Vecinos del Centro amenazan con llevar a De la Torre ante los tribunales

Municipal

Le acusan de permitir que se incumpla la ley y de ser “un árbitro que no aplica el reglamento igual para los dos equipos”

Imagen de archivo de una medición de ruido en la Plaza Mitjana.
Imagen de archivo de una medición de ruido en la Plaza Mitjana.

08 de noviembre 2018 - 02:07

Si la decisión del Ayuntamiento de Málaga de delimitar 98 calles del Centro y cinco de Teatinos como acústicamente saturadas ha levantado en armas a los hosteleros de la capital, el paso atrás protagonizado por el equipo de gobierno del PP en el sentido de abrir a negociación las medidas contempladas en su propuesta provocaron ayer la reacción encendida de los vecinos del casco antiguo. El malestar de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo llega al punto de que su presidente, Alfonso Miranda, amenaza abiertamente con llevar a los tribunales al alcalde por permitir el incumplimiento de la ley.

"O se pone firme, y tendrá a los vecinos de su lado; o no se pone firme y nos tendrá enfrente verdad", afirmó Miranda, quien fue categórico al asegurar que el colectivo no volverá a sentarse a ninguna mesa de diálogo tras haberlo hecho en los últimos dos años. "Aquí hay una línea roja, los que están a un lado cumplen y los que están al otro lado no la cumplen", insistió.

A modo de ejemplo, el representante vecinal vino a comparar la posición del Ejecutivo local y, en particular, del regidor, con la de un árbitro en un partido de fútbol. "Lo del equipo de gobierno es vergonzante, porque es como el árbitro que decide no aplicar el reglamento a uno de los dos equipos; al final gana el que más patadas pega", expuso, al tiempo que se preguntó si a un taxista se le permite meter seis personas en el coche o si puede haber más licencias que las que regula el propio Ayuntamiento.

"Estamos dispuestos a recusar al árbitro, a pedir la dimisión del alcalde, a denunciarlo en los tribunales por no cumplir la ley, porque el último responsable es él", aseveró. En este sentido, destacó que en la misma medida en que los empresarios dicen que no se van a sentar a hablar de las ZAS con nadie más que no sea De la Torre, los vecinos "irán a la cabeza mayor". El Pleno dio luz verde inicial a las ZAS en su última sesión, con los votos favorables del PP, Málaga Ahora y Málaga para la Gente.

Alfonso Miranda

"Sorprende que en un Estado de Derecho haya grupos que se organizan para no cumplir la ley o que traten de que se haga a la medida de sus intereses"

Para este colectivo de residentes, que lleva años batallando para que se cumplan los preceptos normativos en materia de ruidos y de ordenación de la vía pública, el mensaje lanzado el pasado martes por el concejal de Medio Ambiente, José del Río, en el sentido de abrirse a revisar la posible aplicación de una moratoria de licencia para nuevos negocios de hosteleria "no es un paso atrás, es una bajada de pantalones increíble".

"Sorprende que en un Estado de Derecho haya grupos que se organizan para no cumplir la ley o que traten de que se haga a la medida de sus intereses; esto está ocurriendo, obviando el resto de derechos de los ciudadanos", insistió Miranda, para quien, conforme a las normativas actuales, las zonas acústicamente saturadas tendrían que haber entrado en funcionamiento en la capital hace 22 meses.

Los excesos de ruido están medidos desde principios de 2016

Un ejemplo de la lentitud con la que se está tramitando la delimitación de las zonas acústicamente saturadas (ZAS), figura ya recogida en la ordenanza municipal de ruidos de Málaga de 2009, es que las mediciones realizadas por una empresa contratada por el Consistorio datan de febrero de 2016. Veintiún meses después, las propuestas de acción contempladas por el equipo de gobierno del PP para reducir el impacto sonoro en las calles analizadas siguen sin ser una realidad. Y ello a pesar de que la totalidad de las vías en las que se realizaron las mediciones superaban en horario nocturno el límite marcado legalmente, situado en 55 decibelios. En la mayoría, incluso por encima de los diez decibelios. Usando como base ese informe, Medio Ambiente ya hablaba a inicios de 2017 de fijar una moratoria para nuevos bares, justamente la propuesta que más rechazo genera en los empresarios. Estos no dudan ahora con protagonizar un paro patronal o una apertura durante 24 horas el próximo 30 de noviembre, el día del encendido del alumbrado de Navidad.

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