Última entrevista que Málaga Hoy le hizo a Francisco De la Torre

-¿Va a ser cabeza de cartel del PP a las municipales de 2015?

-Ya sabe que dije prácticamente sí. Quería respetar mi calendario, que es el del verano. Queda poco. Pero es muy probable.

-Acaba de cumplir 14 años al frente de la Alcaldía. ¿No le cansa?

-No me siento cansado, me siento lleno de ilusión, de deseos de ser útil a la ciudad, que ha llegado a una posición de visibilidad, de ser una ciudad de referencia. Me hace ilusión seguir trabajando en favor de estos proyectos.

-¿Por qué lo de verano? En el anterior periodo electoral tenía mucho más claro que se presentaba.

-Me siento muy bien físicamente, a pesar de que duermo menos horas de las debidas, trabajo más de las debidas, todos los días de la semana, todas las semanas del año. Tengo esa mala costumbre. Se trataba y se trata de tener la certeza de sentirse en las condiciones físicas adecuadas. Quiero estar con esa seguridad. Pero me siento muy bien. Estoy tratando, dentro del poco tiempo que tengo, de fortalecerme más físicamente.

-¿Esta decisión la consulta usted con su familia?

-Sí, claro. Con mi mujer y con mis hijos. Ellos me entienden. Entienden que tenga la ilusión de trabajar por la ciudad. Y me piden que me cuide.

-¿Su mujer lo lleva bien?

-Aceptablemente.

-Alguna vez le he preguntado por ello. ¿No le dice eso de 'Paco esta es la última ocasión'?

-Todavía no me lo ha hecho.

-Semanas atrás dijo que si opta a la reelección se mantendrá, ya sea al frente de la Alcaldía o en la oposición, los cuatro años. ¿Mantiene esa idea?

-Espero que sea en la Alcaldía. Me mantengo en esa idea.

-¿Eso es cuestión de análisis con el partido?

-Creo que es bueno que los ciudadanos perciban que no es un compromiso efímero, que no es flor de un día. Entiendo que si voy a estas elecciones debe ser con el convencimiento de que puedo y debo estar cuatro años.

-¿Qué análisis hace de los resultados en las elecciones europeas? ¿La debacle de los partidos mayoritarios era previsible?

-Era esperable, pero quizás no tanto. Se esperaba la aparición de fuerzas nuevas. A nivel europeo me preocupa el fortalecimiento de posturas extremistas y euroescépticas. Lo que creo clave como lección es que hay que demostrar de cara a los ciudadanos que en la política se viene a servir a la gente y no a otra cosa.

-¿Lo dice porque se le olvida a muchos políticos?

-Porque en el balance de los años, desde que tenemos democracia en España, hace falta muchas veces esta reflexión y mucha transparencia. Si vamos por ese camino muchos interrogantes se despejarán. Si todas las fuerzas políticas mostraran páginas inmaculadas, sin tachones, no habría motivos para el distanciamiento de los ciudadanos con la política.

-¿Se considera un ejemplo?

-Trato no de dar ejemplo, pero sí de hacer la mejor contribución en ese objetivo.

-Pero usted, en sus años de mandato, ha amparado ciertos comportamientos dudosos.

-A ver...

-Situaciones con la concejala Teresa Porras, el que el ex concejal de Urbanismo Manuel Díaz Guirado comprase el coche al concesionario de una piscina que adjudicaba ese mismo área... Eso lo ha defendido usted.

-El señor Díaz Guirado no estuvo acertado, había miles de vendedores. Pero de ahí a pensar que estuviesen conectadas las cosas, en absoluto. Y la señora Porras, a veces, en su forma de hablar es un poco brusca.

-¿Con 16 concejales se conformaría en las municipales de 2015?

-No, aspiro a más.

-La encuesta que usted dio a conocer apuntaba ese dato.

