Un juez anula el alta médica de una mujer que iba a trabajar con collarín
El fallo condena a la Seguridad Social a pagarle 45 euros por cada día que tuvo que acudir a su puesto
Saida Sánchez ha ganado el pulso que tenía con la Seguridad Social. Un juzgado le ha dado la razón y ha dejado sin efecto el alta médica dispuesta por la Inspección de ese organismo y que le obligaba a ir a trabajar con un collarín. Es más, la sentencia condena a la entidad a abonarle 45,15 euros de la prestación de incapacidad temporal por cada día que ha tenido que acudir a su puesto de trabajo. La mujer, auxiliar del Hospital Costa del Sol de Marbella, se dio de baja el 1 de febrero pasado por problemas cervicales. Sin embargo, el 17 de marzo la Inspección de la calle Kandinsky estimó que no se justificaba la prolongación de su carpeta médica y le dio el alta. Aunque Saida las impugnó, tuvo que incorporarse a trabajar. Lo hizo con collarín porque aseguraba que seguía con dolor y contractura.
En su momento, la Seguridad Social justificó el alta en el peritaje y el informe de los técnicos. Según su reconocimiento médico, presentaba "movilidad cervical limitada en lateralizaciones", pero sin vértigos ni contracturas; por lo que estimaba que podía realizar su trabajo habitual. Saida acudía cada día a su puesto. Pero el 5 de mayo, estaba trabajando y perdió el conocimiento en el vestuario. Nuevamente se dio de baja.
El 11 de julio llegó el juicio por la impugnación del alta médica del 17 de marzo. Al día siguiente salió el fallo. La sentencia del Juzgado de lo Social número 6 de Málaga considera hecho probado que Saida presenta un síndrome cervicobraquial difuso. En la resolución, se recoge un informe del propio hospital en el que trabaja la auxiliar.
El documento concluye tras una exploración que la mujer presenta "dolor en el trapecio derecho, escalenos anteriores y medios [...] con intensa contractura" y "limitación de columna cervical en todos los grados". Tras analizar las pruebas y testimonios, el juzgado concluye que la demandante "no estaba en condiciones de asumir su reincorporación a la actividad laboral" por lo que estima la impugnación que hizo. Por ello, la sentencia deja sin efecto el alta de la Inspección del 17 de marzo y condena a la Seguridad Social a abonarle por incapacidad temporal 45,15 euros diarios desde esa fecha hasta el 5 de mayo en que volvió a darse de baja. Según la mujer, sus problemas cervicales comenzaron después de que en el año 2003 un paciente la agrediera cogiéndola del cuello y zarandeándola.
Saida cuenta que ya lleva más de una docena de infiltraciones -que se hace en el Servicio de Rehabilitación del hospital- para tratarse su dolencia cervical. "Y cada vez son entre 10 o 15 pinchazos", precisa. Por eso, se siente "satisfecha" de que un juzgado le haya dado la razón. Contra la sentencia no cabe recurso de suplicación.
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