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Son físicamente parecidos a los pingüinos, pesados, expertos buceadores y tienen las alas cortas, pero a diferencia de estos mantienen la capacidad de vuelo. El alca (alca torda), una especie de ave marina propia de las frías costas de Islandia, se ha dejado ver en el puerto de Málaga.
"Es una especie emparentada con el frailecillo e invernante en nuestra costa. Cada vez resulta más rara", afirman expertos consultados por este periódico. Se trata de aves marinas que habitan en el Atlántico norte (islas británicas, Islandia, Noruega, la Bretaña francesa), pero, en palabras de Pep Arcos, conocedor de aves marinas de la organización SEO/BirdLife, no es extraño que lleguen aquí a pasar el invierno. Lo único singular es en el estado que llegan estos animales -a veces moribundos- a las costas del mediterráneo, lo que podría ser un trastorno más del cambio climático.
Uliana Shchegoleva, residente en Málaga, fue este domingo testigo del avistamiento de esta curiosa ave. "Disfrutábamos de las vistas al mar sentados sobre los cubos de cemento en el puerto de Málaga cuando vimos a una criatura nadando en el agua", relata a Málaga Hoy. A bote pronto, pensó que se trataba de un pájaro, pero tras observarlo con detalle comprobó que no volaba. "Era bueno buceando y pescando bajo el agua. Vimos que podía ser un pingüino, pero no tengo idea de cómo llegó al puerto", explica.
La plataforma de información ornitológica de la Diputación de Málaga recoge en su página web que esta ave, a medio camino entre las gaviotas y los pingüinos, resulta escasa en la provincia de Málaga. Pueden observarse desde la costa en el puerto de Málaga, la Caleta de Vélez, la zona del litoral de Marbella hasta Estepona y entre Manilva y Casares.
Se reproduce en colonias y a partir de mayo. Pone su único huevo en grietas de acantilados. Las parejas pasan el invierno por separado y mar adentro, aunque son fieles de por vida.
Su sustento son los peces y crustáceos que detecta metiendo la cabeza en al agua a intervalos mientras nada en superficie. Se zambullen e inician una rápida persecución buceando, hasta atrapar su presa. Utilizan patas y alas para impulsarse bajo el agua y, cuando nadan en superficie, lo hacen con la cola levantada y el cuerpo casi fuera del agua.
La estatura y el peso de las alcas se asemeja a una gaviota mediana, pesando medio kilo de pico a cola y midiendo entre 38 y 43 centímetros, con unas alas pequeñas, por lo que si el viaje de migración se complica por las tormentas, su gasto de energía se multiplica.
No es el primer hallazgo de una especie de estas características que aparece en la provincia de Málaga. El pasado verano, bañistas observaron también un pingüino similar en la playa de La Carihuela de Torremolinos. En ese caso se trataba de un ejemplar de Arao común, un ave en peligro de extinción conocido popularmente como 'pingüino gallego' porque anida en las costas de A Coruña y es muy similar a los pingüinos árticos, aunque no guarda relación con ellos.
El animal, que tenía "visibles síntomas de extenuación", estaba varado en la arena. Por su aspecto parecía estar enfermo y era incapaz de levantar el vuelo. Su presencia en estas latitudes es "extraordinariamente rara", según explicaron entonces desde el Ayuntamiento de Torremolinos, que dio cuenta del excepcional hallazgo.
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