La UMA crea un sistema de control mediante huella digital
Cinco investigadores de la Escuela de Ingeniería Industrial, coordinados por el profesor Francisco Guzmán, han inventado un sistema de control de asistencia a las aulas mediante huella digital que está previsto implantar en la Universidad de Málaga (Málaga) para medir con objetividad y sin margen de error quién acude a clase.
El grupo, a sugerencia del equipo de gobierno de la UMA, comenzó a trabajar en esta aplicación hace año y medio, justo cuando se pulían los pormenores del plan Bolonia y surgió la incógnita de cómo se contabilizaría la asistencia.
El sistema comienza justo en la fase de matriculación. Ahí se registra en qué asignaturas se inscribe cada estudiante y se toman las huellas digitales de sus dos dedos índices. Estos datos se pasan a un ordenador central y se encriptan. Al final, la huella queda reducida a un algoritmo de entre 40 y 400 dígitos, único por estudiante, pero con la particularidad de que a partir de esa relación de números nunca se podrá volver a reproducir la huella original. De este modo se garantiza la seguridad y evitan posibles usos fraudulentos.
Posteriormente, cada profesor se descarga el listado de estudiantes de su asignatura y sus respectivas huellas digitales. Esa información la puede transportar en un simple lápiz de memoria o pen hasta que al comenzar la clase la descarga en el lector de huellas, dotado de un software que le permite almancenar datos.
Y como sucedía con el método artesanal de pasar de mano a mano un papel para que cada estudiante anotara su nombre, el lector circula de mesa en mesa. Cada alumno pone su dedo índice encima y una luz verde lo registra. Esa información hace posible que el profesor sepa con absoluta precisión quién ha ido a clase ese día.
La información no sólo la puede almacenar el docente, sino que se envía a la secretaría del centro, de modo que el estudiante puede en cada momento y en tiempo real conocer cuántas veces ha faltado a determinada asignatura.
El sistema es "único en el mundo". Los controles de huella digital que existían obligan o bien a instalar un lector en cada aula o a implementarlo en el ordenador del profesor. En cualquier caso, los estudiantes al comienzo de cada clase tendrían que levantarse y acudir al punto en el que estuviera colocado. "El problema es que si tienes 100 alumnos y cada uno necesita unos segundos en levantarse y registrarse, se te pasa la hora y no has empezado", indica Francisco Guzmán. Con este lector, el registro se puede hacer mientras se imparte la clase.
Además, tiene la ventaja de que evita artimañas y fraudes. Frente al mando a distancia de control de contenidos como el Educlick o el lector de tarjetas personales, ningún alumno puede ser sustituido o sustituir a un compañero. "Es absolutamente eficaz", precisa el coordinador del proyecto.
El sistema se ha desarrollado en colaboración con la empresa malagueña 2007 Ingeniería Domótica Global, que ha aportado la financiación de su propio bolsillo. Las pruebas experimentales está previsto que comiencen a lo largo del segundo cuatrimestre, "o a lo sumo en el primer cuatrimestre del próximo curso", en la Escuela de Ciencias de la Salud.
Por el momento existe el interés de la Universidad de Málaga de implantar este sistema de huella digital en todos los centros, pero, además, otras seis universidades españolas (Navarra, Zaragoza, Cádiz, Sevilla, Salamanca y Granada), están pendientes de que concluya la fase de prueba para poder incorporarlo.
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