La ayuda de la robótica en el hogar de varios dependientes en Málaga, una experiencia "muy positiva" gracias a la UMA

'Vivir en casa' se está llevando a cabo con 15 usuarios en la ciudad

Esta iniciativa única en España tiene como objetivo desarrollar un modelo de cuidados domiciliarios para facilitar la permanencia de la persona en el hogar el mayor tiempo posible

La vida con 'Fermín': el primer robot del proyecto ‘Vivir en casa’ en Málaga

Proyecto de robótica para mejorar la calidad de vida de personas dependientes.
Proyecto de robótica para mejorar la calidad de vida de personas dependientes. / M. H.
EFE

30 de julio 2024 - 07:29

Las personas con dependencia que participan en Vivir en casa, un proyecto pionero en España que investiga y desarrolla tecnologías para que puedan permanecer en sus hogares, han calificado de "muy positivas" las herramientas de ayuda que los científicos han instalado en sus casas, como robots asistenciales o pastilleros inteligentes. Según informó ayer la decana de la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la Universidad de Málaga (UMA), Ana Rosa del Águila, la evaluación que realizaron a finales de junio ha sido satisfactoria y los quince usuarios que cuentan con las herramientas que han desarrollado están "muy implicados" y valoran "muy positivamente" la iniciativa.

"El proyecto está teniendo los resultados esperados y esperamos que en las conclusiones finales podamos plantear ese rediseño del proceso de cuidado domiciliario a personas mayores y dependientes con la base de la domótica y la robótica", subrayó Del Águila durante la visita a la casa en Málaga que han transformado en un laboratorio de prueba en un entorno real estos avances tecnológicos. Esta iniciativa única en España tiene como principal objetivo desarrollar un modelo innovador de cuidados domiciliarios para facilitar la permanencia de la persona en el hogar el mayor tiempo posible.

Con el nombre Social Living Lab, este prototipo de "vivienda consciente" con la que ya cuentan estas quince personas con dependencia incluye, entre otras innovaciones, puertas que se abren desde el móvil, robots asistenciales que pueden avisar a los cuidadores y los servicios de emergencias en caso de una caída del usuario, o pastilleros inteligentes que comprueban si el residente se ha tomado la medicación. Así, este proyecto combina la robótica y la domótica para facilitar el día a día de este colectivo con varios dispositivos, como sensores y cámaras inteligentes, robots sociales que interactúan con personas, andadores adaptados, un frigorífico inteligente que hace pedidos de forma automática según la necesidad o un sistema de geolocalización que marca la ubicación precisa de la persona dependiente y mide sus parámetros de salud para poder actuar en caso de emergencia.

Una luz debajo de la cama

Según precisó el director del proyecto y presidente del Observatorio Estatal para la Dependencia, José Manuel Ramírez, uno de los aparatos que más valoran los usuarios es un detector de luz con el que simplemente apoyando el pie en el suelo se enciende una luz led debajo de la cama para evitar que tropiecen. "Si a eso además le añadimos que de ahí sacamos un algoritmo predictivo para ver con qué frecuencia va al baño esa persona usuaria, pues entonces estamos haciendo de alguna manera un estudio que permite, digamos, valorar e intervenir desde la prevención", añadió.

Ramírez subrayó que se trata de un proyecto cien por cien público liderado por la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo de la UMA y la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía y resaltó, además, la importancia de los organismos sanitarios dentro del proyecto. En este sentido, el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga, Pablo Lara, apuntó que este proyecto "interesa" al sistema sanitario y que, a su juicio, debe ser "estratégico" y "prioritario".

Estos avances "van a permitir que las personas mayores estén acompañadas y eso es un aspecto esencial", aseveró Lara, quien incidió en que "cada vez hay más evidencias" de que el entorno de vida es fundamental para la salud, y "con este proyecto se está hablando de promover la salud de cada persona y de prevenir la enfermedad".

Vivir en casa cuenta con una inversión de 2,3 millones de euros, dos de ellos financiados por la Junta con cargo a fondos europeos y la parte restante por la Universidad de Málaga.

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