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Málaga/Unicaja Banco sigue haciendo los deberes sin prisa pero sin pausa. Con prudencia en las operaciones, pero atento a cualquier posible movimiento que le pueda interesar de cara a aumentar su dimensión y ser más fuerte respecto a los competidores. Tras su salida a Bolsa en junio de 2017 e integrar plenamente a EspañaDuero en septiembre de 2018, su siguiente paso será intentar absorber a Liberbank si es positivo el proceso de due diligence en el que se está inmerso.
Mientras tanto, Unicaja Banco debe agradar a sus inversores y una buena forma para conseguirlo es presentar unas cuentas saneadas y en constante crecimiento. El banco andaluz ha comunicado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que cerró el 2018 con un beneficio neto de 153 millones de euros, lo que supuso un incremento del 10,2% respecto a 2017. También señaló que, si la Junta General Ordinaria de Accionistas –prevista para abril– lo aprueba, se dará un dividendo en efectivo del 40% del resultado neto, es decir, que se repartirán 61 millones de euros entre los accionistas. Son 3,8 céntimos por acción, un 76% más que el dividendo que se dio en 2017, que tampoco era despreciable con 2,1 céntimos por acción para un total de 34,6 millones de euros. Unicaja ha perdido esta tarde dos décimas en el parqué y acabó con el título a 0,998 euros. Ha sido la entidad bancaria de entre las grandes que menos ha sufrido en la Bolsa ante un descalabro general del sector que ha castigado al conjunto del Ibex 35.
El banco concedió en 2018 un 18% más de créditos a pymes y un 23% más a particulares, con un 19% más en hipotecas
En el comunicado a la CNMV, el banco andaluz detalla que logró ese importante incremento de su beneficio neto gracias a la mejora del margen de intereses en un 3,1%, la disminución en un 2,2% de los gastos de explotación, la reducción de saneamientos, la mejora de los niveles de solvencia, la disminución de los activos no productivos, el incremento de las nuevas operaciones de crédito y los “altos y holgados” niveles de liquidez.
El negocio puro y duro de cualquier entidad financiera es dar créditos y cobrar un interés. Unicaja Banco apuntó que se formalizaron 3.248 millones de euros en nuevas operaciones de crédito, creciendo un 18% en las concedidas a pequeñas y medianas empresas y un 23% en los particulares, de los cuales se elevaron un 19% las hipotecas y un 33% los créditos al consumo. En 2018, indican, se han dado nuevos préstamos a grandes empresas y administraciones públicas por 965 millones de euros. Unicaja Banco cuenta con un activo total de 57.504 millones de euros, un 2,1% más.
Más negocio y menos morosidad, la fórmula perfecta para ser más solvente. Unicaja Banco sigue reduciendo sus activos no productivos (los que están dudosos de pago y las adjudicaciones inmobiliarias por impagos). En 2018 lo hizo en 995 millones de euros, un 21,7%, quedando el saldo de activos dudosos del grupo en 1.926 millones de euros y el de inmuebles adjudicados en 1.661 millones. Eso implica un nuevo descenso de la tasa de morosidad de dos puntos, situándose al cierre de 2018 en el 6,7%. La cobertura de esos activos no productivos está además en el 57,3%, “entre los más altos del sector”, subrayan.
En el sector financiero hay centenares de indicadores pero últimamente están cobrando especial protagonismo los de solvencia, porque la Unión Europea pide una serie de requisitos para poder pasar los test de estrés y ratificar la salud financiera de las entidades. Dos de ellos son la ratio de capital ordinario de primer nivel (CET 1) y de capital total. El Banco Central Europeo exige que sean, al menos, del 8,125% y 11,625% respectivamente y Unicaja Banco concluyó el 2018 con un 15,4% y 15,7% respectivamente, por lo que tiene la suficiente holgura para acometer nuevos proyectos.
El uso de internet ya está plenamente asentado en el sector bancario y Unicaja Banco no es una excepción. La entidad comunicó ayer que el 67% de las transacciones financieras y consultas de la clientela se realizan ya a través de los canales de la banca electrónica, mientras que el 22% se hace en oficinas y un 11% en los cajeros automáticos. Los clientes digitales representan el 30% del total y el banco andaluz está inmerso en un plan de digitalización que, entre otras medidas, impulsó en 2018 un servicio de pago móvil en comercios a través del teléfono móvil, el acceso a los servicios de la aplicación móvil de Unicaja Banco mediante huella dactilar o reconocimiento facial, o la renovación de cajeros automáticos con un nuevo sistema de navegación.
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