El agua cambia el paisaje

Medio ambiente Precipitaciones históricas

Las intensas lluvias registradas en los últimos meses han provocado que los parajes naturales de la comarca de Ronda se hayan convertido en un espectáculo de cascadas y arroyos nunca vistos

Uno de los arroyos que hace unos años estaba seco ahora discurre tumultuoso.
Javier Flores / Ronda

28 de febrero 2010 - 01:00

Las intensas precipitaciones están dejando numerosos daños y muchas pérdidas en la Serranía de Ronda, aunque también tiene otra cara mucho más amable. La abundancia de las lluvias ha provocado que los parajes naturales de la comarca se hayan convertido en un espectáculo de cascadas de agua y arroyos, que hace mucho tiempo que no contaban con un caudal tan importante y que en muchos casos llevaban años secos. Además, muchos de los numerosos nacimientos que existen han reventado y sus alrededores se han convertido en un espectáculo digno de otras zonas del país, donde las lluvias son mucho más abundantes.

Uno de los casos más espectaculares es el nacimiento de Benaoján, que se ha convertido en una cascada que hace recordar a películas míticas como La Misión o Niágara, salvando las distancias, y donde el espectacular entorno natural ahora cuenta con el complemento con el descenso vertiginoso del agua desde la montaña hasta el río Guadiaro. En un corto, pero intenso recorrido, se pueden apreciar diversas cascadas y rápidos que no dejan indiferente a nadie, hasta el punto de que son muchos los que a diario se acercan a contemplar el espectáculo ofrecido por el agua. Aseguran los más ancianos de la barriada de la Estación de Benaoján, donde se ubica el nacimiento, que hace más de treinta años que no descendía tal cantidad de agua.

Pero no es el único caso. En Cuevas del Becerro su nacimiento también ha sobrepasado el límite de almacenamiento de agua y desde debajo de cualquier piedra surge un chorro de agua que desciende ladera abajo hasta encontrar el canal que le lleve al río. La zona de descanso y las escaleras de acceso a las instalaciones del nacimiento han sido invadidas por al agua y se han convertido en pequeñas cataratas improvisadas. Es otro de los puntos de peregrinaje de muchos que no habían visto algo parecido hasta el momento.

Una situación similar se produce también en el nacimiento de Igualeja, lugar de inicio del río Genal, que en estos momentos también ofrece un espectáculo acuático de gran belleza y que se ha convertido en uno de los grandes atractivos para los visitantes de la Serranía de Ronda. Además, se da la circunstancia de que en los tres casos el visitante puede disfrutar de un fácil acceso, pudiendo llegar en vehículo hasta las inmediaciones de los tres nacimientos y teniendo que andar únicamente unos cuantos metros para disfrutar de semejante obra de la naturaleza.

A ello se unen las numerosas emanaciones de agua que se pueden apreciar en mitad del lugar más insospechado, siendo visibles muchas de ellas desde las propias carreteras que recorren la comarca. Un ejemplo está en las faldas de Cuevas del Becerro, donde el agua forma varias pequeñas cascadas hasta llegar al río. También se pueden apreciar en la carretera entre Ronda y Sevilla en varios puntos. Igualmente, la carretera que une Ronda con la Costa del Sol está blanqueada por barrancos por los que desciende agua a velocidad de vértigo y cascadas que desaparecen cruzando bajo la calzada para proseguir su camino hacia el mar.

Tampoco se pueden olvidar las lagunas naturales que han surgido en diferentes puntos de la comarca, y que hacía años que no se volvían a llenar de agua. Uno de estos casos se encuentra en la conocida como laguna de Alberca, situada de camino entre los términos municipales de Ronda, Setenil y Cuevas del Becerro.

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