"Pepe, ahí no": el artículo de 37 arquitectos de Málaga contra la torre del puerto
Tribuna de opinión
Réplica al escrito publicado en este periódico por José Seguí: El hotel "torre del puerto" de Málaga: un debate contradictorio
Todos los informes y estudios sobre la torre del puerto de Málaga: "Es difícil encontrar opiniones a favor más allá de su arquitecto"
Tras la finalización del proceso administrativo de aprobación de la modificación del Plan Especial del Puerto que habilitaba la construcción en el extremo del dique de levante de un edificio de 27 plantas con uso hotelero, proceso en el cual se produjeron multitud de alegaciones de todo tipo de instituciones, nuestro compañero Pepe Seguí ha escrito un artículo en este periódico en el que defiende su proyecto, como tiene que hacer; más cuando ha sido su creador, inductor y gestor.
En el artículo pretende desprestigiar las alegaciones habidas de diferentes instituciones, calificándolas de relato localista, casticismo intelectual, postureo demagógico y victimista, posicionándose, él y su proyecto, en el lado del rigor y creatividad que requiere el futuro.
De forma que esa torre en medio del mar representa algo así como la apertura de calle Larios, la apertura de la ciudad al mar, la cabecera de las actuaciones recientes en el Puerto, su continuidad histórica, su futuro... Añadiendo lo retrógrado de unas alegaciones criticando un edifico alto, tantos como hay de importancia en el mundo entero.
Empecemos por la edificación en altura. No les llamaremos rascacielos, como no le gusta a Pepe, al parecerle un término peyorativo. Impreciso sí es. El edificio exento plurifamiliar en altura es una forma más de tipología edificatoria, con sus pros y sus contras. Ciudades americanas y asiáticas la han elegido como modelo de desarrollo, con resultados contradictorios. Y ejemplos bellísimos de edificios los hay desde los inicios del Movimiento Moderno.
Son una forma más de conseguir compacidad y densidad en las ciudades, a veces mayores zonas libres, a cambio también de no obtener los "corridors" comerciales de la ciudad tradicional alineada. También son una forma más de enfatizar zonas de "city" determinadas, o formas de construir con poco suelo.
Sin olvidar tanta barriada de los años 70 en Málaga, cuya altura, aunque mucho menor, sirvió para densificarlas inhumanamente. El PGOU de 1983, con Pepe como coautor, impuso una altura máxima en toda la ciudad de B+6. Una acertada limitación de altura que ha condicionado que los desarrollos posteriores tengan también menores densidades, y que solo en el PGOU de 2010 se ha liberado en parte.
Como edificios aislados en altura, se utilizan fundamentalmente como hitos, a veces para cualificar zonas degradadas. Y es ahí donde origina las mayores controversias, dependiendo de la ciudad consolidada de donde se instauran, y también, cómo no, de la calidad de los edificios y de su facultad para crear una nueva imagen del lugar asumida por todos.
La Torre Montparnasse de París, que menciona Pepe, por ejemplo, descontextualizada de todo su entorno en origen, dio lugar a una gran oposición en la ciudad, que determinó una normativa general en París, a partir de entonces, de prohibir la altura superior a siete plantas.
Otro tipo de edificios son los colocados de nuevo cuño en las fachadas marítimas de las ciudades, que cambian su "sky line". A veces para bien, a veces no tanto. Generalmente los nuevos "sky line" de las zonas nuevas crean una nueva imagen de la ciudad además de cualificar e identificar el territorio. Las torres del Puerto Olímpico de Barcelona, como remate de la recualificación de toda la zona con la creación de la villa olímpica fue un buen ejemplo de ello. Incluso el posterior Hotel Vela dignificó y dio carácter a la Barceloneta.
Siempre con el cuidado que la administración urbanística de Barcelona trata estos temas. El hotel Vela fue obligado a reducir sus plantas a la mitad, para quedar muy por debajo de las torres gemelas del puerto olímpico. Un análisis y consideración del “sky line” general de la ciudad, tratado en su conjunto, donde las torres simbolizaban la ciudad nueva, como símbolo mayor.
Una torre "en medio del mar"
Lo del proyecto de la torre para hotel en el extremo del dique de levante de Málaga no es nada de eso. Una torre “en medio del mar”, no forma parte del “sky line” de la ciudad. Sí tiene vocación de hito. Por su posición aislada, por su tipología exenta en altura, que hará confluir en ella todas las miradas.
No es la cabecera, como se dice, de las últimas actuaciones en el Puerto en los muelles 1 y 2. Por la distancia y por no tener nada que ver. Esas actuaciones sí se incardinan dentro de las operaciones puerto-ciudad que se están llevando a cabo en muchos puertos. Sobre todo, el muelle 2 ha dejado a la ciudad el mejor espacio libre de su historia, junto a su centro histórico abriendo la ciudad al mar. Eso es abrir la ciudad al mar y no un edificio privado con contemplaciones lejanas de la ciudad o de altamar.
Aquello fue responder en el tiempo a los requerimientos del lugar, continuar con el proceso histórico, construyendo el futuro sin perder de vista el pasado.
No lo es anteponer a una ciudad histórica consolidada un edificio sin sentido en su tipología y sin ni siquiera en su uso. Eso es lo malo de este hito, que lo hace único. Que está frente al centro de una ciudad histórica.
Una ciudad que tiene en su escudo la Alcazaba y Gibralfaro, como sus señas de identidad a lo largo de los siglos, tal y como se ha divisado siempre desde el mar. Una ciudad que ha tenido en su Farola, más allá de su utilidad como faro, su bello y auténtico hito histórico, su "finis terrae", a partir del cual estaba "la mar océana".
