La UMA prorroga los presupuestos de 2023 con 14 millones de euros menos

Rectorado de la Universidad de Málaga.
Rectorado de la Universidad de Málaga. / Javier Albiñana

La Universidad de Málaga ya tiene una hoja de ruta económica. El equipo de gobierno de la institución académica ha decidido prorrogar definitivamente el presupuesto de 2023. En total, dispondrá este año de 312 millones de euros, 14 menos de los que tenía en 2023.

La UMA toma esta decisión después de que a causa del proceso electoral que se llevó a cabo a finales del año pasado, y que concluyó con la elección de Teodomiro López como nuevo rector, el consejo social prorrogara las cuentas. El año pasado ascendieron a 326,25 millones de euros y en esta prórroga modificó el importe global hasta los 312,10 millones de euros.

En un principio, el nuevo equipo de dirección tenía previsto elaborar un presupuesto completamente nuevo para 2024. Es más, López Navarrete se reunió hace un mes con el consejo de gobierno, en una sesión ordinaria, donde aprobaron “el camino a seguir” con el presupuesto para el 2024. Las directrices que querían seguir iban a hacer que el documento fuera “de cambio y adaptación a un buen número de factores acaecidos en nuestro entorno en el pasado reciente, concretados en cuestiones normativas, financieras, de planificación y de gestión presupuestaria”, según explicaron desde la institución.

Pero el resultado ha sido otro. Debido a “la complejidad de la situación de la Universidad, el avance del tiempo, el montante de gastos comprometidos y pendientes de pago y la urgencia de disponer de un presupuesto definitivo que evite incertidumbre” ha llevado al equipo de gobierno a tomar la decisión de hacer definitivo el presupuesto prorrogado aprobado por el consejo social el 14 de diciembre de 2023 “y pensar en comenzar a trabajar en el presupuesto para 2025”, según ha explicado la gerente de la Universidad de Málaga, Rosario Gómez.

Con un presupuesto total de 312 millones de euros, la idea del equipo de gobierno es “una vez identificados como estrictamente necesarios los gastos de personal, los de los suministros básicos y obligatorios, así como los gastos afectados”, toda la estructura de la UMA se someterá “a un ajuste acorde al ordenado en la prórroga aprobada por el consejo social”.

De esos 326 millones de euros del presupuesto anterior, más de 9 millones se destinaron al coste energético, 460.000 euros eran para el agua y 250.000 para el gas. De igual forma, para la plantilla del personal Docente e Investigador eran unos 125 millones de euros y para el PAS se destinaron algo más de 72 millones de euros. Además, a estas cuentas también se sumó la deuda económica de 25 millones de euros que hizo que el consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos, reconociera hace un par de semanas que la situación financiera de la Universidad de Málaga era “complicada y preocupante”.

En relación a la situación financiera de la universidad, la Universidad de Málaga informó hace unas semanas de que viene derivada de “una problemática compleja en la que intervienen diversos factores”. Entre estas causas están la incorporación de remanentes de tesorería no afectados a un plan de inversiones en 2020, 2021 y 2022 por un importe total de 54.932.854 euros, instada por el consejo de gobierno de la Junta de Andalucía por acuerdo de 18 de mayo de 2020.

Entre los causas que han originado esta situación, la UMA mencionó la exigencia de la Junta de Andalucía a que la UMA contribuyese a dotar un fondo de emergencia social y económica en el contexto de la pandemia de 2020 por importe de 36.134.791 euros, con cargo a su remanente de tesorería no afectado positivo. Otro motivo sería el haber usado un remanente positivo de 9.953.520 euros para hacer frente a un incremento no previsto en los gastos de 2021.

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