Cierran un edificio de otro colegio de Carranque por grietas tras la clausura del Domingo Lozano

Málaga/El colegioDomingo Lozano no es el único de Carranque afectado por grietas y cierres. El Ciudad de Popayán mantiene cerrado desde el mes de abril de este año un edificio adyacente que emplazaba el gimnasio y varias aulas. Hasta el 8 de abril de este año no se ha clausurado el edificio por parte del Ayuntamiento de Málaga, después de que el pasado mes de febrero iniciasen las catas y estudios geotécnicos en Urbanismo.

Durante las visitas al edificio se han observado "grietas y fisuras en los tabiques" algunas de las cuales "inclinadas 45 grados" tienen un reflejo en las fachadas exteriores. Las mismas, están probablemente ocasionadas por la sequía, "son indicativas de pequeños asentamientos diferenciales en la cimentación, probablemente ocasionados por la desecación de los terrenos".

Pero también, según el informe técnico estructural al que ha tenido acceso este periódico, los forjados no cumplen con las limitaciones de fecha establecidas para el uso al que están destinados y que es necesario reforzar la cimentación actual, que está "infra dimensionada".

Las grietas, según los informes, además, podrían haberse visto incrementadas por la mala construcción del mismo, que data de 1975. "Si estuviera realizado con cimentación adecuada y armadura de hierro, a buen seguro no se hubiera dañado", concluyen.

Desde el AMPA del colegio afirman que "hace cinco años que estamos luchando porque lo arreglen" y lo han estado utilizando hasta este curso. Tanto que la fiesta de Navidad la realizaron en el gimnasio, aseguran. Ahora, las actividades deportivas que se realizaban en el interior del edificio han pasado al patio exterior, pero también a pasillos y otros ambientes menos típicos, "ahora vas por el colegio y te encuentras a los niños de infantil haciendo las actividades entre las aulas", aseguran desde el AMPA.

En febrero de este año, un informe de Urbanismo aseguraba que mienttras se hacían las catas necesarias para comprobar los desperfectos del edificio y los trabajos necesarios para su reparación, el mismo estaba en desuso.

Este periódico ha periódico ha publicado esta mañana que ele edificio se usaba a diario, en reflejo de unos informes de Urbanismo a los que ha tenido acceso. En los mismos, con fecha del 12 de marzo, la directora del centro reclamaba a la Gerencia que modificase un informe en el que afirmaba que el edificio estaba en "desuso", asegurando que el uso era diario. En posterior conversación con Málaga Hoy, la dirección afirma que se utilizó a diario hasta que comenzaron los trabajos municipales. El edificio cuenta con una segunda planta que se utilizaba como aula de expresión artística y otra serie de espacios que reservan a almacenaje en estos momentos.

Desde la Gerencia se asegura que en estos momentos el edificio "es un centro de trabajo abierto incompatible para cualquier uso no relacionado con la obra", advirtiendo que durante las visitas se ha observado a "alumnos y profesores acceder al interior del gimnasio". La dirección asegura que en momentos puntuales el profesorado accedía para recoger material del interior, pero no los niños.

La delegación de Educación de la Junta de Andalucía asegura que es el Ayuntamiento el que se ha comprometido a hacerse cargo del mantenimiento y que los alumnos no verán afectado el normal transcurso de sus clases, a las que les quedan unos días. Tampoco tendría que afectar al inicio del nuevo curso.

Cabe recordar que el Ciudad de Popayán es uno de dos centros que albergan a los alumnos del Colegio Domingo Lozano, después de que este tuviera que cerrar. Los estudiantes desde los tres años hasta segundo de primaria –un total de seis unidades– fueron traslados a este centro por su proximidad, mientras que el resto están en el Luis Braille. Entre el Domingo Lozano y el Ciudad de Popayán sólo hay que recorrer 220 metros a pie, en lo que se tarda unos tres minutos.

En el caso del Domingo Lozano, la Gerencia Municipal de Urbanismo tuvo que cesar la actividad en el colegio tras un informe en el que se confirmó que los problemas estructurales eran peligrosos a medio plazo, tras tener cerradas y apuntaladas hasta cinco aulas.

Eso sucedió en diciembre del pasado año, después de que unos meses antes, en septiembre, desde la Consejería de Desarrollo Educativo de la Junta de Andalucía negó que existiera riesgo alguno para los alumnos y profesores del centro. De igual forma, Teresa Porras, concejala del distrito Cruz de Humilladero, también afirmó que no había ningún peligro en seguir utilizando el resto de aulas del centro.