30 años al servicio de la naturaleza
medio ambiente | El seprona de la guardia civil celebra su trigésimo aniversario
Unos 45 agentes forman esta unidad ambiental en la provincia y a sus espaldas acumulan casi 400 delitos investigados desde 2014
Fue allá por 1844 cuando se creó la actual Guardia Civil por iniciativa del duque de Ahumadas. Por aquella época poco podían imaginar que el medio ambiente se iba a convertir en un ámbito tan reglado y protegido, pero sí se vislumbraba una preocupación por la naturaleza. Tanto es así que una de las obligaciones de aquellos primeros agentes, e incluida en la llamada cartilla del guardia civil, era de la velar por "la conservación de los montes y arbolados, bosques del Estado y de los particulares para evitar los cortes y extracción furtiva de los caídos".
Aquella primera inquietud ambiental fue el origen de la que fue la primera policía medio ambiental de toda Europa y que este año celebra su 30 aniversario al servicio de la naturaleza. Aunque desde 1982 las llamadas patrullas rurales motorizadas ya hacían un trabajo de vigilancia en los montes, no fue hasta seis años después cuando se creó lo que hoy en día es el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
En aquel entonces la figura del agente estaba muy relacionada a la moto y la gente los reconocía precisamente por ese particular compañero de trabajo y por el que eran conocidos como los araña porque, según explicó Carlos de la Poza, uno de los veteranos del Seprona y ahora destinado en Málaga, "llegábamos a todos los lados".
Para ello, recibían una dura y exigente formación en el manejo de la moto como fiel compañera. "Nos tenían un mes haciendo prácticas con las motos subiendo y bajando cerros y eran muchos los que no pasaban las pruebas por lesión", contó este agente del Seprona, que lleva 30 años en el cuerpo y que reconoce la importancia de la vocación en este caso.
Los propios agentes la denominan la vocación del sepronero por tratarse de un servicio "penoso donde pasas frío y calor, y no suele tener destinos atractivos al empezar en zonas rurales". Sin contar aquellas duras pruebas de los inicios para las que no todo el mundo estaba preparado.
Pero mucho ha cambiado y mucho ha mejorado esta unidad que se ha convertido en una referencia internacional y que persigue con ahínco cualquier afección al medio ambiente y al patrimonio histórico, éste último aspecto menos conocido de sus funciones pero de la que también se encargan en el amplio abanico de competencias que tienen asignadas.
Maltrato animal, ordenación del territorio, minería, contaminación, incendios forestales, residuos, vertidos, venta ilegal de animales y flora, pesca y caza prohibidas, y un largo etcétera que han convertido al Seprona en un garante incuestionable de la protección de la naturaleza de la mano de los 45 agentes que componen el servicio en toda la provincia de Málaga.
La complejidad del Seprona 30 años después de su creación es precisamente la continua formación que requiere el personal por el amplio marco legal y normativo de las distintas administraciones que tienen que controlar para llevar a cabo su labor, sin contar con los numerosos convenios de colaboración internacionales en los que están involucrados.
Erróneamente hay quien puede pensar aún que el Seprona son aquellos guardias civiles que van en moto por el campo por si alguien caza o pesca de manera ilegal. Pero en general esa visión es cada vez más residual. "Ha evolucionado la sociedad y hemos evolucionado nosotros", aseguró José Benito, sargento primero y jefe del equipo de investigación Eprona en Málaga, al que pertenecen siete agentes y a los que dirige desde 2009 con una inagotable dedicación.
En el haber de este equipo hay un extenso listado de éxitos policiales que han derivado en casos judiciales que sin duda harán historia. Uno de los más sonados, y que ha creado un antes y un después en el maltrato animal, fue a raíz de la operación Óbito que el Seprona destapó en noviembre de 2010 tras una cuidada investigación en la llamada protectora de los horrores de Torremolinos, donde fueron exterminados de forma masiva cientos de animales. Tras un mediático juicio y una sentencia considerada histórica por los juristas, la autora de estos hechos y presidenta de la Asociación para la Protección de Defensa de los Animales Parque Animal, Carmen Marín, ingresó en prisión en donde deberá cumplir una condena de tres años y nueve meses, algo nunca visto antes en España.
