Encapuchados atracan a punta de pistola y a plena luz del día una joyería de Cruz del Humilladero en Málaga

Los tres sospechosos del robo han huido a bordo de una furgoneta, que ya ha sido intervenida por la Policía Nacional

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La joyería atracada este viernes por tres encapuchados.
La joyería atracada este viernes por tres encapuchados. / JAVIER ALBIÑANA

A punta de pistola y a plena luz del día. Tres individuos han atracado una joyería de Cruz del Humilladero este viernes. A pesar de la resistencia de los trabajadores del negocio, los presuntos delincuentes han logrado hacerse con varios artículos de oro y huir en una furgoneta blanca, que ya ha sido intervenida por la Policía Nacional, según han confirmado a este periódico fuentes cercanas a la investigación.

Los hechos han tenido lugar este 5 de julio, sobre las 11:45, cuando tres individuos encapuchados se han desplazado en vehículo hasta una joyería de la calle Antonio Camartelo. Al menos uno de ellos supuestamente ha irrumpido con un arma de fuego en el interior del local en un intento de amedrentar a los trabajadores.

Al parecer, los familiares de una empleada del negocio, que se encontraban de visita en el establecimiento, habrían forcejeado con el delincuente que portaba la pistola, lo que habría evitado que el botín sustraído fuese mayor. No obstante, las fuentes consultadas aseguran que el individuo habría logrado hacerse con varias joyas de oro, cuyo valor por el momento se desconce.

Tras el robo, los tres individuos han huido a bordo de la furgoneta blanca, que ya ha sido localizada e intervenida por agentes de la Policía Nacional. De momento, no constan detenciones y la investigación continúa abierta para el total esclarecimiento del suceso.

Cabe recordar que el pasado 15 de mayo un hombre de 38 años irrumpió en una tienda de ropa y productos de hogar, ubicada en el número 16 de la Avenida Velázquez, portando el cuchillo. Cubierto con una gorra, se situó detrás de una de las dependientas y colocó el arma en su cuello mientras le ordenaba que abriese la caja registradora. Los nervios impidieron a la víctima desbloquear la primera caja, así que probó con una segunda. Esta última se abrió y el ladrón cogió el puñado de billetes de cinco euros. Sin soltar a la víctima ni dejar de apuntarla con el cuchillo, el individuo se dirigió con ella -que utilizó en ese momento de de rehén- hacia la puerta y, una vez allí huyó a la carrera.

El agente Ibáñez estaba fuera de servicio cuando se topó con la fuga del atracador. No sabía qué había ocurrido, pero la escena le hizo sospechar que nada bueno y, sin pensarlo dos veces, corrió tras él. Cuando consiguió ponerse casi a su altura, contó a Málaga Hoy que le informó de que era policía nacional y pidió que tirara el cuchillo. "Entonces se dio la vuelta y me dijo que no quería matar nadie".

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