-Estaba hecha antes de la Semana Santa y sufría en el plano local varios efectos importantes, como la campaña injusta que la oposición hizo en relación a las tarifas del agua. El tiempo está poniendo las cosas en su sitio, porque el Ayuntamiento no ha buscado lucrarse con esas tarifas.

-Lo suyo con los equipamientos culturales puede parecer una especie de fijación... Hablan de usted como un alcalde de museo...

-Para mí es un honor que me denominen de ese modo. Es coherente con la estrategia de la Málaga cultural de la que hemos hablado. A Málaga le viene muy bien ir en esa dirección. Ya quisieran otras ciudades españolas tener antes de un año el Pompidou y la delegación del Museo de Estatal de Arte Ruso. Me gusta la capacidad información y de divulgación que tienen los museos. ¿Cuántas vocaciones de auténticos genios se han formado en los museos? ¿Cuánto aprendió Picasso con el Prado? Nadie puede negar que todo eso es positivo, sólo se puede negar desde el sectarismo político y desde la negación de la evidencia.

-Le ha molestado la reacción de la oposición...

-Me dolió que lo negaran, era llamarnos mentirosos al Pompidou y a nosotros. Hemos firmado un documento. El Pompidou es el Estado francés. Son poco responsables porque los señores que han firmado con nosotros pueden pensar que la ciudad no lo tiene tan claro. Tampoco ayuda en la línea de conseguir los apoyos empresariales. No digo que aplauda la oposición, pero sí que sean responsables, que midan sus palabras y el daño que pueden hacer.

-¿No entiende que haya dudas tras la firma de ese documento por la poca información que se ha aportado?

-Es un tema que hay que comprender.

-¿Es compresible que haya un acuerdo de confidencialidad entre el Ayuntamiento y el Pompidou?

-La Administración francesa no tiene la política de la transparencia que tenemos nosotros. Lo digo con todo el respeto a los franceses. Lo noto.

-Lo nota porque le tiraron de las orejas...

-Fue por un fallo de ellos, porque no tuvieron la suficiente conexión con el Ministerio de Cultura. Tienen una cierta autonomía pero no tanta como para poder decidir sin que el ministerio estuviese al tanto del tema. Una vez que hemos acordado ir contar las cosas paso a paso, no pasa nada.

-¿Puede decirme qué tipo de obras van a venir a Málaga?

-No lo sé, no lo sé. Ni siquiera puedo plantearme si debo o no decirlo.

-¿Tiene cerrado algún patrocinio?

-Tengo bastante camino recorrido, tengo buena acogida pero no está cerrado.

-¿Con cuántas empresas?

-Bastantes. En unos casos más avanzados, otros son esbozos...

-Por ahora el dinero sale del Ayuntamiento.

-Por ahora es así.

-¿La opción de Sol LeWit se mantiene para Tabacalera?

-Se mantiene abierta. Si finalmente el proyecto U-Tad se queda en Málaga pero no allí, hay un escenario nuevo de más espacio. Hay muchas ideas positivas. Hay que procurar cosas de nivel. Sol LeWitt me parece una opción interesante con visos de prosperar.

-Alude usted a la U-Tad y Tabacalera. Una vez fracaso el concurso abierto, ¿buscan espacios alternativos para mantener viva la iniciativa?

-Si hay algún edificio del ámbito autonómico y universitario que esté vacío, puede ser una solución. Lo que me importa es que se quede en Málaga. Lucho por mi ciudad no por hacer batallas políticas.

-¿Ha hablado con los responsables de U-Tad sobre ello?

-Me da la impresión de que están pendientes de algún tipo de llamada por parte de la Junta de Andalucía.

-Y del Astoria, ¿qué puede decir? Permanece casi en un tercer plano, a pesar de que al Ayuntamiento su adquisición le costó del orden de 20 millones de euros.