En una fase mucho más inicial, pero en la que la experiencia de Parque Animal ha sido una importante baza, el equipo del Seprona ha sacado a la luz otro caso en el que una asociación en defensa de los animales se ha visto involucrada. La operación Tribet, como ha sido bautizada por los agentes y que aún está en fase de instrucción, investiga a la protectora Triple A de Marbella y en la que hay cuatro detenidos y 13 personas más implicadas.
En su afán incansable de perseguir el delito fueron también los agentes de este equipo, dirigidos por el sargento Benito, los que desenmascararon un presunto fraude en la gestión de los residuos derivados de la construcción y demolición al localizar un vertedero ilegal en pleno parque natural de Sierra Tejeda y Almijara, donde se depositaron hasta 800.000 metros cúbicos de restos de obra sin control alguno. Era la operación Rubbish (basura en inglés) y en ella se vieron involucradas casi una treintena de personas, entre ellas, el ex alcalde del municipio José Alberto Armijo y la actual alcaldesa, Rosa Arrabal.
El esclarecimiento de la autoría del gran incendio forestal, declarado en Coín el 30 de agosto de 2012 y que arrasó más de 8.000 hectáreas de seis municipios malagueños en apenas dos días, es otro de los grandes logros del Seprona en su historia más reciente. Un vecino de Alhaurín el Grande fue detenido apenas un mes después por la presunta quema de restos de poda que hizo en una finca de la zona pese a estar prohibido en pleno verano y pese a las duras condiciones climáticas que había ese día debido al fuerte viento de terral, y que derivaron en una auténtica tragedia. A su paso el fuego arrasó decenas de viviendas, vehículos, infraestructuras urbanas, parajes naturales de enorme valor ecológico y la vida de dos personas que fueron sorprendidas por el fuego.
Operación Rotamm contra el tráfico ilegal de neumáticos de segunda mano en un caso conocido también como Seseña II, operación Melo contra la venta ilegal de residuos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, operación Asta contra el furtivismo en la sierra norte de Málaga, la operación Anf-Red contra el comercio ilegal de material arqueológico subacuático y operación Sterol contra el tráfico ilegal de medicamentos. Son sólo algunos de los retos a los que se ha enfrentado este equipo en los últimos años.
Pero a todo eso se une también el trabajo realizado por la llamada patrulla del Seprona, de la que forman parte seis agentes, dedicada a las labores operativas. Es decir, atender todo lo que los ciudadanos denuncian en el ámbito de sus competencias y lo que detectan en su continua presencia en la calle.
Desde 2011 el sargento jefe de la patrulla Seprona en Málaga es Carlos Plaja y, aunque reconoce que los casos más habituales que atienden por denuncia tienen que ver con la protección animal, su día a día es una caja de sorpresas en la que pueden hacer frente a casos de todo tipo. Cebos envenenados, vertidos, caza furtiva, uso de cachimbas, o control de los talleres de vehículos, establecimientos alimenticios o tiendas de tatuajes son sólo algunos ejemplos de su intensa actividad. "Somos la cara visible y los que realmente vemos in situ la problemática que hay en las materias ambientales que tiene encomendadas el Seprona", aseguró el jefe de la patrulla, que se ha convertido en el látigo permanente de la pesca y venta de inmaduros.
No es una mera impresión. La ajetreada actividad del Seprona, cuya sección en Málaga está dirigida por el teniente Salvador Fernández Botello, se mide en datos y solamente en los últimos cuatro años y medio ha investigado casi 400 delitos, detenido e investigado a más de medio millar de personas y detectado alrededor de 13.400 infracciones en la provincia.
En sus 30 años de vida ha demostrado que el medio ambiente necesita un aliado así.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por SO/Sotogrande Spa & Golf Resort
Contenido Patrocinado