Este arbusto de Málaga puede desaparecer por el cambio climático
Se trata de una especie que puede ser un aliado contra la sequía, al ser capaz de condensar la humedad de las nieblas y aportar agua al suelo
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El cambio climático provocará la desaparición de un arbusto de Málaga que, según los expertos, puede ser un aliado contra la sequía al producir un aporte extra de agua a través de sus hojas. Se trata del boj balear, una especie que se encuentra en zonas áridas de Málaga, Granada y Almería y que tiene la particular habilidad de condensar en sus hojas la humedad de la niebla, haciendo que las gotas de agua caigan al suelo y puedan llegar a las cuencas y acuíferos.
Una investigación de la Universidad de Córdoba ha alertado del peligro de que desaparezca esta especie vegetal a causa del cambio climático. Según los científicos, este arbusto tiene la capacidad de proporcionar un aporte extra de agua al suelo, sin embargo, "futuros escenarios de cambio climático calculados hasta finales del siglo XXI alertan de la desaparición del boj balear en el sudeste peninsular por lo que es necesario desarrollar programas de conservación que eviten esos escenarios".
En los tres escenarios que han calculado, para 2040, 2050 y 2100, el boj balear tiende a desaparecer debido a una reducción de las nieblas de advección, "un fenómeno ecometeorológico que facilita la presencia de boj balear en su último reducto", según José Luis Quero, uno de los participantes en la investigación.
Sus hojas condensan el agua de la niebla
Este fenómeno, que los fenicios ya conocían y denominaban taró es una especie de microprecipitación frecuente en verano que se forma al entrar en juego un viento cálido del interior, llamado terral, y un enfriamiento del mar de Alborán. Cuando el terral cesa, vuelve a soplar aire del mar hacia el interior peninsular transportando la humedad fría del mar.
"Esas nieblas de advección son fundamentales porque el boj tiene sed, como todas las plantas en verano, y resulta que en verano estas nieblas, que son bastante frecuentes, le dan esa capacidad de condensar y sobrevivir", ha explica el catedrático de Ingeniería Forestal Esteban Hernández Bermejo.
Además, las nieblas de advección no solo benefician al boj balear, sino también al resto de especies que viven con ella, ya que el boj ha formado unas comunidades o bojedas donde hay una alta concentración de biodiversidad en las que las especies proporcionan diferentes servicios a la sociedad.
Sin embargo, las nieblas de advección, en futuros escenarios de cambio climático, se van a ir reduciendo, lo que supone una reducción de un aporte extra de agua para una planta que originariamente no proviene de climas secos, sino más húmedos.
La investigación, que también ha estudiado el hábitat, las formas de propagación o los usos asociados al boj, ha servido para identificar la existencia de dos hábitats diferenciados en el que vive la planta. El primero de ellos está caracterizado por el taró y se da a una altura en torno a 200-500 metros de altitud y el segundo está identificado por las nieblas orográficas que aparecen también como consecuencia de movimientos de capas de aire.
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