Los agricultores de Málaga duermen en el puerto: "No nos moveremos de aquí hasta que nos escuchen"

Agricultores continúan concentrados este martes por la noche en Málaga capital.

El reloj marca casi las 23:00 y decenas de tractores continúan bloqueando el puerto de Málaga. "No nos moveremos de aquí hasta que nos escuchen", manifiesta uno de los agricultores malagueños que se han unido a la protesta independiente del sector en todo el territorio español por unos "precios justos", luchar contra las políticas europeas que ponen trabas a sus producciones y la "competencia desleal", además de una reducción de la burocracia.

No hace demasiado frío, pero algunos se calientan las manos en las improvisadas lumbres que han prendido para asar, sobre todo, chorizos. Pan, agua, cerveza, queso y embutidos. Los 50 manifestantes que se han quedado haciendo guardia en la Avenida de Manuel Agustín Hereda y en el Paseo Antonio Machado están provisto de víveres para subsistir "los días que haga falta". Algunos confiesan sentirse cansados. La falta de sueño hace mella para los que no consiguen dar una cabezada en la exigua cabina del tractor. Si bien, insisten: "Nos sentimos fuertes". Pues, a pesar de todo, Rafael Escalante, agricultor en Teba, lamenta que la situación que atraviesan en el campo "es mucho más dura". "Nos estamos arruinando"

Este manifestante cuenta que este martes las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado le han sancionado -junto con al menos cinco agricultores más- mientras circulaba con su tractor por Alameda Principal al son del claxon. El motivo, "obstaculizar gravemente la circulación", reza en la multa. El subdelegado del Gobierno en Málaga ya anunció que la Policía actuaría porque la concentración "no está autorizada" por no haber sido comunicada en tiempo y forma de acuerdo con la normativa vigente; un aviso que los agricultores -aseguran- no los detendrá.

Destacan el apoyo brindado por los vecinos. Carros de la compra, medicinas e incluso un sofá en el que descansar. "Algunos incluso nos han ofrecido su casa para tomar una sopa caliente, para darnos una ducha o para pasar la noche", cuenta Abel Pérez, uno de los manifestantes. Son muchos los transeúntes que también se detienen unos segundos para enviarles un mensaje de fuerza y aliento, destaca. Otros les aplauden a su paso, un simple gesto que les anima a continuar.

Las movilizaciones, que se desarrollan desde hace semanas en países como Francia, Alemania o Portugal, comenzaronayer en el conjunto español con la intención de "pelear" las leyes aprobadas para el cumplimiento de la Agenda 2023, pues aseguran estar asfixiándoles, hundiendo el sector primario y despoblando el mundo rural. "En algunos casos nos resulta imposible de llevar a cabo con nuestros medios", denuncian.

¿Qué reivindican?

Su malestar más directo es contra el Ministerio de Agricultura, al que le exigen rebajar los requisitos de la nueva Política Agraria Común (PAC) que, a su parecer, "reduce drásticamente las producciones". También piden su compromiso para "no reducir la rebaja de impuestos sobre el gasóleo agrícola" e incluso plantean otra medida más beneficiosa "por los altos precios".

Consideran, asimismo, que la ley de bienestar animal, así como las ambientales y de protección de especies "atentan contra la agricultura, la ganadería y las zonas rurales", por lo que solicitan su derogración. Puntos indispensables para que las movilizaciones cesen, añaden, la ejecución de la ley de precios y el control fitosanitario de los productos procedentes de países extracomunitarios, a los que deberían –siempre según el manifiesto que han hecho público– imponerle aranceles. Enumeran por último el "compromiso de una política de gestión de agua consecuente con las necesidades de cada territorio", y "claridad en el etiquetado sobre la procedencia de los productos".

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