Más de 150.000 alumnos en Málaga se incorporan este jueves a las aulas del curso más incierto
Cuatro colegios han cerrado para su desinfección por positivos en Covid en sus plantillas
Los sindicatos critican que la Junta no ha puesto los medios necesarios para una vuelta segura
Málaga/Nada tuvo que ver el principio con el final del curso pasado. Los 338.756 alumnos que se incorporaron a las aulas en septiembre, desde segundo ciclo de Infantil hasta Bachillerato, nunca imaginaron que seis meses después sufrirían el cambio más radical de su historia escolar. Recluidos en casa y con una docencia telemática que más de 16.000 alumnos en la provincia no pudieron seguir por falta de medios o motivación. Mañana toca regresar a las aulas para emprender el curso más incierto de todos. Más de 150.000 estudiantes tienen el reto de hacerse con una normalidad bien distinta a la de siempre.
Distancia, mascarillas, recorridos marcados, grupos burbuja, desayunos en clase y recreos separados serán a partir de ahora la práctica habitual de los estudiantes, que vuelven en su inmensa mayoría a la presencialidad. Al menos, mientras no se produzcan cuarentenas de su grupo y nuevos confinamientos temporales.
En estos días previos a la incorporación del alumnado, cuatro centros de Málaga han tenido que cerrar sus puertas de forma puntual para desinfectar los espacios por positivos en Covid de sus plantillas, aseguran desde el sindicato Comisiones Obreras. “Tienen que localizar el área en la que han estado las personas contagiadas y desinfectar”, apunta Félix Martín, secretario general de Enseñanza de CCOO Málaga. Y destaca que “ya hay profesores de baja médica por Covid”.
El sindicato afirma que la Consejería de Educación no ha puesto sobre la mesa los recursos humanos que creen oportunos para una vuelta segura. “Es incomprensible que la Junta haya estado durante seis meses sin hacer nada y ahora en cuatro días quiera hacer un regreso a las aulas sin poner los medios necesarios”, comenta Martín. Y subraya que la administración regional, además, “ha trasladado a los equipos directivos y al profesorado toda la responsabilidad de los protocolos cuando es el personal técnico de la Consejería el que tenía que haberlos elaborado, no los maestros”.
Además, desde CCOO estiman que “el coordinador Covid tiene que ser un sanitario, no un docente, no se le puede trasladar toda esa responsabilidad a un profesor”. Lamentan, por tanto, que no se haya actuado con más previsión cuando “han tenido tiempo de hacerlo”.
Las reivindicaciones del sindicato ANPE van en la misma línea. “Hemos estado negociando hasta el último momento porque no se han puesto las medidas esenciales, la bajada de ratio y el aumento de la plantilla”, explica María del Amo, presidenta provincial de ANPE.
Para este sindicato harían falta un mínimo de 9.000 docentes más en Andalucía para poder hacer los desdobles que figuran en la última circular del 3 de septiembre para el alumnado a partir de 3º de Secundaria. “Sin profesorado y sin espacios los desdobles son inviables”, dice del Amo. Y destaca que en zonas como la Costa del Sol y ciertos distritos de Málaga capital las ratios están saturadas desde hace años.
“Otras fórmulas son posibles, se podían haber invertido en mobiliario nuevo, en aulas prefabricadas para hacer los desdobles, pero no se han puesto las medidas y eso demuestra que la educación no es prioritaria para nuestros políticos”, critica Del Amo.
ANPE lleva tiempo luchando por la implantación de la enfermera escolar en cada centro y con la pandemia esta figura parece más esencial que nunca. “Debería de haber una enfermera para establecer medidas de contención ante alguna sospecha y vigilar que se cumpla el protocolo, no un coordinador Covid que es un maestro al que se le ha dado un curso de formación de 10 horas”, apunta.
Otro problema añadido, destaca, va a resultar de la flexibilización de los contenidos curriculares, porque “se va a dar lo mínimo, se va a trabajar por ámbitos para que entre el menor número de profesorado al aula, así que los docentes van a impartir materias afines sin que sean su especialidad”, afirma Del Amo.
Tanto ANPE como CCOO plantean movilizaciones de protesta para los primeros días de este difícil curso escolar.
Docentes que acuden a su puesto con miedo al contagio
Según un informe de la consultora Affor Prevención Psicosocial, más de la mitad de los docentes españoles muestran síntomas de ansiedad provocados por el Covid-19 y el regreso a las aulas. En esta pandemia, el 90% de los profesores ha sufrido alteraciones de sueño, un 89,5% nerviosismo, irritabilidad o tensión y un 42,7% se siente poco feliz y deprimido con su trabajo, indican en el estudio. La preocupación de los docentes a enfrentarse a su actividad presencial, en espacios reducidos y llenos de alumnos, usando mascarilla durante toda la mañana e intentando un distanciamiento que en muchos casos complicará su labor es real y se la trasladan tanto a equipos directivos como a centrales sindicales. “El profesorado esta muy preocupado, hay personal vulnerable y a todos se les está mandado un comunicado en el que dicen que no tienen riesgo alto y que se tienen que incorporar presencialmente”, afirma María del Amo, presidenta provincial de ANPE. Temen por ellos y porque contagien a personas a su cargo con patologías. “Esa inseguridad la tienen porque se han tomado medidas de prisa y corriendo, sin consensuar con la comunidad educativa, y se les obliga a meterse en un sitio cerrado que no cumplirá con el distanciamiento porque no hay espacio físico ni una ventilación adecuada”, agrega Del Amo. También considera que los test que se les ha hecho a la comunidad educativa son poco fiables y que “podían haber invertido ese dinero en algo más efectivo”. Félix Martín, secretario general de Enseñanza de CCOO, apunta que “lo que nos está llegando es que personas que pidieron vulnerabilidad para no asistir de forma presencial se le está negando a todos, enfermos de diabetes, hipertensión, les están diciendo que se tienen que incorporar, que tienen que estar obligatoriamente en el aula”. Ante esta situación, los sindicatos estarán vigilantes y “denunciaremos todas las irregularidades que veamos tras la incorporación del alumnado”, incide Martín. Mientras, el consejero de Educación, Javier Imbroda, asegura que los colegios van a ser espacios más seguros que las casas.
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