El Ayuntamiento de Málaga defiende un nuevo puente plaza con la remodelación de La Rosaleda

La nueva Rosaleda está ligada también a los puentes plaza. Al menos a uno más nuevo. La FIFA (Federación Internacional de Fútbol) exige que el nuevo estadio pueda evacuarse en siete minutos y el Ayuntamiento de Málaga dibuja una nueva infraestructura de gran calado junto al estadio para que el límite con el Guadalmedina pueda servir de vía de escape a un alto porcentaje de los más de 40.000 espectadores que se prevén tras la obra.

Juan Alba, coordinador de infraestructuras del Ayuntamiento de Málaga, ha presentado en Simed (Salón Inmobiliario del Mediterráneo) el proyecto de renovación del estadio para que esté a punto para acoger el Mundial de fútbol que se celebra en 2030 en España, Portugal y Marrucos, aprovechando la cita para vender el proyecto a posibles inversores privados. Durante la explicación del mismo, ha ligado la necesidad de evacuación a la construcción de un nuevo puente de grandes capacidades.

Este es independiente a los de la Aurora y Armiñán. "Necesitamos los puentes plaza para la entrada y evacuación de la gente", ha indicado Alba, que ha señalado que la fecha límite para entregar las obras del estadio se marcan en diciembre de 2028. Además, ha afirmado que las mismas podrán comenzar a finales del 2025, cuando comiencen a demoler los edificios al norte del estadio y el campo anexo.

Entre los requirimientos de la FIFA, ha señalado Alba, también está la necesidad de liberar 40.000 metros cuadrados en los alrededores, con el fin de poder habitilar las fan zones y otras carpas para los aficionados.

El martes, el alcalde de Málaga defendió que el proyecto de los puentes plaza es "seguro" y que sólo depende de la financiación y de terminar estudios alternativos. El regidor aseguró que el proyecto "está contemplado con lluvias mayores a las que ha podido haber en Valencia". 

De la Torre afirmó que el proyecto para el Guadalmedina "se ha planteado siempre con las máximas previsiones y cálculos de más de 500 años", así ha apuntado que la presa del Limonero tiene una vida de "10.000 años" y que tiene un tamaño superior a "lo que pueda ser necesario para que pueda asumir avenidas". A esto sumó el regidor que, al estar más vacía que antes, por contar con un caudal ecológico en el río, la presa tiene "más capacidad de retención".

Dani Pérez pide al alcalde que abandone el proyecto por riesgo de inundabilidad

El portavoz socialista en el Ayuntameinto, Dani Pérez, ha pedido al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, “que dé marcha atrás a su idea del proyecto de puentes plaza en el cauce del río Guadalmedina” a su paso por la ciudad, porque de lo contrario “provocará una catástrofe en caso de lluvia torrencial con menos intensidad de la Dana sufrida por Valencia”. El socialista ha defendido “de manera rotunda que la ciudad no está preparada ante inundaciones en una situación de lluvias torrenciales como la vivida en Valencia”, por lo que ha pedido al regidor que “abandone su idea de embovedar el río Guadalmedina, porque lo que hay que hacer es renaturalizarlo, no echar más hormigón”.

“Ahora De la Torre dice que va a encargar unos estudios para conocer si la ciudad está preparada ante inundaciones y lo que le decimos desde el PSOE es que esos informes y estudios ya están realizados, en poder de la Cuenca Hidrográfica, donde los puede consultar”, ha aseverado el socialista. Pérez le ha exigido al regidor “que debe cumplir con los consejos y requerimientos de esos informes, en vez de sortearlos para llevar a cabo una obra insegura para la ciudad, que es la de los puentes plaza con el embovedado del río”. Daniel Pérez ha explicado que en el año 1989, Málaga “sufrió una gran riada que provocó inundaciones por 150 litros por metro cuadrado, mucho menos que en Valencia, que hizo que el caudal estuviera a 20 centímetros de supera la cota de los puentes de la ciudad”. 

Pérez ha pedido a De la Torre que “haga caso de la evidencia científica, con los datos de la Cuenca Hidrográfica, que desista del proyecto de los puentes plaza de una vez por todas porque el embovedado creará un tapón que haría que el agua saltara por los márgenes del río si se echa más cemento al Guadalmedina”. Sobre este asunto, el socialista ha tendido la mano al equipo de gobierno para promover “todas las actuaciones pertinentes” para combatir los efectos de una gota fría en Málaga.