El acelerador lineal donado por Amancio Ortega ya está en marcha
Está previsto que trate cada año a una media de 550 pacientes, sumándose así a otras dos máquinas que funcionan a pleno rendimiento
El Hospital Regional de Málaga ha puesto en marcha el tercer acelerador donado por la Fundación Amancio Ortega tras la finalización de las obras de búnker y las pertinentes pruebas de aceptación. Está previsto que el nuevo acelerador lineal trate cada año a una media de 550 pacientes,sumándose así a otros dos que funcionan a pleno rendimiento tratando cada día a una media de 50 pacientes, cada uno con cáncer.
Así, una vez concluida la instalación y las pruebas de verificación del tercer acelerador, el centro sanitario cuenta con un total de tres equipos de alta gama para la realización de tratamientos de radioterapia para enfermedades oncológicas.
Los dos equipos donados por la Fundación Amancio Ortega han sustituido a dos con los que ya contaba el centro y se suman a otro con el que ya contaba el centro y que data del año 2009.
Han recordado desde la Junta a través de un comunicado que para la puesta en marcha del tercer acelerador lineal ha sido necesario realizar las obras del búnker, que comenzaron el pasado mes de noviembre, y que han supuesto un coste de 190.000 euros.
Una vez terminó la ejecución de la infraestructura, fue necesario instalar el nuevo equipamiento y realizar las pruebas pertinentes para evaluar que el funcionamiento es el correcto y que la radiación es segura. Estas verificaciones, fundamentales para el uso del acelerador lineal, las ha llevado a cabo la Unidad de Radiofísica Hospitalaria, que vela por la seguridad de los haces de irradiación emitidos.
La responsable de esta unidad, Coral Bodineau, ha señalado que, al igual que se hizo el año pasado con el segundo acelerador, "ha sido necesario realizar las pruebas de aceptación del equipo y de los sistemas de imagen y control para garantizar los parámetros, prestaciones y seguridades".
Por su parte, el jefe de Servicio de Oncología Radioterápica, Ismael Herruzo, ha señalado que estos nuevos equipos "permitirán también aumentar la precisión de los tratamientos a niveles milimétricos, mejorar el control de la enfermedad, la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes, con disminución de la posibilidad de desarrollo de efectos sobre los tejidos vecinos al tumor, intrínsecos al propio tratamiento".
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