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Se acercan los finales y la tensión se siente entre los alumnos que entran y salen de las bibliotecas del campus de Teatinos. Después de las Navidades, las instalaciones de la Universidad de Málaga vuelven a abrir y reciben a cientos de estudiantes para exprimir al máximo los últimos días previos al comienzo de exámenes.
Con carácter excepcional, la Biblioteca General, junto a las bibliotecas de Ciencias, Medicina, Económicas y Empresariales, e Informática y Telecomunicaciones permanecen abiertas desde el 2 de enero al 15 de febrero más allá de sus horarios habituales. "Nosotros llevamos viniendo desde el primer día que abrió en enero, aunque yo antes de que cerrase en diciembre venía también", apunta una alumna de psicología de la UMA.
Muchos de los alumnos prefieren aprovechar las instalaciones de las bibliotecas para preparar sus exámenes, antes que hacerlo en casa: "Me concentro más en la biblioteca porque veo a la gente igual de concentrada que yo y se me contagia, es un ambiente distinto", afirma una alumna de enfermería. Uno de los principales motivos son las distracciones: "Yo en casa a lo mejor cojo el móvil, desconecto, vaya, que no me pongo como cuando vengo a la biblioteca. Además en mi casa hay mucha gente y me desconcentro", responden alumnas de turismo y de psicología.
Además, durante la época de exámenes, el ir a la biblioteca supone un motivo para socializar: "Prefiero venir aquí a estudiar porque como vengo con mis amigos, aprovechamos los descansos para hablar y despejarnos", cuenta un alumno de Ingeniería. Otras alumnas explican que lo que les motiva a venir a la biblioteca es el hecho de salir un rato de casa y arreglarse, "una ruptura de la monotonía".
Hay muchos estudiantes que se pasan el día en la biblioteca, desde que abre hasta que cierra. "Solemos venir por la mañana cuando abren, y nos tiramos todo el día hasta que cierran sobre las 21:00. Hacemos un descanso para comer y seguimos", cuenta una alumna de psicología. "Nos cunde más por la mañana, estamos más activos", responde su compañero.
Aunque la mañana sea el horario con más afluencia de estudiantes, hay algunos que prefieren venir a horas menos concurridas: "A mí me gusta venir más por la noche, porque la oscuridad me relaja y encima no hay tanta gente y me meto en el estudio al máximo". "Yo estudio unas 12 horas al día pero respeto lo de dormir bien", señala una alumna de medicina.
Sin embargo, siguen habiendo muchos estudiantes que todavía prefieren quedarse en casa. Una alumna de empresariales relata que prefiere estudiar en su habitación: "Yo estudio en voz alta, lo que hago es leérmelo y lo repito hasta que se me queda".
En periodo de exámenes, desde el día 9 de enero, el acceso a cualquiera de las bibliotecas que ofrecen horario especial requerirá una reserva previa a través de la app móvil Affluences y estará limitada a los miembros de la comunidad universitaria. Esta reserva se puede realizar con una antelación máxima de dos días. El sistema de reservas supone un alivio para los estudiantes que no quieren quedarse sin plaza: "Antes, esto parecía una competición para ver quien pillaba sitio, ahora con las reservas, es mucho más fácil", confiesa un alumno de Derecho.
El acceso a la Biblioteca de Ciencias Económicas y Empresariales en periodo de exámenes, en horario nocturno y fines de semana, será por la Secretaría de la antigua Escuela de Estudios Empresariales, frente al Pabellón de Gobierno.
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