El aeropuerto de Málaga aumenta un 35% las plazas con Oriente Medio

El aeródromo consigue un julio de récord superando los dos millones de pasajeros

Pedro Bendala, director del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol. / Álvaro Cabrera/Efe
Miriam Núñez

02 de agosto 2019 - 20:26

Málaga/El director del aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, Pedro Bendala, hizo ayer balance de la evolución del aeródromo tras su primer mes en el cargo. Además del aumento de pasajeros del 6,4% generado en el primer semestre del año, este 2019 se ha producido un significativo crecimiento del 35% en las plazas ofertadas con Oriente Medio respecto a 2018, alcanzando ya los 100.000 asientos. Se reafirma así el carácter internacional del aeropuerto, que este año celebra su centenario.

“Los números son pequeños si los comparamos con los totales del aeropuerto, pero son tendencias y la apuesta de las compañías es firme”, señaló Bendala. El nuevo gestor espera un futuro crecimiento en esta área geográfica y destacó que estos vuelos suponen para el aeropuerto una mayor conexión con mercados lejanos. “La conectividad es fundamental porque nos hace accesibles”, resaltó.

Uno de los trayectos que parece tener la posibilidad de convertirse en permanente es el vuelo directo desde Málaga a Nueva York. “Antes de ser fijo, hay que alcanzar una masa crítica de pasajeros que lo haga viable”, explicaba Bendala, que se mostró optimista con que ese servicio se convierta en una ruta habitual. Sin embargo, pidió paciencia: “Esto no es una cosa que las compañías decidan de un día a otro, sino que lo planifican con un año de antelación”.

El aeropuerto de Málaga continúa afianzando su crecimiento. Sólo este sábado tiene previsto 507 vuelos y está preparado para recibir a 86.442 pasajeros durante la jornada. “Julio no está acabado, pero hemos superado los dos millones de pasajeros”, señaló el director. En el primer fin de semana de agosto, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) prevé casi 2.000 vuelos y más de 320.000 asientos ofertados por las compañías aéreas: “Estas cifras dan una idea del crecimiento y también de que el pico del verano se está extendiendo a los meses aledaños”.

En esta temporada de verano, las plazas han aumentado en un 7,1% respecto a la anterior lo que la elevaría hasta 16 millones de asientos. Según el director, el Brexit no ha influido en la oferta. Es más, han aumentado un 9,1% las plazas con Reino Unido, lo que supone cinco millones de asientos más en esta temporada de verano.

Respecto a los desafíos que plantea la salida de la Unión Europea, Bendala se muestra confiado: “Cuando hemos hablado con empresarios del sector y compañías aéreas, nos han transmitido que el interés del pasajero británico por visitar Málaga se sigue manteniendo”. En cualquier caso, el director aseguró que han preparado sus infraestructuras y procedimientos “para cualquier escenario posible”.

Dada la gran afluencia, este año se han invertido 22 millones de euros en la mejora de infraestructuras “para ofrecer un servicio de la máxima calidad” y el director anunció que esta cifra se elevaría a 38 millones el año que viene. “Un aeropuerto siempre está en continua transformación”, aseguró Bendala. Este año se han realizado obras de actualización en el Muelle C y en el próximo ejercicio tienen previsto actuar en el Muelle B, donde se mejorará la climatización. “No solo conseguiremos una mejor temperatura, sino que queremos conseguirlo con menor consumo energético”, concluyó Bendala.

Un aeropuerto sostenible con energías renovables

El nuevo gestor desveló uno de los objetivos principales que se plantea AENA: conseguir el desarrollo sostenible del aeropuerto reduciendo la emisión de carbono y recurriendo a la energía renovable. Este organismo se ha comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU, 17 en total. “El desarrollo que no es sostenible no es deseable ni nadie está dispuesto a aceptarlo”, sentenció. El objetivo es que “el aeropuerto sea algún día neutro en carbono”.

El aeródromo malagueño ya ha pasado el nivel dos del Airport Carbon Accreditation, un programa voluntario global con el objetivo de reducir las emisiones de carbono en los aeropuertos y que se divide en cuatro niveles. “En el estado uno hay que medir las emisiones y ya lo hicimos, dado que lo que no conocemos es muy difícil mejorarlo. El segundo paso es reducirlas”, explicó el director.

Los siguientes pasos a los que se tiene que enfrentar es reducir también las de todos aquellos agentes que tienen actividad dentro del aeropuerto. “Nosotros somos el gestor, pero hay casi 300 empresas que desarrollan aquí su actividad”, recordaba. “Aspiramos al cuarto nivel: ser neutros en carbono”, objetivo al que calificó como un auténtico desafío. Para ello, el aeropuerto afrontará un plan fotovoltaico para conseguir que gran parte del consumo venga de energías renovables.

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