lugares "que alterna el espacio de estancia, plazas, con el espacio de tránsito, paseos; cada uno de ellos con un carácter personalizado".
Entre las particularidades demandadas dentro de la iniciativa está buscar diseños medioambientales de islas verdes que generen microclimas y confort urbano; la integración del urbanismo con el espacio público, el paisajismo del parque y sus conectividades. Y se abogaba por incorporar "nuevas necesidades del bulevar como espacio didáctico de oportunidad", ampliación del jardín botánico y espacio abierto a la exposición abierta de obras de arte. Asimismo, se marcaba el objetivo de convertir el bulevar en un "laboratorio urbano" en el que poder probar nuevas tecnologías. "Estará preparado para desplegar tecnologías relacionadas con smart-cities, por ejemplo sensores de forma masiva", señalaban desde la institución universitaria, que destacaba que incluirá la infraestructura necesaria para proporcionar wifi y para desarrollar el despliegue de prototipos de sistemas "que sirvan como ejemplos del concepto de boulevard inteligente".
"Un ejemplo de prototipo podría ser un sistema de sensores ambientales que permiten mediante un móvil identificar todas las zonas de estudio/reunión con mejores condiciones climáticas en el momento, así como su grado de ocupación", expone el pliego, en el que se precisa que ello haría posible que un estudiante pudiera decidir en el mes de julio ir a estudiar a una isla verde del bulevar porque la temperatura es de 26 grados y comprobar si las mesas en esa zona se encuentran ocupadas o no.
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