El alcalde insta al ciudadano a que deje de ser "espectador" de la crisis

Cuando el descreimiento de la clase política alcanza los mayor niveles conocidos, De la Torre sale en su defensa · Realiza un discurso complaciente con su gestión y entierra la estrategia de los grandes anuncios

Sebastián Sánchez / Málaga

08 de diciembre 2012 - 07:27

En el momento de mayor distanciamiento de la clase política, cuando el descreimiento y el hartazgo alcanza límites nunca vistos antes, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que abandone el "rol de simple espectador" en el actual escenario de crisis y asuma un papel activo. "Tenemos que preguntarnos no tanto qué es lo que puede hacer la sociedad o las administraciones públicas por cada uno de nosotros, sino qué es lo que cada uno de nosotros puede hacer por el progreso de la ciudad, por su avance económico...", afirmó.

Una demanda que centró en buena medida la intervención del regidor en el noveno Debate del Estado de la Ciudad, en el que volvió a quedar patente la doble visión que de la urbe tienen el equipo de gobierno del PP y los grupos de la oposición. "Tú puedes y debes hacer tu parte", insistió en alusión a los malagueños. Mensaje que adornó al emular a John Fitzgerald Kennedy y su emblemático "no preguntes que puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tu por tu país".

Esta invitación a la participación se sumó a una defensa denodada que hizo de la clase política, usada como "diana perfecta debido al cúmulo de frustraciones", alertando contra los que buscan su descrédito. Aunque mostró su comprensión hacia el "hartazgo" y "decepción" ciudadana y consideró fundada la indignación existente, advirtió que ello "no puede amparar ni justificar actitudes incívicas minoritarias que persiguen el descrédito de la política, intentan torpedear la credibilidad y el funcionamiento de las instituciones y pretenden devaluar el sistema representativo".

En su estrategia, llegó a detallar los salarios que percibe él y el resto de los integrantes de la Corporación, reclamando que "no se dé pie a que se frivolice" con este asunto, ya que el desprestigio de la política "podría convertirse en una espiral de consecuencias irreversibles". "La política no puede ser un obstáculo; es el camino", sentenció.

De la Torre, que llegaba a la sesión de ayer en un momento convulso, en pleno conflicto sindical y azotado por la polémica de los viajes realizados con su mujer con cargo a las arcas municipales, huyó del discurso cifrado de otros episodios, pero volvió a renunciar a cualquier autocrítica sobre el funcionamiento del Consistorio y apuntó a la Junta de Andalucía como responsable de algunas de las carencias que presenta la urbe.

El único deje que admitió fue el de las debilidades existentes en la ciudad ante lluvias torrenciales como las caídas el pasado 17 de noviembre. A pesar de ello, no informó de obra alguna para mejorar la situación; se limitó a apuntar que tanto la Gerencia de Urbanismo como Emasa trabajan en la elaboración de estudios, cuyas conclusiones se tratarán de ejecutar previa negociación con otras administraciones para financiar los trabajos de actuación. Ello después de criticar duramente al Gobierno del PSOE y a la Administración regional por negar a la capital las inversiones que en su momento se pactaron en esta materia.

Muy al contrario, el discurso del regidor fue complaciente con su gestión, enarbolando la bandera del pago a proveedores en menos de 25 días y del mantenimiento de los servicios esenciales, así como de los puestos de trabajo. Frente a la reducción significativa que vive la ciudad en materia de inversiones, destacó la necesidad de planificar para "estar preparados cuando llegue la recuperación de la economía". "Somos fuertes en turismo, cultura y tecnología, campos en los que tratamos de ir más lejos, de tal manera que cuando la crisis decline Málaga esté en mejor posición de la que tenía en 2008", insistió.

Y esos dos elementos, junto a la transparencia y a la política social, son, según dijo, los pilares fundamentales de la gestión del equipo de gobierno. Ni una sola propuesta nueva en sus intervenciones, en las que sólo enumeró parte de las obras puestas en marcha en el último ejercicio, caso del tercer carril del Paseo de los Curas, la reciente adjudicación del proyecto para reordenar el tráfico en Cerrado de Calderón y la obra del bulevar sobre el soterramiento del AVE. Actuación en la que, precisó, el Gobierno dará a conocer en un breve plazo de tiempo que la cesión de los suelos se hace sin cargo alguno para el Ayuntamiento.

En el escenario de las infraestructuras, el regidor informó de que tiene ya el sí del Gobierno central y de la Diputación provincial, a la espera de la respuesta de la Junta de Andalucía, a su propuesta para firmar un protocolo de intenciones para constituir un consorcio que permita abordar la definición del proyecto de actuación sobre el cauce del río Guadalmedina y buscar financiación para las obras.

Las alusiones al Metro, la mayor obra de cuantas hoy se desarrollan en la ciudad, fue mínima y sirvió apenas para que el alcalde ratificase su posición contraria al planteamiento de la Junta de llevar en superficie el ferrocarril urbano por el Centro. "Seguimos apostando por un metro operativo cuanto antes, desde la comprensión por la situación presupuestaria, pero tal y como se pactó en un principio por una cuestión de compatibilidad con la vida de la ciudad", aseveró.

Y no consideró oportuno aprovechar tan simbólica cita para dar a conocer los usos que acogerán los edificios de Tabacalera vacíos tras el fracaso de Art Natura. Sobre ello, simplemente comentó que "la lista de proyectos superan la capacidad" de los inmuebles. Sí avanzó la existencia de negociaciones con la Fundación Berrocal para que se instale en el conocido Cubo de la esquina de los muelles 1 y 2 del puerto.

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