Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
"Los accesos a algunas ciudades [Málaga, Madrid o Barcelona, ejemplificó] están al límite. Corremos el riesgo de quedarnos parados", afirmó el lunes Pere Navarro, director de la DGT. Su solución: compartir coche, bajo el argumento de que el 80% de los vehículos transportan únicamente a su conductor. Con una provincia que lleva tiempo clamando por nuevas infraestructuras en movilidad, la ola no tardó en levantarse en su contra. Ahora los alcaldes del área metropolitana de la capital piden inversión y un plan de choque. El Gobierno, mientras tanto, señala que el Ayuntamiento falló en la planificación de la movilidad y los aparcamientos y la Junta tampoco aporta al transporte metropolitano. Atascados sin solución.
En Málaga y las ciudades del entorno, los regidores lo tienen claro, el problema no es liviano y es necesaria celeridad para atajarlo. Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, señala que, si bien "entiende" a Navarro, hacen falta nuevas infraestructuras para soportar el crecimiento demográfico que se ha producido, pero también el que se espera. "Hace muchos años que no se hacen infraestructuras viarias, en el Ayuntamiento llevamos siete años proponiendo actuaciones viarias y ferroviarias. Alguna podría estar ya hecha", defiende.
Más duro es el presidente de la Diputación de Málaga y regidor de Rincón de la Victoria, Francisco Salado, que afirma que la propuesta del director de Tráfico es "una falta de respeto a los malagueños que sufren a diario los atascos porque el Gobierno no ha hecho nada en los últimos seis años, ni los estudios que ahora dicen que van a hacer". Las entradas a la capital por la A7 desde el este, desde Rincón, son uno de los puntos que más aglomeraciones sufre a diario, por un lado y el punto en el que el Gobierno ha pedido un estudio informativo para ver qué opción es la más conveniente a la hora de poner fin a los atascos.
Salado opina que Tráfico debería llevar "años" avisando al Gobierno del estado de las carreteras y que se puede "hablar con seriedad" de los carriles BUS-VAO o la bonificación de la autopista a aquellos vehículos con varios ocupantes, pero no "trasladar a los usuarios la responsabilidad".
Al otro lado de la capital, en Torremolinos, Margarita del Cid ve un lado positivo, "que un ente del Gobierno central reconoce el grave problema", pero a ojos de la alcaldesa la solución no es incorrecta por hacer ver que son los privados quienes tienen que asumir esta responsabilidad y no la administración estatal.
En el Gobierno, sin embargo, no comparten esta visión y señalan otro culpable: el Ayuntamiento de Málaga. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, asegura que los problemas de tráfico en los accesos a la capital se deben a la planificación, o más bien a la "falta" de ésta, por parte del municipio y no de capacidad de las vías. También apunta a la Junta de Andalucía por una "ineficaz gestión e insuficiente dotación del transporte metropolitano".
"Ni la ciudad de Málaga ni su área metropolitana cuentan con bolsas de aparcamiento disuasorio que conecten con una eficaz red de transporte público tanto metropolitano como municipal que permita una movilidad más fluida", asegura Salas, que afirma que la movilidad sostenible es una "asignatura pendiente" de Ayuntamiento y Junta.
En Mijas, Ana Mata, también pone el balón sobre el tejado de Madrid y no ve como una solución la que propone la DGT. La regidora cree que los usuarios que pueden compartir coche ya lo hacen "para asumir los costes del combustible y evitar los colapsos de la A7", punto en el que coincide con su homólogo de Estepona, José María García Urbano. La regidora mijeña, suma, además, su preocupación por el lastre que puede suponer para desarrollo de la Costa del Sol, "que el Gobierno asumir ya como estratégica y tomarse muy en serio los problemas que le afectan".
En el ala oriental de la provincia, en Vélez-Málaga, Jesús Lupiáñez entiende las medidas ya no deben ser "paliativas" como compartir vehículos y que es momento de "trabajar en soluciones reales y de fondo". Para Ana Mula, regidora de Fuengirola, la propuesta es una "burla a los ciudadanos" y el problema "no va a desaparecer hasta que el Gobierno no haga las infraestructuras que necesitamos".