-Hubo un primer momento en que se trató de, con una inversión no muy fuerte, hacerlo útil para la ciudad, pero lo que se planteaba no tenía encaje. Era algo de tipo musical... Ahora hay varias opciones sobre la mesa. Al final se hará un concurso y ganará el que haga la mejor oferta. No se trata tanto de tener una rentabilidad económica sino que sirva como equipamiento de calidad. ¿Que tenga algún componente económico? Bueno, pero que sea compatible, que sean de la propia entidad cultural, restauración, que pueda dar un plus. En la medida en que hay dos o tres iniciativas sobre la mesa, la dificultad es elaborar un pliego que permita comprar las iniciativas.

-¿Sigue en la idea de que sea la Junta la que pague la peatonalización del lateral sur de la Alameda aprovechando la obra del Metro?

-Me parece bastante lógico. He pedido una reunión a la consejera específica para el Metro y otra para el tema de vivienda. Tiene toda la lógica que si la llegada del Metro supone la peatonalización del lado norte haya una análoga situación en la parte sur. Está pendiente el tema de la estación, que queda muy en medio del andén norte. Hemos hecho alguna propuesta de la que me gustaría hablar, en los bajos de un solar que hay allí.

-Eso ya se dio por descartado por parte de Urbanismo.

-Por parte de ellos, no por parte de Urbanismo.

-Se supone que en la reunión técnica se allanó ese asunto.

-Me gustaría ver ese tema. Y el otro. Estamos decididos a apoyar a la Junta en buscar financiación. Pero tiene plena lógica que no sea un tema que tenga que recaer sobre las espaldas municipales.

-Usted da por cerrado desde hace semanas el asunto de las obras con las que compensar su participación en la obra del Metro. De no haber un cambio de rumbo por parte de la Junta...

-Si la Junta en esta materia no respeta lo que hablamos en la reunión de noviembre, lo que hablé con Josefina Curz cuando era consejera, lo que hablé con Rosa Aguilar, cuando dijo que Málaga tendría el mismo trato que Sevilla... En Sevilla además le regaló el Metrocentro. La Junta tiene que darse cuenta de que no puede quedar como una entidad que discrimina a Málaga en relación a Sevilla. Es insostenible políticamente.

-De no mover ficha ninguna de las dos instituciones, ¿serán los tribunales los que decidan?

-Pues igual tienen que ser. Tiene muy difícil defender ante todos los ciudadanos de Málaga esa postura.

-¿Es este el Metro que usted se imaginaba cuando se puso en marcha la maquinaria a principios de 2003?

-No imaginaba que podía tener todas estas consecuencias. Me resistí a firmar un documento que no tenía detrás ni un anteproyecto. Por intuición política de nuestros sabios dirigentes autonómicos se decía que iba a costar unos 350 millones.

-De haber sabido lo que ha ocurrido, ¿hubiese optado porque se aparcase el proyecto?

-Hubiera insistido más en la idea del anteproyecto y porque la obra hubiese sido público y no por concesionaria. Esta obra se podría haber pagado con el dinero europeo que la Junta reservó para una obra innecesaria, como el AVE Antequera-Sevilla. Esos más de mil millones se podrían haber destinado a los metros de Málaga y Sevilla. Es paradójico que en Madrid, con una renta per cápita del doble de Andalucía, el Metro se haya beneficiado con un 80% de fondos europeos y aquí hayan sido tan merluzos, tan burros, tan poco acertados como para desaprovecharlo.

-Una de las cuestiones clave para el próximo mandato será Limasa y su contrato. ¿Tiene claro el rumbo a tomar?

-Todavía no.

-¿Lo que ha ocurrido estos años le hace tener más dudas?

-Tengo que dedicarle una reflexión profunda al tema.

-¿Se presentará a las elecciones con una decisión clara?

-Creo que sí. Estoy en condiciones de que cuando llegue ese momento poder tener una idea clara.

-Usted no hace mucho era partidario de no renovar...

-En principio es así.

-Entonces, ¿su posición a día de hoy?

-Sigue siendo esa, pero quiero valorar ventajas de ello o de la otra alternativa.