La atención por intoxicación etílica de jóvenes llega a su pico durante la Feria de Málaga
Tanto las Urgencias del Clínico como la del Regional registran un aumento de la demanda
Golpes por peleas, problemas digestivos por abusos o consecuencias del calor, entre otras asistencias
El alcalde de Málaga sobre la Feria: "No hace falta ninguna copa para sentirse felices"
Málaga/Hay una cara menos divertida de la Feria, la que ven los profesionales sanitarios, para los que esta fiesta supone un incremento de trabajo. Y esa realidad se repite una vez más: durante estos días se registra el pico anual de demanda por intoxicaciones etílicas. En la mayoría de los casos, veinteañeros que se han pasado con el alcohol. “En otras épocas del año no hay tantas intoxicaciones etílicas. Sobre todo son jóvenes que no controlan”, explica el jefe de sección de Urgencias del Hospital Regional, Pedro Rodríguez.
En la mayoría de los casos, tras unas horas y el debido tratamiento, son dados de alta. Pero Rodríguez apunta que en esta Feria alguno ha tenido que ser asistido en el área de Críticos debido a una disminución del nivel de conciencia. El facultativo muestra sus sensaciones como sanitario y “como padre” frente a casos como éste: “Impresiona ver así a un chico joven”.
De las cinco altas por intoxicación etílica que el hospital dio el martes, cuatro eran veinteañeros. Mientras por edades existen diferencias –y los jóvenes se llevan la peor parte–, prácticamente no las hay por sexo: varones y mujeres están más o menos igualados.
Las consecuencias del alcohol pueden ser directas o indirectas. En el caso de las primeras, es la propia intoxicación. Entre las segundas se cuentan los traumatismos –porque se altera el control sobre el cuerpo– y las contusiones por peleas –en las que la bebida suele actuar como detonante–.
Rodríguez señala que –aunque tiene la percepción de que este año hay menos agresiones que en ferias anteriores–, respecto a otras épocas del año también han aumentado. No obstante, aclara por lo general son golpes por puñetazos, no lesiones por arma blanca. Los implicados suelen ser jóvenes varones que han bebido y llegan a las manos.
En las Urgencias del Regional, que recibe sobre todo la demanda de la Feria del Centro –que es de día–, los casos empiezan a llegar a última hora de la tarde y se prolongan durante la noche. De las casi 500 urgencias diarias que asiste este centro, durante las jornadas que dura esta fiesta se produce un incremento de casi un 15%.
En el Clínico, que asiste principalmente a la demanda del Real, la afluencia de pacientes derivados del Cortijo de Torres se registra entre la madrugada y las primeras hora de la mañana. La coordinadora de Enfermería en las Urgencias de ese hospital, Carmen Ramos, también estima que la mayor parte de las asistencias derivadas de la Feria son las intoxicaciones etílicas de los jóvenes. “El año pasado no hubo Feria y no tuvimos estos problemas”, señala.
Como enfermera “y como madre” lanza un mensaje: “Hay que disfrutar con alegría, pero con autocontrol y poniendo unos límites por respeto a nuestra persona y hacia los demás”. Y advierte que mientras que quien se controla con el alcohol puede seguir disfrutando de la fiesta, muchos de los que se exceden acaban en el hospital.
Dado que los que se pasan con la bebida no están en condiciones de conducir, suelen ser los amigos o sus familiares los que los llevan a Urgencias. En general, son cuadros clínicos que se resuelven en las consultas de Urgencias, sin necesidad de hospitalización. El Clínico atiende entre 700 y 750 urgencias diarias. De ellas, en estos días medio centenar están motivadas por la Feria.
Ramos explica que también hay casos de intoxicación por droga, aunque suelen ser menos que por alcohol. Por lo general se trata de la ingesta de éxtasis, un estupefaciente que se consume en pastillas, “que está de moda y pasa inadvertido” a la hora de consumirlo.
Aparte de las asistencias por intoxicación etílica y por contusiones derivadas de peleas, otro de los cuadros clínicos de esta época de Feria son los dolores abdominales. “Transgresiones dietéticas”, afirma Rodríguez. Es decir, gente que se ha pasado con la comida, que ha bebido y comido demasiado o que no ha guardado una dieta que debe respetar.
Ramos destaca que en el Clínico, durante estos días de Feria, se han reforzado las Urgencias con cuatro profesionales por turno; entre ellos, un médico, dos enfermeros y un técnico en cuidados de enfermería. Además, explica que gracias a la disminución de la presión asistencial por Covid, uno de los casetones externos que estaba destinado al circuito para atender a pacientes respiratorios se ha reorganizado en estas jornadas para concentrar los casos que llegan del Cortijo de Torres. Además, recuerda que también desde hace más de un mes, el Clínico cuenta con un circuito para pacientes vulnerables en el que se prioriza a los grandes dependientes y enfermos con discapacidad a fin de agilizar los tiempos de respuesta en su atención.
En el centro, a última hora de la tarde, comienzan a escucharse las sirenas de las ambulancias. Algunas transportan a jóvenes que se han pasado con la bebida. Mientras, en la Plaza de la Marina, en el stand de la Asociación Malagueña de Alcohólicos Rehabilitados (AMAR) recuerda en su lema: “El alcohol no es el centro de la Feria”.
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