Para conocer la magnitud del problema hay que ponerle datos: 400.000 vehículos transitan cada día por la Costa del Sol desde Málaga hasta Algeciras en trayectos superiores a cinco kilómetros a lo que suma uno de los peores datos de uso de transporte público del país, según datos de los que dispone el Gobierno gracias a la localización GPS de los teléfonos móviles.
Así, en el tramo de Málaga a Fuengirola se aproxima a los 200.000 movimientos al día, en el trayecto entre Fuengirola y Estepona unos 144.000 y entre el Campo de Gibraltar y la Bahía de Algeciras está entre los 60.000 y 70.000 viajes diarios con distancias de más de cinco kilómetros.
Uno de los puntos calientes que detecta la DGT –y que recomienda evitar en jornadas de mucho trasiego en movilidad– es la MA-20 entre Málaga y Torremolinos, donde se acumulan hasta 120.000 vehículos diarios. En esta vía, el Gobierno de España ya cuenta con un proyecto de 190 millones de euros para ampliar la calzada.
No es la única conexión entre las dos ciudades que vive al límite de su capacidad. Por la A-357 pasan cerca de 74.000 vehículos al día. La Junta de Andalucía adjudicó hace un año por 8,5 millones de euros a la empresa Sando las obras de una plataforma BUS-VAO para aligerar el tráfico. La carretera ganará un carril más en dirección hacia la capital para albergar un tercer carril exclusivo para autobuses y vehículos de alta ocupación que ayuda a reducir los atascos, en total ocupará 2,3 kilómetros.
En el otro sentido, hacia Nerja, los atascos también se multiplican día a día. El Gobierno ha adjudicado recientemente un estudio para decidir cuál de las opciones que se baraja –ampliar los carriles, un bus rapid transit...– es la más adecuada para atajar los problemas de movilidad en la zona.
Además, el 28 de noviembre se reunirán las primeras mesas que el Ejecutivo ha convocado por la movilidad en el litoral mediterráneo de Málaga y Cádiz. Son dos las tématicas a tratar en distintas mesas, la primera, deberá decidir –o al menos empezar a decidir– cuál será el modelo de tren litoral a desarrollar. La segunda de ella sí que debe abordar las soluciones a corto y medio plazo que se pueden acometer en la provinciar para descongestionar la movilidad.
Entre ellas debe estar sobre la mesa la posibilidad; según anunció el propio secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano; de bonificar el peaje de la AP7, uno de los más caros en territorio nacional. El alto directivo afirmó que se estudiaría esta compensación para trabajadores, estudiantes y otros grupos; no así para turistas.
En la misma vía, pero en el levante español, en Alicante, el Gobierno liberalizó el peaje temporalmente justo unos días antes de la reunión, además, lo que generó una ola de voces: ¿por qué aquí no? Lo mismo se pregunta De la Torre, más habiendo conocido hace unos días que extendía vía libre para pasar sin pago hasta febrero de 2025. Además, el regidor se hace otra pregunta, "convendría conocer el coste de la liberalización en forma de indemnización a la concesionaria, creo que daría para pagar la vía perimetral de Vélez a Marbella".
A la primera pregunta, ya el mes de julio respondieron fuentes gubernamentales con base, en parte a la segunda. Sobre el tramo alicantino de la AP-7 no pesa concesión a privados alguna, por lo que no hay que indemnizar a la empresa, que en el caso de Marbella sería, prácticamente inasumible. Lo que lleva a la segunda pregunta, según anunció el Gobierno en la propia cumbre por la movilidad, liberar el peaje es más caro que construir el tren litoral hasta Marbella. El alcalde, sin embargo, se acoge a la opción que dejó Santano en el aire: "Habría que empezar por los usos diarios repetitivos, trabajadores y estudiantes. Al menos, reducciones para ambos grupos".
Y no es sólo De la Torre el que defiende esta opción, Salado, Del Cid, Mata, Mula, Lupiáñez y García Urbano también enarbolan la liberalización de la AP7 –en tanto se construye el ferrocarril, claro– como solución a los problemas de movilidad, al menos, de parte de la Costa del Sol. Pero, de momento, sigue atascado y sin solución.
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