El robo más 'dulce': arrasan con las chocolatinas de una tienda de Málaga Nostrum
Los cacos se hicieron con un botín valorado en más de 600 euros
Una de las presuntas ladronas tenía atemorizados a los trabajadores del negocio, a los que amenazaba y coaccionaba cuando fracasaba
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El amargo sabor de boca que le quedó a los responsables de una tienda contrastaba con el dulce botín que los ladrones consiguieron: 500 euros en chocolatinas. Un robo con varios intentos fallidos en un mismo día en los que uno de los cacos había amenazado y coaccionado a los trabajadores. Pero la alegría se esfumó rápido. Los malhechores acabaron entre rejas, según fuentes próximas consultadas por este periódico.
El escenario del robo fue el centro comercial Málaga Nostrum, donde la Policía Local había reforzado la vigilancia tras los numerosos avisos de comerciantes que alertaban de delitos contra el patrimonio -los que atentan contra los bienes de una persona-. Esta vez, tras un sigiloso seguimiento, los investigadores no tardaron en poner nombre a los presuntos ladrones. Fueron así testigos, según su versión, de cómo los cacos arrasaron con las chocolatinas de uno de los negocios. No fue su único logro. Además de los artículos de alimentación, las pesquisas apuntan a que también se apoderaron de cacerolas y productos de cosmética. La mercancía sustraída está valorada en más de 600 euros.
Eran las 5 de la tarde del jueves cuando los investigadores sospecharon de un vehículo estacionado junto a una de las tiendas con varias personas en su interior. La estrategia de los cacos estaba bien definida: dos jóvenes se encargarían de perpetrar el asalto, mientras una tercera persona, el conductor del coche, aguardaba en el exterior para, presuntamente, facilitar la huida. Todos ellos, con edades comprendidas entre los 20 y los 22 años.
El primer paso sería confirmar, desde el escaparate de una tienda, si era factible hacerse con el suculento botín. Fue tan fácil como apoderarse de varias cajas con chocolatinas sin pagar en caja. Después, salieron con premura hacia el vehículo para poner a buen recaudo las golosinas. Y repitieron la operación. Ahora, su nuevo objetivo llevaría a las mujeres hasta la zona outlet del centro comercial. Tras hacerse con la mercancía deseada, esta vez, huyeron incluso con las cajas llenas de productos. No había tiempo que perder.
Cuando pisaron el acelerador, los policías que habían presenciado los robos obstaculizaron su marcha. Tras identificarse, registraron el turismo en el que pretendían darse a la fuga y encontraron una voluminosa cantidad de chocolatinas y otros artículos que, presuntamente, también habían sido sustraidos. Los supuestos cacos, sin un ticket de compra que pudiera exculparlos, no negaron su autoría.
Los efectivos corroboraron que una de las ladronas era de sobra conocida entre los comerciantes tras haber sido sorprendida (y varias veces) en negocios. Ella y sus compinches fueron engrilletados. Entonces fue a los ladrones a los que se les quedó mal sabor de boca.
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