Un edificio de ese calibre en ese sitio, tiene la actitud pretenciosa de sustituir todos esos símbolos, de situarse, de manera desafiante e insolente, delante, para acaparar toda la simbología, para convertirse en el estandarte que representa a partir de entonces a toda la ciudad, cuando en realidad será el icono de su desarrollo inmobiliario, captando todas las plusvalías de su localización.
Con independencia del valor del proyecto, un edificio así no tiene categoría para eso. La ciudad no lo asumirá como tal. Y no es una apreciación subjetiva. Es curioso cómo se tergiversa el Convenio Europeo del Paisaje. Lo que firmaron casi todos los países europeos para reconocer, definir y caracterizar los paisajes y establecer políticas de protección y gestión, con participación pública e integración en las políticas de ordenación del territorio, sociales, culturales y ambientales, para algunos es solo el reconocimiento de que el paisaje es algo subjetivo, y por tanto imposible de proteger. Algo que ha calado hasta en la Consejería de Medio Ambiente supervisora del estudio de impacto ambiental.
La definición de paisaje del Convenio Europeo como cualquier parte del territorio tal y como lo percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción e interacción de factores naturales y humanos, lo que pretende es no dejar de lado en su protección y gestión los paisajes cotidianos que la población considera dignos de protección. Hacer hincapié en la participación ciudadana para reconocer y caracterizar los paisajes, no implica que no diga que hay que realizar las acciones encaminadas a conservar y mantener los aspectos significativos o característicos del paisaje, justificados por su valor patrimonial derivado de su configuración natural y/o de la acción del hombre.
Lo malo es que la participación ciudadana reglamentada de los planes urbanísticos no deja de ser una quimera. Alegaciones en esta Modificación del Plan Especial ha habido muchas, y casi todas en contra. Que no han sido tenidas en cuenta. Generalmente no se tienen en cuenta salvo flagrantes incumplimientos de alguna ley.
Y aquí no hay ninguna ley que incumplir. Un Plan Especial que se modifica “ad hoc” para dar cabida a un proyecto concreto, cambiando las normas del plan y las calificaciones que hagan falta de dicho Plan, sin ni siquiera alguna norma paraguas, precepto o directriz del PGOU. Con un informe ambiental que dice que lo del paisaje es subjetivo.
Este proyecto no ha salido de ninguna planificación previa general, ni siquiera de una intención previa pensando en el puerto y la ciudad. Ha tenido y tiene muchos detractores. Pero si se cree que las opiniones de tantos sobre su repercusión en el paisaje no dejan de ser opiniones subjetivas, que se convoque un referéndum. Parece que para algunos no hay otra manera de verificar que la opinión sobre la alteración del paisaje, algo absolutamente objetivable, es mayoritaria.
La decisión final está ahora en el alero del Consejo de Ministros. Consejo de MinistrosA él le corresponde determinar la excepcionalidad del uso hotelero, prohibido por la Ley de Puertos, por razones de interés público. Debe ser difícil demostrar el interés público de un hotel en ese lugar alejado de la ciudad, en suelo público, con un edificio en altura interrumpiendo los paisajes de la ciudad. Al Consejo le compete determinar primero el interés público, pero también si puede verificarse esa alteración del paisaje, y establecer su grado de compromiso con el Convenio Europeo del Paisaje firmado, de conservar y mantener los aspectos significativos o característicos de ese paisaje.
La ciudad no tiene necesidad de ese hotel, a costa de su injerencia en su patrimonio visual. Posiblemente sí lo tengan sus promotores. Pero hasta para compensar esto habría soluciones. Alguna se ha insinuado de recolocar una edificabilidad parecida, más en el “sky line” de la ciudad fuera del centro histórico, quizás en el puerto deportivo de San Andrés.
Estudiando, esta vez sí, todo el frente marítimo de la ciudad. Pero Pepe, ahí en medio del mar, delante del Centro Histórico, por favor, ahí NO.
Listado de firmantes
Este artículo ha sido rubricado por estos 37 arquitectos de Málaga:
- Alvarez de Toledo, Andrés
- Bermejo Cuestas, Jesús
- Blanco i Pastor, Antonio
- Cámara Guezala, Isabel
- Costa Lourido, Antonio
- Cuerda Fiestas, Francisco
- Delgado Viruet, Francisco
- Díaz Casado, Antonio
- Díaz Cabiale, Lorenzo
- García Egea, César
- Gómez Martín, Rafael
- González Hazañas, Sebastián
- González Díaz, Isaac
- González Juli, Sebastián
- Jiliberto Herrera, José Luis
- Jiménez Játiva, Francisco
- Jiménez Zurita, Félix
- Lobón Martín, Rafael Lucas
- López Trigueros, Laura
- Marqués Barceló, Juan Carlos
- Martín Benavides, Gonzalo
- Martín Delgado, Rafael
- Martín Malavé, Juan Luis
- Martínez Auladell, Tristán
- Martínez de Irureta, Javier
- Merino Mata, Francisco
- Navarro Díaz, Juan María
- Navarro Mármol, Juan María
- Oca Muñoz, Antonio
- Pérez Mora, Angel
- Rico Nieto, Alfonso
- Rivas Muñoz, Emilio
- Rojas Moyano Eduardo
- Sequero Marcos, Héctor
- Vargas Yáñez, Antonio
- Verdugo Florido, Ulises
- Villa Ortiz, Mercedes
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