Vecinos de Callejones del Perchel se movilizan contra una operación urbanística
Una promotora madrileña trabaja en una operación residencial en el popular barrio malagueño
Residentes de la zona aseguran no querer dinero, "solo una casa" y afirman que van a "luchar hasta el final"
Málaga/“Seguir en mi barrio”. Esta fue la decisión tomada por los vecinos de los Callejones de El Perchel, damnificados por los planes urbanísticos previstos que afectan a las calles Malpica, Huerto de la Madera, Angosta del Carmen, Arco y Montalbán. Una operación con la que una promotora madrileña pretende hacerse con tres edificios de la popular zona malagueña para construir cerca de un centenar y medio de viviendas.
Para poder coordinarse y actuar de forma conjunta, los residentes de las calles implicadas se han organizado en torno a una plataforma. Enrique Gutiérrez es uno de los integrantes; explica que han conocido “todo por la prensa”. Durante unos minutos desarrolla cuál es la situación en la que se encuentran sus casas, y no titubea a la hora de afirmar con rotundidad que “vamos a muerte”: “Para que echen estos abajo nos tienen que llevar por delante”.
“De aquí no nos moveremos”, responden al unísono Andrés y Carmen, vecinos de Enrique. Ambos comentan que no tienen miedo, aunque sí que les asusta verse en la calle sin vivienda: “Yo no quiero dinero. Lo que queremos es una casa”, afirma con pena Andrés, quien añade que, si les ofrecen otro lugar al que ir, no tendrían problema en marcharse: “¡Hombre, claro! Mi hija vive conmigo desde que nació y ahora, también está con nosotros mi nieta”, asegura. Carmen cuenta que está tranquila pero “a veces me entra un nerviosismo...”: “Estoy viendo la tele y de pronto empiezo a comerme la cabeza y a darle vueltas”. Su marido interrumpe: “De aquí no nos echan. Si viene la máquina tienen que llevarnos por delante”.
El abogado Francisco Gutiérrez estuvo presente en la reunión del pasado miércoles. El ex defensor del ciudadano de Málaga les animó a presentar un plan coordinado de trabajo, “unido y solidario”, que pueda desembocar en un retorno al barrio una vez realizadas las obras: “Por unanimidad acordamos que de aquí no se mueve nadie”, puntualiza Enrique.
“Hace cuatro años vino un abogado de Madrid y estuvo en contacto conmigo”, comenta: “Ya hizo levantar las sospechas aunque finalmente no quedó en nada. Sin embargo, eso nos ha servido para hacernos una idea de cómo van a venir esta gente, con la intención de negociar individualmente. Por eso, en la asamblea del otro día decidimos ir todos a una”.
Se muestra sereno a la hora de subrayar con rotundidad que “esto va para adelante”: “Va a ser una guerra muy fuerte porque hay muchos intereses y mucho dinero por medio. He sido durante 15 años presidente del comité de empresa de Marbella y he tenido que lidiar con Gil, con Julián Muñoz...”.
El concejal del grupo municipal Adelante Málaga, Nicolás Sguiglia, explica que, desde su partido han presentado un escrito solicitando a la comisión de Urbanismo que informe de las reuniones que ha tenido con este grupo inversor del que “desconocemos hasta el nombre”: “Han dejado claro que van a pedir reuniones con los grupos políticos y se van a movilizar para evitar que les echen de allí, derruir los bloques y comenzar con una operación que para nosotros es especulativa”, subraya.
A las puertas del bloque de Andrés, Enrique y Carmen, se encuentra Rober. Lleva 45 años viviendo en el barrio. Justo la edad que tiene. Toda una vida. Se lamenta de que su madre, que falleció hace seis meses, haya tenido que ver ratas siempre en los patios: “Está todo tapiado, dejado a la mano de Dios y no nos han dado explicaciones. Me enteré porque un amigo me mandó la noticia”.
Afirma que ya se llevaba tiempo hablando “de esto”, así que fue a la asamblea de la plataforma: “Nos dijeron que había una promotora interesada y que teníamos derechos. Mi padre se está muriendo, así que voy a intentar luchar porque, ¿adónde vamos nosotros? ¿Qué pasa con las personas mayores”.
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